2. Fiesta, mojitos y baile.

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La noche bajaba en la ciudad y mi turno nocturno en la cafetería donde trabajo, ya se había acabado. No había visto a Liam en todo el día –gracias a dios-- porque mi padre me mencionó que estaba lleno de reuniones, por ser nuevo en la empresa.

Cogí la basura que había dejado la gente en el piso y mesas, para luego quitarme el delantal de turno y el gorro. Unos tres golpes en la puerta me hicieron saltar del susto, era casi media noche y casi todas las luces estaban apagadas, por lo cual nadie vendría pedir un café.

Tragué saliva y caminé hasta la salida de atrás de la cafetería, pero el cuerpo de un hombre me hizo saltar nuevamente del susto. Liam estaba enfrente de mí con sus brazos cruzados con una sonrisa cómplice.

—Hijo de puta—digo golpeándolo. Él se ríe y me sorprende, normalmente no se ríe porque le causó gracia algo, se ríe por sarcasmo.

—Qué exagerada—dice entre una risa y toma mi brazo—Vamos.

Me suelto de se agarre y me alejo—No, Candice viene por mí.

—¿A la que le dijiste que babeabas por mí? —dice con gracia. Muerdo mis mejillas y me alejo caminando—¡Hey! ¿A dónde crees que vas?

—Quedé con Candice y Jake, vamos a ir a la disco —digo deteniéndome—Lamentablemente no estás invitado.

—Vamos, yo te llevo—dice apuntando su carro. Niego con la cabeza.

—Cancélale a Candice, dije— dice con un tono grave, una parte sumisa de mí asiente rápidamente con la cabeza y le mando un texto a Candice diciendo que llegaré con Liam. 

Camino hacia él y juntos caminamos al carro --- No piensas entrar conmigo ¿verdad? ---pregunto. Él ríe.

---Tenemos casi la misma edad, Danielle. Claro que entraré---dice serio, pero a la vez con gracia.

Me subo al carro de Liam, que -al igual que ayer- me inunda las fosas nasales con su perfume masculino. Él gira su cabeza rápidamente y observa mi pierna que se movía rápidamente de nervios.

---¿Te pasa algo? ---pregunta en un tono de molestia, mi cabeza se gira a él notando un poco de preocupación--- No creas que me importa, me pagan por cuidarte.

Me quedo en silencio mirando la ventana, él bufa y enciende el carro. ---¿Dónde está la discoteca?

---Dos calles a la derecha---digo seca. Él asiente y comienza a conducir al lugar, en silencio.

No es que no esté dispuesta a conocer al chico, pero el hecho de que se haya creado un gran plan ilegal para conseguir dinero de un hombre muerto me pone los pelos de punta. Quizás esa es la razón por la que muevo mis piernas nerviosa, este hombre quizás es un asesino.

Al llegar, Liam se aparcó enfrente del gran lugar, donde salían luces y la música estaba a todo dar. Iba a abrir la puerta, pero él se quedó quieto en su asiento esperando a que me bajara.

---¿No vienes? ---pregunto como si me importara, él niega con la cabeza.

---Voy a entrar después de ti---emite. Asiento y salgo del carro rápidamente.

La gente entraba y salía del lugar, pero solo podía ver la oscuridad del lugar y las luces que había en los alrededores. Me deslicé entre la gente que bailaba con sus cervezas en la mano y que fumaban dentro del lugar, hasta que vi a Candice con Jake riendo al lado del bar.

---¡Danielle! ---exclama Candice con un vaso lleno de alcohol en sus manos--- ¿Ya te cogiste a tu nuevo novio?

Abro la boca de espanto, pensar hacer eso con cualquier persona me causa terror, Jake le causa gracia y se ríe de mi cara de horror.

| Las sombras de su nombre |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora