The Prince ーWooziHarem

the prince:

Con aires de grandeza se veía caminar al príncipe por el pueblo, miraba de soslayo a los habitantes de los cuáles se haría cargo dentro de unos meses más si conseguía una chica o un chico con el cuál contraer matrimonio.

Lee JiHoon era un príncipe amable pero cuando debía sacar a luz sus talentos los presumía sin vergüenza, también algunas veces su comportamiento mimado le ganaba.

Mientras caminaba siendo escoltado por dos guardias hasta la pastelería del pueblo —porque al pequeño principe pelinegro tenía antojo de un buen pastel hecho por una pastelera que no estuviera en el castillo— una anciana con arrugas marcadas en el rostro y de piel pálida como la leche le llamó.

—Disculpe joven. —la anciana caminó hacía él a paso lento, los grandes hombres atrás de él se colocaron enfrente evitando que la mujer siguiera su andar.

JiHoon observó a la mujer, confundido, indico a sus guardias que estaba bien que se acercará la anciana.

—Buen día señora, ¿la puedo ayudar en algo? —habló con voz dulce, sonriendo amable.

La mujer le devolvió la sonrisa, sabía que el príncipe era un chico educado y bueno, ya lo había visto hablando antes con otros habitantes y realmente no era nada parecido a como era el mismo rey Lee en su juventud. Estaba feliz de que el heredero era alguien en quién confiar.

—No quiero ser grosera, ni mucho menos insultar a su alteza pero he visto algo que tengo que contarle, de su futuro. —JiHoon se interesó en lo que la mujer le contaba, la miró mejor y supo a que se refería la anciana, ella era una médium, lo notó por los anillos y collares que llevaba— ¿puede usted acompañarme?

El pelinegro asintió sintiendo la emoción cosquillearle los dedos, con voz de mando indico a los guardias que esperarán fuera de la estancia de la mujer. La mayor lo guió hasta una mesa, el se sentó y espero a la mujer que buscaba algo.

—¿Qué ha visto? —preguntó interesado.

La médium se sento enfrente de él.

—¿Esta buscando el amor, su majestad? —la mujer le sonrió cariñosa.

JiHoon no pudo evitar sonrojarse.

—Puede que sí... ¿Por qué pregunta? —sus manos que estaban en su regazo se apretaron en forma de puño, nervioso.

—He visto amor en su futuro, una pareja para usted. —le habló, con voz emocionada.

El principe abrió sus ojos sorprendido, y con la misma emoción de la mujer se acercó más a la mesa.

—¿Puedo saber quién será? —el deseaba encontrar a su pareja, casarse y ser un matrimonio hermoso como el que veía en sus padres.

—Le diría con todo gusto pero no logré ver muy bien al hombre... —su tono de voz sonó decepcionado.

—¿Hombre? ¿Es un hombre? —el rostro inexpresivo del muchacho asustó a la mujer, quizá se equivocó y su predicción no le acerto en que el príncipe era homosexual.

—Si su majestad... Lamento si lo estoy ofendiendo... —la mujer le habló temerosa y bajo su cabeza arrepentida.

El chico rió, nervioso y alegre.

—No me está ofendiendo, buena mujer, solo no se lo diga a nadie, haré la búsqueda por mi cuenta... Si el pueblo se entera que estoy buscando un esposo habrá una larga fila de chicos buscando pedir mi mano, —la mujer alzó su cabeza mirándolo con ojos brillantes, JiHoon sonrió— ¿Tendrá alguna pista para mí?

—No, joven príncipe, pero le avisaré si tengo otra predicción. —se levantó e hizo una venia.

JiHoon imitó a la mayor, se despidió y salió del pequeño lugar.

Los guardias miraron de forma inquisitiva al principe, el joven príncipe tenía una enorme sonrisa y parecía de mejor humor de lo que estaba antes de ir a conversar con la anciana.

La búsqueda por el hombre que amará por el resto de su vida estaba comenzando.

[👑]

Mientras acomodaba los adorables muñequitos de porcelana que había conseguido después de leer el futuro de un vendedor ambulante abrió sus ojos y dejó los objetos casi dejándolos caer.

¡Había olvidado decirle al príncipe que no solo era un pretendiente!

¡Eran doce!