Enseguida rodé los ojos y le pegue un puño a mi estúpido amigo. Sebastian es el chico mas popular y guapo de la escuela según todos, o al menos la mayoría, aclarando que no comparto la opinión de la mayoría respecto a el. Creo que es solo un egocéntrico de mierda, no lo soporto.-Wow que emoción, el tipo mas odioso de la isla esta aquí, muero de ganas por verle la cara de estúpido- dije sonriendo exageradamente mientras sacudía las manos.
- Pero no está solo- dijo con una sonrisa de medio lado y moviendo las cejas de arriba hacia abajo. -Lo acompañan cuatro dioses griegos mas-.
- No se supone que tienes novio o algo así?- dije entrecerrando los ojos.
-Yo si, pero tu no Aqua - dijo cruzándose de brazos.
- Ya te dije que no quiero nada que ver con tipos así, si es mi destino tener un novio, ya llegará, no tengo por qué buscarlo desesperadamente- dije -Porqué te es tan difícil entenderme?- suspire.
-Hablas como una anciana- dijo echándose a reír.
- ¡Aqua, te necesitamos acá!- Exclamo Randy desde afuera.
- Voy enseguida! -
- Suerte con eso- dijo Marc sonriendo pícaramente y guiñándome un ojo.
Rode los ojos y salí enseguida.
-Si?- pregunté a Randy.
-Cambia con Alice, ella estará en la cocina y tu atenderás a los clientes-.
-mm bien - dije confundida.
Alice se acerco y me dio los pedidos y fue a la cocina con los ojos llenos de lagrimas. Me preocupe, pero preguntaré cuando acabe el turno. Cómo que todos andan muy emotivos hoy.
Recogí los pedidos que hacían falta incómodamente, ya que sentía las miradas de Sebastian y sus amiguitos clavadas en mi. Dylan, el mejor amigo de Sebastian, siempre a dicho que le gusto, pero es obvio que solo quiere cogerme y dejarme tirada el muy hijo de puta. Incluso hace poco me pidió que fuera su novia, y yo lo rechace. El otro que anda con ellos no recuerdo su nombre, pero aparte de ellos tres, hay dos chicos mas con ellos que no había visto antes. Uno de ellos se ve realmente sexy, su cabello es rubio y sus ojos azules. Se ha notado inexpresivo todo el tiempo.
Llego el momento de llevar su comida.
Deje las bandejas en su mesa, y antes de irme, les di el "disfruten su comida" mas frío que pude, porque obvio me dan ganas de vomitar en su hamburguesa y hacer que se la trague. Pero seguro por eso sí me despedirían, y es mejor prevenir.
-Hey - dijo Sebastian -Podrías ser amable al menos en tu trabajo-.
- no tengo intención de ser amable con personas como tu- dije inexpresiva. Me gire para irme de ahí de una vez pero esta vez Dylan hablo.
- Lindas piernas- dijo con voz ronca y una sonrisita burlona que no me gustaba ni poquito, seguido de risitas estúpidas.
Me detuve en seco y apreté los puños tan fuerte que dolía, pero tengo que controlarme, no puedo golpear a los clientes. Me gire lentamente y lo mire.
-Si, son lindas, y me servirían para darte una linda patada en tu asqueroso culo , así que mejor no te metas conmigo- dije enfurecida. Odio a estos tipos.
Los otros chicos rompieron en carcajadas, excepto el rubio sexy. El permanecía sin expresión alguna.
-Disculpa- Dijo el mismo rubio sexy. -Tráeme una porción de papas extra por favor-
- Enseguida-. Dije y fui a la cocina.
-Una porción de papas extra porfavor Marc- dije al entrar a la cocina.
- Enseguida - dijo.
Cuando las papas estuvieron listas, las lleve a su mesa.
De repente Sebastian tumbo su vaso haciendo que se derramara toda la limonada.
-Oh pero que torpe soy - dijo fingiendo haberlo hecho sin querer. -Ahora limpialo, mesera-
Esto no lo voy a soportar mas, es un maldito idiota de mierda!!!
Me acerque a la mesa, agarre el vaso que estaba lleno de jugo de fresa y lo derrame en la cabeza de Sebastian. La expresión de su cara era mundial, podría tomarle una foto, sacarle copias y publicarlas por toda la ciudad para que todos se rieran.
El rubio sexy dejo un billete de 20 en la mesa, se levanto y se fue sin decir nada ni mirar a nadie. Sebastian quedo en shock y sus amigos se reian de el, mientras el otro desconocido no sabia que hacer.
Me quite el delantal y la gorra y las tire a cualquier lado y me fui sin decir nada.
•••
Camine sin rumbo por la playa hasta que me dolieron los pies y me tire en la arena.
-Al fin paz- dije suspirando. Me quede admirando el cielo estrellado y sin darme cuenta me quede dormida.
•••
-No es seguro que una chica como tu ande a estas horas tirada en la arena sola- Me despertó una voz masculina.
Que el océano me ampare*
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AQUA
Teen Fiction"La belleza está en lo extraño" Eso me enseñó aquel niño de 10 años que conocí hace ya mucho y de quién ahora no sé nada. Probablemente el estuviera en lo cierto, quién sabe, tendré que comprobarlo por mi misma.