El Encanto del Pecado [Editando]

Una vida sin mucha ciencia.

La palabra perfección; se puede definir como un objeto o persona la cual no tiene ningún defecto alguno, que por dentro y por fuera son lindos, cosas parejas e iguales pero para mis padres era distinto. Dos personas totalmente distintas sintiendo amor mutuamente porque que más grande y perfecto como el amor? O bueno también podemos decir que eso no es perfecto.

Era una mañana cálida,con un sol radiante y con pájaros cantando,florida hoy se encontraba como todos los días  calurosa y al mismo tiempo fresca, mi ciudad era totalmente lo mejor para mi. Ya me encontraba bajando las   escaleras con mi peluche puchi(así se llamaba aquel oso azul que me dieron desde que nací y desde entonces ese era mi mejor amigo) sentí como  el olor a café atraveso mis fosas nasales, era fuerte y al mismo tiempo divino,pude ver a mis padres desayunando dulcemente, mi madre reía de algo que le decía papá y el acariciaba su mejilla a lo que yo me acerque corriendo a papá ya que no lo había visto por semanas-Hola mi princesa-dijo sentándome en sus piernas.

-Hola papi- lo abrace mientras el  acariciaba mi cabello

-Como esta la niña mas hermosa?-dijo tomando mis cachetes.

-Feliz,ya que estas aquí.-mi madre nos veía con ternura.

-Y para mi no hay saludos?-dijo viéndome

-Claro mami-dije dándole un abrazo y un beso en su mejilla.

-Hoy iremos a una cena con tus abuelos Lia'n-dice mi madre emocionada.

-Esta bien,con tal que mi abuela no me pellizque los cachetes todo esta perfecto.-dije riendo.

-Bueno,que quieres de comer-dijo mi madre levantándose de la mesa.

Todo era color de rosa mientras mi padre estaba,no es que cuando no esta mi madre es mala ni nada de eso si no que con el todo es maravilloso.

Ya eran las 8:30 p.m. y yo solo jugaba con mis muñecas mientras veía  a mi madre caminar a un lado para otro colocándose sus pendientes,de repente se asomó por la puerta diciendo lo siguiente.

-Cuando piensas vestirte Lia'n,se nos hace tarde.

-Mami,pero que me voy a poner. -dije levantando una ceja.

-Espera princesa,es que se me había olvidado tu ropa-salió apresurada para volver con un vestido Azul celeste que tenía un moño atrás y unas zapatillas blancas,me apresure para bañarme y vestirme rápido,cuando me fui a ver en el espejo me di cuenta que mi cascada de rulos estaba hecha un desastre baje rápido buscando a mi mamá a ver qué podía hacer.

Ella estaba en el espejo poniéndose labial rojo en sus labios rosas asegurándose que le quedara perfecto.

- Mamá,quiero que me peines-dije jalandole del vestido.

-Ven pues chiquita-me sentó en sus piernas agarrando toda mi melena hacia arriba haciendo relucir mis rulos en una coleta.-Estas preciosa mírate-me puso frente al espejo para verme mi corta estatura de niña me hacia ver cuchi.

-¿Están listas mis Reinas? - preguntó papá saliendo de su cuarto acomodándose su reloj.

-Si,ya estamos listas-dijo mi madre tomando su cartera.

Cuando íbamos en camino se podían ver las estrellas en el cielo,amaba las estrellas, eran millones de luces en el cielo las cuales eran imposibles de ignorar, cuando me di cuenta ya habíamos llegado,la casa de mis abuelos era aún más grande que la mía, no iba a menudo ahí  ya que no me gustaba, el ambiente era raro e incómodo  y eso no me gustaba. Me baje casi saltando del auto,mi madre tomo la mano de mi papá y le sonrió antes de entrar, cuando entramos se podía ver a mis abuelos en la sala con un señor rubio muy apuesto y con un chico un poco mayor que yo con unos ojos Azules que me dejaron impactada,cuando los padres de mi madre nos vieron sus caras no tenian una buena impresión que se diga.

-Hola Lia'n-dijo Mi abuela acariciando mi coleta.

-H-hola abuela-dije quitando sus dedos de mis rulos.

-Hola señores Bodwer -dijo mi padre estrechando su mano con la de mi abuelo.

Ya todos estábamos sentados en la mesa para cenar,mi madre estaba sentada al lado del señor rubio y a mi padre del otro lado,mientas que yo estaba al lado del chico rubio y mi abuela,todos hablaban de cosas que yo no entendía y eso me aburría,después de unos minutos se  me cayó  mi tenedor y tuve que bajarme de la silla para agarrarla,para mi sorpresa ví ante mis ojos  cuando debajo de la mesa   una mano acaricia debajo del vestido rojo de mi madre y cuando volví a mi silla note que era el señor rubio,la verdad que no sabia si eso estaba bien o mal mi mentalidad de niña no llegaba a pensar nada malo pero sabía que si mi padre no era el que lo hacía quizás si era un problema.

Pasaban las horas y todos seguían hablabando en la sala mientras que mi padre estaba callado no me gustaba eso, lo hacían a un lado y eso me entristecía  yo por otro lado solo veía jugar al niño con su consola ,en eso me acerque a el para jugar y este solo me vio como molesto y yo solo me aleje, parecía que mi padre y yo no existiamos para esas personas aquella noche pero no me quedaría ahí, iba acompañar a mi padre,tome la mano de mi papá y lo lleve hasta el jardín para así recostarnos del sesped.

- Papá...-dije viendo al cielo.

-Dime mi niña-me miro curioso.

-¿Por qué no hablas cuando ellos lo hacen?

-Porque no hablan nada importante pequeña.-dijo con voz ronca

-Mmm, pensé que todo lo que  hablaban los adultos era importante.–Jugue con mis manos.

– No todo, a veces hay cosas las cuales no nos incumbe y es mejor quedarse callado y no estorbar. – Dijo en un tono ronco y bajo.

–No creo que estés estorbando papá, pero bueno,allá ellos– Dije riendo para luego decir–Vez esas estrellas?– Señale con mi dedo a un par– Brillan como cuando tú sonríes, a veces pienso que tú eres mi luz. – Me miro entrecerrados sus ojos divertido.

-Ay Lia'n, que cosas tan lindas dices.-sonrió y pasó su brazo por debajo de mi cabeza y luego yo lo abraze.

Lo único que quería era que papá no este aburrido como yo lo estaba,también quería preguntar porque el señor acariciaba a mamá pero la verdad es que no sabia si eso era malo o bueno y lo ultimo que quería era que mi madre y padre no se hablaran así que era mejor callar.