Epílogo.
Alemania. 7 de diciembre.
El sol se colaba por la ventana cuando Genzo abrió los ojos; era aún temprano pero ya no podría salir a correr, como solía hacerlo todas las mañanas, porque Lily dormía entre sus brazos y no quería despertarla. Ella aún tenía pesadillas por las noches y las seguiría teniendo durante muchos meses más, lo cual no era para menos; Nela, la psicóloga con la que la joven tomaba terapia, aseguraba que los malos sueños irían desapareciendo gradualmente y que era normal que los tuviera pues de alguna manera debía sacar de su subconsciente el estrés que vivió. Así pues, Genzo había adquirido la costumbre de abrazar a Lily cuando notaba que estaba teniendo una pesadilla ya que eso la tranquilizaba y le permitía descansar. Curiosamente, Wakabayashi dejó de tener malos sueños relacionados con agua lo cual, a decir de Nela, era perfectamente lógico ya que él había temido perder a quien amaba en ese huracán, por lo que ahora que Lily estaba a salvo no había motivo para que Genzo continuara con esa preocupación.
- Lo siento.- murmuró ella, sin abrir los ojos.- Otra vez te hice perder tu salida a correr.
- No pasa nada.- él la besó en la cabeza.- Ya saldré mañana.
"Lo prefiero mil veces a perderte a ti".
Lily se incorporó para cantarle una canción alemana de cumpleaños, aún estaba adormilada pero sabía bien qué fecha era. Genzo soltó una carcajada y le acarició el largo cabello castaño oscuro.
- Feliz cumpleaños, Gen.- dijo Lily cuando acabó de cantar.- No creas que se me olvidó.
- Sería raro que se te hubiera olvidado siendo que llevas dos semanas planeando la reunión de festejo junto con Eli.- él esbozó una sonrisa sardónica.
La doctora acarició el rostro de Genzo con sus manos y se agachó sobre él para besarlo con intensidad hasta que ambos se acabaron todo el aire disponible para respirar. Él, mientras tanto, había bajado sus manos por la espalda de ella y llegó hasta las caderas que acarició con sutileza y de forma sugerente, estrujando entre sus dedos el fino camisón.
- Bueno, yo tengo planeado un regalo especial para ti, Gen.- Lily se incorporó un poco para quitarse el camisón y revelar su desnudez.- Espero que te guste.
- Ten por seguro que sí.- respondió Genzo, sonriendo con picardía mientras la atraía hacia su cuerpo para besarla.
Cuando la emoción de los reencuentros con Elieth y Karl hubo pasado, cuando la situación se estabilizó y el número de pacientes comenzó a disminuir y el de los médicos a aumentar, Esperanza convenció a Lily de que se marchara de Costa Esmeralda; si ya había tenido la fortuna de que alguien hubiese ido a buscarla, que la aprovechara porque poca gente iba a poder contar con esa suerte. Lily no se convenció del todo, sentía que era su deber quedarse pero al mismo tiempo deseaba huir del sitio en donde creyó que perdería la vida, así que dejó que los otros se la llevaran a Martínez de la Torre. Antes de abandonar la zona de desastre (tras haberle pagado al dueño de la lancha una buena cantidad de dinero que él acabó aceptando), Elieth le preguntó a Lily si no deseaba ir a ver cómo había quedado su departamento pero ésta se negó porque no había algo ahí por lo cual deseara arriesgarse así que no se llevó consigo más que lo que llevaba puesto, es decir, la ropa que le prestó el ejército y su estetoscopio, que nunca abandonó su sitio alrededor de su cuello; con esa misma ropa iría a buscar a Hugo, quien a su vez había estado intentando localizarla desde su casa en la ciudad de Pachuca, para poner las cosas en claro por última vez.
Cuando Hugo Ramírez vio que su novia lo dejaba por Genzo Wakabayashi, quiso hacerle ver cuánto la amaba y lo mucho que sufriría por ella si lo dejaba. Lily, con cierta tristeza, miró a Hugo y levantó la mano para acariciar su mejilla por última vez.
- Lo siento, Hugo, pero todo está decidido y no hay algo que puedas hacer.- dijo ella, en voz baja.- Yo sigo amando a Gen.
- ¿Y qué hay de mí?.- insistió él.- ¡Llevo tres días intentando localizarte! ¡He estado como loco llamando a todos mis contactos intentando encontrarte!
- Y en ese tiempo, él viajó desde Alemania para venir a buscarme en persona.- replicó Lily, con suavidad.- Genzo atravesó el planeta por mí, tú no pudiste ni recorrer trecientos kilómetros. Lo siento, Hugo, pero creo que no necesito decir más para dejar en claro por qué lo prefiero a él sobre ti.
Wakabayashi esbozó una sonrisa de triunfo cuando pasó la mano por el hombro de Lily y se la llevó de ahí para nunca volver.
Después de una breve discusión entre los cuatro jóvenes, Lily decidió que iría a ver a su familia para despedirse y después marcharse del país. Tras lo sucedido, ya no había lugar para dudas ni para planes alternos, así que al llegar a Alemania Genzo le pidió a Lily que se fuera a vivir con él y ella aceptó. No habían pasado más que dos meses desde entonces pero ni él ni ella se habían arrepentido de esa disposición ni habrían de hacerlo después; las recriminaciones habían quedado atrás, cada momento era precioso y había que vivirlo al máximo. Lily aún no había decidido qué haría de su vida pero Genzo le decía que se lo tomara con calma, ya habría tiempo suficiente para que hiciera la elección correcta.
El día del cumpleaños de Genzo, el 7 de diciembre, se cumplían también dos meses desde que Roy azotó Costa Esmeralda; los amigos de ambos querían una celebración no sólo por el natalicio de él sino también por el resurgimiento de ella. Por supuesto, sería algo ligero con los amigos más íntimos, aquéllos que conocían bien a la pareja y que merecían festejar con ellos.
Cuando acabaron de hacer el amor, Lily se recargó contra el pecho de Genzo y suspiró, satisfecha; después de un rato de dormitar, él se despabiló y se dio cuenta de que ella estaba despierta también.
- Lo he estado pensando, Yuri.- comentó Genzo, acariciando su brazo.- Quiero ir a Japón a usar el Teléfono del Viento.
- ¿Y eso?.- ella se sorprendió.- ¿Para qué?
- Quiero hablar con mi madre.- contestó él, mirando hacia el techo.- Despedirme de ella como debería, se lo debo, así como agradecerle por haber cuidado de ti.
- Entiendo.- aceptó Lily, en voz baja.
Él la acostó sobre la cama y se puso sobre ella, dejándola atrapada bajo su cuerpo. Lily soltó una risilla traviesa y miró a Genzo a los ojos con todo el amor que tenía para él. Y Genzo vio la señal inequívoca de que ella estaba hecha para él, la señal que demostraba que Lily era el amor de su vida.
El cielo en su mirada.
Notas:
- Genzo Wakabayashi, Karl Heinz Schneider y Hugo Ramírez son personajes creados por Yoichi Takahashi ©.
- Elieth Shanks y Nela McGregor son personajes creados por Elieth Schneider y usados con su expreso consentimiento.
- Lily Del Valle, Marcel Dubois y demás agregados culturales son personajes creados por Lily de Wakabayashi.
- Los nombres de los padres de Genzo son invento mío ya que nunca se ha aclarado en el manga cuáles son los verdaderos, así como también es de mi autoría la historia que desarrollé aquí para ellos.
- Ya con éste son... ¡Catorce fanfics dedicados a Genzo Wakabayashi con motivo de su cumpleaños! Ya, en serio, denme mi medalla que me la merezco. En esta ocasión, la idea original del fic no estaba dedicada a su cumpleaños pero decidí acoplarla porque la fecha estaba muy cercana y en años pasados he tenido problemas para encontrar una trama adecuada para el one shot de rigor, así que maté dos pájaros de un tiro. En cualquier caso, no creo que después de tantos años necesite declarar cuánto amo a este hombre, quien siempre será mi amor platónico hasta el día en el que me muera (probablemente), jajaja. El caso es... ¡Feliz cumpleaños, Genzo mi amor!
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El Cielo en tu Mirada [Captain Tsubasa]
FanfictionCuando ellos creían estar seguros de que estar separados era la mejor opción, llegó un huracán y los hizo cambiar de parecer. A veces es necesario enfrentarte a una catástrofe para darte cuenta de a quien amas en verdad. Fanfic conmemorativo por el...