“Skyscraper”
*Narrador Intermedio*
La puerta de la habitación estaba teñida de sangre… literalmente.
-¿Victoria?- pregunto su madre mientras abría la puerta de la habitación con mucho cuidado.
-¡Mirad y temed, sangre inocente será derramada por vuestras manos!- grito el cuerpo de su hija que se elevaba por los aires, sobre la cama. Prácticamente levitando.
-¿De qué hablas amor?- pregunto y no obtuvo respuesta- Victoria, Ulises pasara por ti a las ocho de la noche, quiero que te distraigas.
-¡NO MENCIONES ESE NOMBRE EN ESTÁ CASA!- grito “Victoria”.
-¿¡Quién eres!?- grito la madre de Victoria, Lott.
-¿Aún no lo descubres?- dijo el cuerpo de su hija y comenzó a reír cínicamente- ¡Soy yo!
-Pero, ¿quién eres tú?- pregunto Lott y el cuerpo desmayado de su hija cayó al suelo haciendo un ruido inmenso, vaya golpe.
-¿Madre?- dijo Victoria al despertar de golpe y mirar toda su habitación extrañada- ¿estás bien?- pregunto asustada, preocupada y nerviosa. Lott asintió.
*POV’S Victoria*
Después de lo sucedido me bañe y cambie para salir con Ulises. Con el incidente de hace un rato me di cuenta de que necesito irme de aquí lo más pronto posible, no quiero hacerle daño a nadie. Hable con el doctor y me voy mañana por la mañana, mi madre está de acuerdo.
-Se ve muy guapa está noche, Señorita Victoria- dijo Ulises cuándo me abría la puerta de su auto. Y lo rodeo para subirse del otro extremo.
-Gracias joven, Ulises- dije sonriendo nerviosamente.
-¿Pasa algo?- pregunto preocupado. Suspiré.
-No- dije y comencé a mover mi pie mostrando mis nervios.
-Victoria...
-¡Está bien!, mañana me voy al hospital, internado, psicólogo, psiquiátrico al que se supone que me meterán.
-¿¡Mañana!?- pregunto alterado.
-Mañana…- dije algo desanimada.
-¿Por qué?, ¿Por qué no esperar?- pregunto dándole golpecitos al volante, demostrando que él también estaba nervioso.
-Es por mi bien.
-Te extrañare, ¿lo sabes?
-Y yo a ti. Pero tengo que irme, es lo mejor.
-Si es por tu bien estaré de acuerdo, pero si lo haces por alejarte de mí te odiare- dijo con una sonrisa melancólica.
-Gracias por entender- dije para luego besarle la mejilla.
De pronto algo comenzó a golpear los cristales del carro, Ulises y yo nos asustamos, bajamos a ver de lo que se trataba y había un ardilla muerta con una flecha clavada justo por la cabeza, con una nota diciendo: “Te estoy viendo Victoria”.
-¿Qué es esto?- dijo después de ver el papel.
-Una advertencia- dije triste.- Creo lo mejor es que me vaya a mi casa y tú a la tuya. ¿De acuerdo?, mañana antes de irme te hablo para despedirme, adiós- di la vuelta y camine.
-¡Te quiero Victoria!- lo escuche gritar.
-Y yo a ti- le dije lo demasiado alto para que él lo escuchara, emprendí camino a mi casa y comencé a llorar, no eran lágrimas normales, estás eran de sangre. Yo sólo quería ser normal.