Capítulo 15: "Un clavel rojo en un campo nevado"

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Bueno! aquí les dejo un capítulo que para mí lo encontré muy bonito, especial y lleno de amor<3 y obviamente este es un regalo para ustedes, asique espero que les guste este capítulo y lo amen como yo a él y para ser sincera, me daba un poco de vergüenza de publicar esto pero ya lo tenía escrito y no quería borrarlo.

Cabe destacar que ya he entrado en vacaciones oficialmente y estoy realmente feliz por eso, asique eso significa que tendré más tiempo para escribir y a lo mejor suba capítulos más seguidos <3 y a lo mejor se dieron cuenta del título, que también tendré tiempo para corregir algunos fallos que hay en los capítulos.

Eso es todo hasta nuevo aviso <3
Ofelia cambio y fuera


A la noche del día siguiente. Caleb se encontraba sentado en una rama mientras que vigilaba cada movimiento de su amada, quien estaba sentada en su escritorio terminando alguna tarea, terminando de escribir alguna reseña de un libro que debía leer, o simplemente se encontraba sentada dibujando garabatos en sus cuadernos.

Ese día, Caleb no había asistido a clases, algo que extrañó en Scarleth, puesto que siempre asistía. La pelirroja no pudo evitar no extrañarlo ese día, por lo que en vez de estar terminando sus deberes; se encontraba pérdida en sus pensamientos, en un mundo en dónde Caleb se encontraba, sin tener el conocimiento de que él se encontraba afuera, espiándola en la oscuridad.

Scarleth se quitó el abrigo que tenía puesto, dejándolo por encima del respaldar de la silla, ella se paró y caminó en dirección a la cama, pero Caleb sintió un dolor en el corazón, sintió la necesidad de colarse por la ventana y tener a su amada entre sus brazos. Pero no podía.
La pelirroja percibió la presencia del chico y miró en dirección a la ventana. Estaba completamente oscuro el exterior, apenas se percibía las ramas del árbol que yacía junto a su ventana, pero impresionantemente, fue capaz de ver a Caleb abrir su ventana y atravesarla con un poco de dificultad. Scarleth corrió a él justo en el momento en el que el cuerpo de Caleb ya había atravesado la ventana y la pelirroja saltó en sus brazos, besando su rostro y su cuello. Caleb la recibió con la misma energía que ella y fundieron sus labios en un profundo y apasionado beso, como si se tratasen de dos amantes sedientos de cada uno.

—Oh, Caleb—Susurró en sus labios y Caleb tembló ante su cálido y dulce aliento.

Caleb deseó poder apretarla más a su pecho, pero tenía su cuerpo adolorido, completamente adolorido después de la paliza que le propinaron el día anterior. Tenía algunas magulladuras en el rostro y una costilla rota que le impedía moverse con la agilidad de siempre, algo que Scarleth notó al separarse de él.

—¡Caleb! —Chilló de preocupación—¿Qué te sucedió?

El chico negó con la cabeza. Scarleth sintió unas intensas ganas de llorar, como si el dolor que sentía su amado lobo fuera el de ella.

—No llores mi amor—Besó las comisuras de sus dulces labios.

—¿Quién te ha hecho esto? —Las pequeñas manos de Scarleth acariciaron su rostro, teniendo cuidado de no lastimarlo más.

—Nadie que te pueda lastimar. No te preocupes, estoy bien.

—No puedo no preocuparme, ¿es por eso que has faltado hoy? —Él no respondió, simplemente se le quedó mirando como sus ojos se llenaban de lágrimas. Lágrimas por él. —Oh Caleb.

Scarleth tiró de su brazo invitándolo a sentarse en su cama, éste obedeció sin ningún problema. La muchacha lo acunó en su pecho y para Caleb no había ningún sitio más seguro que el pecho de su amada mujer. Sintió la calidez de su tersa piel y el dulce olor de las galletitas que brotaba de su cabello.

El lobo de los ojos amarillos | [Libro 1] (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora