La lepra

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La lepra es una enfermedad
Que en nuestros tiempos ya no vemos,pero hace poco
Fui a un retiro a otra ciudad
Era para líderes y pues los temas eran muy fuertes en cuestión a que Jesús nos exige no un poco,nos lo exige todo y me hizo ver tantas cosas,solo que ya el ultimo día me tocó escuchar lo que ahora no es común
Alguien lo vivió
Una persona que ahora testificaba su vivencia
Nos mostró sus brazos y se veía también en su cara
Unas manchas grandes,yo estaba lejos,muy atrás y podía verlas,era que esa persona tubo lepra,estuve en un leprosario comenzó a decirnos su testimonio llorando,pues decía: estuve
Encerrada aislada ,pero mi lepra más que por fuera era en mi corazón, yo tenía un odio tan fuerte a mi esposo por tantos engaños,estando ahí aislada sin poder ver a nadie,y cuando llegaba a venir mi esposo, decía ella
Yo no lo recibía me respetaban y no lo dejaban entrar,hasta a mis hijos les tenía mucho enojo pues ellos aún de todo lo que él hacía no le tenían rencor y eso me daba coraje,yo siempre les hablaba mal de su papá como para que ellos también le tuvieran coraje,pero ellos no veían lo malo,pues era su papá y ahora puedo decir que bueno que así fue,pero en aquel tiempo no lo podía ver así,estaba tan llena de odio,coraje y amargura que solo vivía resentida
Pues ahí encerrada Dios trabajó en mi,empezó una persona a invitarme a asistir a la capillita que había ahí en un principio me negaba no creía nada ,ni quería escuchar nada,pasó un buen tiempo, mi carne se caía, olía tan mal que ni yo misma me aguantaba lo único que pensaba era morirme
Pues sucedió que un día me insistió tanto esta persona que estaba igual que yo en la enfermedad,más yo no la veía como yo de renuente,ni resentida y ahí pude ver que solo quería ayudarme y asistí,ahi al apenas entrar lloré tanto que no supe si fueron horas o minutos, pero de tanto llorar sentí que descansaba,así pasaron varias veces y notaba que cada vez lloraba menos,era que Dios estaba sanando mi interior,ya no sentía ese odio
Ahora empezaba a aceptar la visita de mis hijos y ya no los veía mal,ese fue un principio
Pero lo que más me dejaba boquiabierta era mis llegas ya no sangraban igual ,ya no se caía la carne
Al paso del tiempo mis hijos me pidieron que recibiera a mi esposo y yo misma me extrañe les dije que si,aunque solo los podía ver atrás de unos vidrios no podía tener contacto con nadie,fue un larguísimo tiempo de vivir así, pero ahora ya iba siendo menos pesado pues ahora tenía donde refugiarme ya me iba sola a la capilla
Se llegó el día que iba a ver a mi esposo después de tanto tiempo ,estaba nerviosa no sabía cual iba a ser mi reacción, cuando me dicen que había llegado solo dije
Que pase,mi reacción fue abrazarlo lo abrace tan fuerte y con tanto llanto en mi rostro solo repetía perdoname,perdoname
Pues no he sido la esposa que debí haber sido,nunca te entendí, nunca te escuché y solo te juzgué,tanto lo besaba ,que me sentía que estaba entrando en una libertad poco común, era Dios que me estaba sacando de mi jaula aún de estar ahí encerrada
Hablé tanto, dije tanto
Que llegó el momento que nos quedamos callados abrasados y diciendo tanto aún en ese espacio de silencio,él solo me dijo que me perdonaba y que él estaba arrepentido de todo el daño que me causó
Que si lo dejaba seguir viniendo a verme,le dije que si cuantas veces quieras hacerlo yo te estaré esperando,al irse se sintió rara pues nunca se imaginó lo que ahora estaba pasando con ella,era Dios que estaba sanando y restaurando mi vida,desde ahi mi lepra física fue sanando,cada vez iba cerrando más y los médicos estaban sorprendidos de su avance,hasta que llegó la completa sanidad y la dieron de alta ,ahora daba conferencias y testimonio de lo que adiós puede hacer si tu quieres,al terminar nos decía con poder,si tú haz venido de tan lejos que no sea en balde,no te vayas igual dile a Dios que te sane de tu lepra del corazón
Del egoísmo,de tu lepra de la soberbia y de tantas cosas que ha veces disfrazamos diciendo que todo esta bien ,cuando todo está mal
Fue el momento en el que sentí que era verdad que no podía yo venirme igual
Que nesecitaba una transformación y sanación de mi lepra interior
Ahora mismo le pido a Dios que me sane de toda soberbia  que es la que prevalece en mí, ayudame a salir de mi jaula y dame la libertad para Dar testimonio de que tu sigues restaurando
Cuando nos decidimos
Tú de que lepra quieres que te sane Dios?

Este testimonio es verídico
Dios me concedió escucharlo personalmente y te lo comparto para Gloria dios

La Esencia Del AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora