Allí estaba yo. A las 7:35 A.M. sentada en la sala de espera a que me llamaran. Mi mente estaba sumergida en un mar de pensamientos. No eran pensamientos comunes y corrientes, siento que lo mío es algo diferente, fuera de este mundo. Me sentía atrapada, como si no hubiese una salida. Tal vez hay una, pero cuando intento acercarme a ella, parece que solo se aleja cada vez más. Este lugar me recordaba a algo, no se que sea, pero me siento incómoda y extraña aquí. Como si ya he estado aquí antes, pero es mi primera vez en un psicólogo, si así es, estoy aquí por que mis padres creen que he estado actuando extraño.
-Scarlett Andrews, ya puedes pasar.- dijo una mujer alta, al parecer era la asistente o secretaria. Llevaba una falda café hasta las rodillas y una blusa blanca mangas largas, zapatos altos de color negro. Si, tenía talla de secretaria. Su cabello parecía tener extensiones, y con cada paso que daba, parecía que iban a caerse.-Si claro.- dije mientras me levantaba y recogía mi mochila. El pasillo era algo angosto, y habían varias puertas, y en ellas estaba el nombre de cada uno de los psicólogos, eran marcos en forma de rectángulos con sus nombres y para que no se arruinara el diseño, estaban sellados con vidrio. La habitación de mi psicólogo quedaba al fondo del pasillo, tenía dos lamparas a cada lado de la puerta. Dr. Matías Sabillón decía en su puerta. Decidí entrar y allí estaba el.
-Buenos días Scarlett. Toma asiento- dijo el Dr. parado junto a la ventana. Parecía tener unos 54 años de edad, cabello blanco, tenía una bata blanca como si la hubiese sacado de un laboratorio y pantalones café. Con cada paso que daba parecía como si iba a caerse. Tenía unos lentes justo en el bolsillo izquierdo de la bata, la habitación tenía varios libros, una mesa al fondo y una lampara a la esquina de la habitación. Habían cuadros por todos lados, casi todos eran abstractos. Justo en medio de los dos sillones había una lampara que provenía desde el techo. Cortinas verdes con naranja. Tenía todo en orden. Cada cosa en su lugar. Al fondo -del otro lado de la habitación- tenía un florero gigante, con unas rosas muy lindas. Las paredes eran color verde claro. Era un acogedor lugar.
-Scarlett. ¿Sabes la razón del por que estás aquí? -dijo mientras tomaba de una taza blanca.-Si- fue mi única respuesta.
-Bueno dime ¿Cuál crees que es la razón?- Tomó asiento, agarró una libreta que estaba encima de la mesa de centro. Alcance a ver que tenía muchas cosas anotadas, al parecer este señor no tenía tiempo libre con tanto trabajo. Las anotaciones -que parecían garabatos- estaban en un orden, con cada paciente que tuvo. Agarró un bolígrafo y empezó a escribir como si fuera una tarea importante que tenía que presentar al día siguiente. Lo miré por unos minutos, luego empecé a hablar.
-Mis padres me enviaron aquí, dicen que debo venir a un psicólogo por la actitud que he estado tomando. -dije mientras me acomodaba en el sillón. Estaba tranquila y al mismo tiempo nerviosa, no sabía si este señor iba a llegar a entender cada palabra que saldría de mi boca.
-Bueno, explicame por que haz estado actuando extraño. Antes de que empieces, quiero que sepas que hay confianza, intentaré captar lo que dices. ¿Está bien?-asentí-Puedes continuar.
-Desde hace un año he estado soñando algo extraño. Las personas creen que estoy loca o delirando. Mis padres, ellos no me creen.- dije mientras jugaba con mis manos. Estaba nerviosa, no sabía por donde empezar.-Cada sueño tiene un dibujo y una explicación, lo hago desde que empecé a soñar con todo esto. Las únicas personas que me creen son mis amigos, dicen que también han estado pasando por lo mismo, solo que ellos no deciden hablar sobre el tema con otras personas. Mi hermano mayor, Jim, el está, preocupado también. Se que es una señal o algo más.-No sabía lo que el me iba decir. Tal vez piensa que soy su paciente más extraño hasta el momento.
-Scarlett, ¿cuántos años tienes?- preguntó mientras escribía en la libreta- 16 años.
-Scarlett, esos sueños se deben a la edad en la que estas. Tú y tus amigos pasan por una etapa donde los adolescentes como ustedes tienen sueños extraños, toman actitudes diferentes, es normal. Esto puede ser causa del estrés también, ya sabes el estudio, la familia, etc.- No podría creer lo que estaba diciendo, yo estaba muy preocupada y el solo estaba allí, sentado como que si nada malo estuviera pasando. No es normal que tus amigos tengan los mismos sueños que tú.
-¿Qué?- fue lo único que dije.- ¿Usted cree que es normal que mis amigos y yo tengamos los mismos sueños?- Seguía escribiendo en la libreta. Me daban ganas de agarrarle esa libreta y tirarla para que escuchara todo lo que le decía.- Con todo respeto señor, ¿Siempre tiene la misma respuesta para todo. O solo lo hace para tranquilizar a sus pacientes y hacer que piensen que todo es normal en está vida?
-No lo hago para tranquilizar a mis pacientes señorita Andrews. Lo hago por que me gusta ayudar y hacer que comprendan la situación.- Seguía escribiendo en esa maldita libreta ¿Qué estará escribiendo?- Ahora, te haré una pregunta. ¿Traes contigo los dibujos?
-No los traigo conmigo, los dejé en casa.-Estaba a punto de irme pero decidí quedarme, para ver si era verdad que iba a ayudarme- Solo déjeme explicarle lo que he estado soñando.
-Adelante- dijo mientras soltaba la libreta. Al fin la ha soltado.
-Esta bien. Desde hace un año empecé a soñar que aparecía en un lugar desconocido, era diferente a lo demás. Las personas que parecían ser los creadores del lugar estaban haciendo experimentos con humanos, los tenían en camillas y estaban sedados. Llego un señor de unos 46 años de edad. Recuerdo que estaba hablando con el personal, ellos vestían unas batas azules, usaban mascarillas y gafas de protección, al parecer les estaba dando instrucciones de que hacer y que no hacer. Ellos asintieron y el señor se fue. Tenían agujas con un líquido amarillo. En la camilla estaba una chica, de unos quince años mas o menos, alguien del personal se acercó a ella y le insertó ese líquido amarillo en su cuerpo. A los diez minutos ella empezó a sacudirse, parecían estar tranquilos ante la escena. Experimento número 43.
Hora de fallecimiento: 22:15 P.M. Fue lo único que escuche. Cuando terminaron de evaluar, se la llevaron y luego desperté. ¿Usted que opina?- le pregunté. Estaba preocupada por la respuesta que el daría. Se que esto no es normal, debe tener algún significado.-Mi opinión señorita Andrews, es que su sueño pudo haberse basado a su vida. Tal vez usted de pequeña miraba películas de suspenso al igual que sus amigos. Al pasar de los años su cerebro fue recolectando esos recuerdos y ahora tiene este tipo de sueños.
-No tiene nada que ver. Digo, si miré películas, pero no tienen ni una relación con lo que estoy soñando. Dijo que intentaría comprender lo que iba a decir. Pero yo creo que no se está esforzando ni un poco. -Estaba enojada. Nadie cree lo que digo excepto mis amigos. Este Dr. -si es que lo puedo llamar así- no está haciendo ni el mínimo esfuerzo de entenderme. Solo está allí sentado como si no fuera raro todo lo que le estoy diciendo.
-Señorita Andrews, le dije que lo intentaría, pero suena ridículo que usted crea que es una señal o algo más. Y si sus amigos están diciendo lo mismo, creo que lo hacen para que usted se sienta mejor.
-¿Sabe una cosa? No creo que usted ayude a los demás. Solo está allí sentado simulando que está escuchando. Hace como que está anotando cosas importantes cuando solo esta haciendo garabatos.
-Para su información no son garabatos.- dijo mientras volvía a agarrar la libreta de la mesa.
-¿Entonces que son? ¿Tareas para la escuela? No volveré aquí con usted. En verdad solo fue una gran perdida de tiempo.-agarré mi mochila y me fui. No iba a seguir escuchándolo.-Solo una cosa más- dije cuando estaba a punto de abrir la puerta.- Si cree que ha ayudado a sus pacientes después de un largo tiempo ¿Por qué siguen viniendo?
-Por que es un tratamiento continuó, que no debe de ser pausado. ¿Y usted que va a saber? ¿Eh? Solo es un paciente más que tengo que ayudar.
-No es cierto, solo soy un paciente mas que se va de aquí. Se que es difícil entender lo que digo, pero estar allí sentado y dando la misma respuesta para todo, créame, no solucionará nada. Con permiso.- Cuando salí de la habitación me fije que un chico estaba sentado y hablando solo. Lo miré por un rato, hasta que llegó la secretaria.
-Rafael Irías, ya puedes pasar con el Dr. Sabillón.- El chico pasó justo a mi lado y lo único que logré decirle fue mucha suerte. Me quedó viendo asustado y luego siguió su camino al igual que yo.

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Run Away
Fiksi IlmiahLos humanos están desapareciendo y son utilizados para hacer experimentos. Cada vez que uno de estos fallan, los cuerpos son convertidos en una sustancia amarilla. Scarlett y sus amigos han estado teniendo sueños acerca de esto. Quieren saber la ra...