The Prince ーWooziHarem

the prince: cuatro

La llegada de los príncipes fue más rápido de lo que esperaba JiHoon.

Todos los sirvientes daban vueltas por todos lados, JiHoon pasaba a un lado de ellos sin preocupaciones vistiendo con un atuendo casual antes de que su madre lo llevará a su habitación y lo encerrara ahí hasta que saliera vestido como "debía de ser" y se presentará ante los desconocidos que estaban ahí dispuestos a cortejarlo.

JiHoon arrugó su nariz, molesto, pero se relajó al pensar las palabras de la anciana Jang, la mujer sabía de la visita de los príncipes cuando los únicos que sabían de ello eran los sirvientes, había una ley estricta de confidencialidad acerca de lo que pasaba dentro del hogar de la realeza quien fuera en contra de ella se le encerraba o si era algo que podría afectar la integridad de la familia, se debía dar por muerto por traición.

—Joven JiHoon, ¿No debería estar preparándose para las visitas? —una desconocida voz lo hizo voltear.

Un chico alto y de cabellos castaños lo miraba mientras sostenía una bandeja con vasos llenos de agua. Detrás del mismo había otro chico pelirrojo mirándolo sosteniendo una jarra de agua.

—No me debo preparar mucho para esos chicos, si quieren casarse conmigo lo harán conociéndome como soy. —dijo con un tono burlón, cruzándose de brazos y volteando su cabeza para exagerar.

WonWoo sonrió al escuchar la diversión en sus palabras, MingHao seguía detrás de él observando detenidamente a JiHoon. Su piel se veía tan suave que deseaba tocarla.

Antes de que WonWoo pudiera decir algo más la voz de Lee ChaeWon le interrumpió.

—¡JiHoon! —llamó a su hijo— ¿Qué haces ahí? ¡Y vestido así! —exclamó la mujer, espantada, como si no pudiera creer lo que veía.

JiHoon les dedicó una mirada divertida a los chicos antes de reír e ir con su madre que le reprendió por su irresponsabilidad porque que tal si llegaban los príncipes y lo veían en esas pintas.

MingHao soltó el aire que estaba conteniendo.

—Es muy lindo. —murmuró en un tono que solo escuchó WonWoo.

—Si que lo es. —secundó WonWoo.

Siguieron su caminó entregando los vasos de agua a los sirvientes que trabajaban arduamente en el jardín en donde sería la comida de bienvenida.

La hora llegó y JiHoon se sentía asfixiado en su traje, su madre había abrochado hasta el último botón en su camisa y cada vez que la desabrochaba su madre parecía saberlo porque la mujer solo se volteaba y lo volvía abrochar.

—JiHoon, mantente quieto. —lo regañó.

Antes de que el chico pudiera replicar algo el vocero real anunció la llegada de los príncipes.

—¡Denle la bienvenida al príncipe SeokMin, al príncipe SoonYoung y al príncipe Joshua! —JiHoon y su madre los recibieron con una reverencia, y los príncipes les respondieron con otra reverencia.

—¿En dónde están los demás príncipes?  —preguntó en voz alta y amable la mujer al vocero quien le respondió que debían esperar un poco más por ellos— Bien JiHoon, saluda como se debe a los príncipes.

Le dio un pequeño empujón para que se acercara a los chicos y JiHoon se mordió la lengua para no rodar sus ojos. Era amable, educado y lindo pero detestaba con su vida completa cuando debía saludar a alguien perteneciente a la realeza como él. ¡Hasta había tenido una clase especial de cuatro días para saludar como se debe!

Siempre recordando presentarse como 'príncipe JiHoon de Areum de la región siete' con una inclinación perfecta de noventa grados, un brazo sobre su abdomen y otro detrás de su espalda, cerrando sus ojos apenas un segundo en lo que hacía la reverencia y al momento de alzarse lo hacía con elegancia, la cabeza en alto y expresión neutra.

Los príncipes sonrieron al príncipe.

El primero en acercarse con paso decidido fue el príncipe SeokMin, le tomó de la mano sorprendiendo a JiHoon por el atrevimiento, el chico ni siquiera tendió su mano como se debía hacer.

—Un gusto conocerlo, su majestad. —y besó sus nudillos. JiHoon casi juraba ver a su madre sonreía en grande, complacida por el hombre frente a su hijo.

—El gusto es mío. —JiHoon dijo entredientes con apenas una sonrisa, la palabra incómodo quedaba corta a lo que sentía.

El chico pelinegro se apartó. El siguiente en acercarse fue el príncipe SoonYoung quién sonreía y JiHoon no pudo evitar ser contagiado por ella, sonriendo también. El chico le extendió su mano de forma elegante, esperando a que la tomará —a JiHoon le pareció agradable el acto— y JiHoon lo hizo un poco titubeante.

—Es un placer al fin conocerle, príncipe. —se inclinó para besar los nudillos como antes había hecho el príncipe SeokMin pero JiHoon está vez no se sintió sorprendido por la acción.

—Esperó que su estancia aquí sea agradable, príncipe SoonYoung.

—Lo será, su majestad. —soltó delicadamente la mano del príncipe de Areum.

Y por último, a pasos elegantes que resonaban por el suelo gracias a la suela del zapato se acercó el príncipe Joshua que en lugar de tomar la mano del rubio dejó dos besos en sus mejillas y susurró solo para JiHoon:—Príncipe debo admitirle que es más bello de lo que mis padres me habían contado.

JiHoon sintió sus mejillas y orejas arder, quedó en blanco ante las palabras del hombre. El castaño se apartó con una sonrisa que JiHoon no supo como leer y solo se limitó hacer una pequeña inclinación con su cabeza.

—Príncipes, por favor acompañen a la mucama al lugar donde se celebrará el primer festín para el pre-compromiso en lo que llegan los demás príncipes, —ChaeWon señaló a una de las mucamas a su lado— sus cosas serán llevadas a las habitaciones en las que se quedarán, siéntanse cómodos, están en su casa.

Los tres chicos agradecieron por la hospitalidad y se retiraron.

—¿Viste lo guapos que son, JiHoonie? Y uno de ellos será tu futuro esposo, que suerte tienes. —le codeo su madre a lo que no pudo evitar soltar una carcajada cubriéndose la boca, avergonzado por culpa su madre.

Esperaron alrededor de diez minutos a la llegada de los chicos que faltaban hasta que hicieron acto de presencia.

—¡Reciban a los príncipes, SeungCheol, MinGyu y Hansol! —el vocero está vez hizo una presentación breve.

Los chicos fijaron su vista al instante en JiHoon que se removió apenas un centímetro por la intensidad de tres pares de ojos sobre él para después mirarse entre ellos, JiHoon pudo ver un destello de desafío en los ojos de cada uno.

Ahí JiHoon supo que ese trío en especial serían su perdición.