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''Me entregas la vida en un instante, tu seras la historia mas bonita''

Yoongi se miraba al espejo de cuerpo entero que había en el baño principal, tenía puesto un pijama que consistía en una remera azul y un short negro que mostraba gran parte de la pierna. Se puso de perfil y se revisó. Tocó su estómago, resaltaba un poco sobre la remera (además, está era apretada al cuerpo), se miró en el espejo; sonrió, no le gustó; hizo caras raras y no se preocupó por si le gustaba o no, era algo divertido para hacer cuando no te gustaba el reflejo del espejo. Recordó en cómo era Hoseok todo despeinado, en su cuerpo delgado pero sin ser anoréxico. No sabía si hacía ejercicio, si iba al gimnasio o esas cosas pero, seguro que lo hacía. Nadie tenía un cuerpo como ese si no lo ejercitaba además, comía bastante y no seguía una dieta. Yoongi no era gordo pero tampoco era muy delgado, era un poco rellenito pero nada más que eso... No se avergonzaba tanto de su cuerpo, sino más bien de lo que sentía por dentro y de lo feo que creía que era.

No le gustaba ninguna parte de el, no había algo que podría decir: "me gusta como se ve en mi" Sabía que la perfección no existía, tampoco existían las personas perfectas pero, si había gente que parecía serlo, que parecía estar demasiado cerca de la perfección tanto físicamente como personalmente y Yoongi quería ser una de esas personas.

Una lágrima cayó por su ojo llegando hasta su pierna, se estaba derrumbando de nuevo.

Resistió la tentación que permanecía en su pecho, que deseaba salir. Negó con la cabeza, iba a ser fuerte una primera vez en la vida, no quería caer, no iba a caer. Se abrazó a si mismo mientras miraba el cuerpo frente al espejo, prefería llorar antes que abrirse las muñecas y los brazos. El llanto relajaba el dolor que tenía en el pecho, relajaba la ansiedad.

Se limpió la cara con las manos pero el llanto siguió por unos minutos hasta que pudo relajarse. Había chicos que sin importar como fueran tenían mucha confianza en sí mismos, en su cuerpo, en su personalidad, eran personas a las cuales se las podía envidiar porque la confianza en uno era algo muy valioso y muchas personas que podían ser demasiado bellas exterior e interiormente no la tenían.
Agachó la cabeza y sintió una mano en su hombro que la acariciaba.

Conocía esa mano por más que no hubiera visto la persona que estaba parada detrás de el, se quedó parado de la misma manera en la que estaba. No podía dejar que Jimin lo viera de esa forma, aunque la había visto en peores circunstancias.

Él besó su hombro y luego el cuello del chico.

- Yoongi, estoy aquí.

Dio media vuelta y enredó sus brazos alrededor del cuerpo de Jimin, dejó su cabeza en el pecho del chico, no lloraba, tan solo le costaba respirar por el llanto que había tenido minutos atrás. El castaño le hacía preguntas pero Yoongi no respondía, su voz estaba cortada, ronca, era el peor momento de todos para que él viniera. No sabía que estaba tan metido en sus pensamientos como para no saber que había entrado por alguna ventana de la casa o si tenía suerte por la puerta como las personas normales lo hacen.

- Cariño, ¿qué sucede?

Jimin lo llevó a la habitación, iba abrazado a el por lo tanto, le costó más de lo que esperaba llegar adentro de la habitación. Se sentó en la cama con el en su regazo, no habló en ningún momento y le estaba preocupando. Siquiera movió la cabeza para decir sí o no.

El chico le dio un beso en la mejilla y levantó su mentón con el dedo pulgar.

- ¿Vas a hablar conmigo? — Preguntó, más bien era una afirmación. Iba a sacarle toda la información posible para poder ayudarlo — Claro que vas a hacerlo, Yoongi.

El rubio separó su cara del cuello de Jimin y lo miró por unos segundos antes de besarlo en los labios. Fue un beso corto pero fue lindo. Se levantó del regazo de Jimin y se acomodó contra la cama hecho una bolita. Jimin lo miró por unos segundos, sonrió y soltó una pequeña risa. Tomó sus piernas y tiró de el, quien cayó acostado a la cama... Soltó una carcajada.

Let Me Die - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora