NamJin

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—¡Yah! Jimin, ¿sabes dónde está NamJoon? —pregunta un Jin lleno de furia pues su suéter rosa estaba roto y el único que sabe cómo destrozar cosas es NamJoon.

—Está en su habitación, hyung —contestó un Jimin quien había sido interrumpido de su baile por su mayor.

Jin furioso caminó a paso rápido hasta la habitación de NamJoon, ya podía imaginar en su mente cómo ahorcaría aquel largo cuello, pero no haría eso, se metería con algo mucho más importante para el alto.

—¡NamJoon, abre la puerta! —gritando, Jin golpeó con su pie aquella puerta cerrada.

—¿Qué sucede? —murmuró un NamJoon con rostro adormilado pues era muy temprano para que el otro viniera a su habitación.

—¿Tú le hiciste esto a mi suéter? —con un rostro lleno de furia, el más bajo mostró aquél suéter destrozado ya que antes lo había llevado en su mano para que todos miraran los hechos.

—Ah, sí lo hice, pasa que derramé un poco de refresco en el suelo cuando estábamos viendo aquella película y como no quería levantarme tomé ese suéter que estaba en la cama —respondió sin mucha importancia el más alto.

—¡¿Qué?! ¿Sí te das cuenta que éste es mi suéter favorito?, mira lo que le has hecho, negro —Jin golpeó con aquél suéter al más alto. Después de aquello se acercó a aquel cajón del armario del contrario sacando de este una caja donde guardaba sus películas porno.

—¿Quieres ver una película? —sonriendo dijo al más alto, se acercó al DVD para colocar aquella película en mano del más bajo.

Sin embargo, éste no estaba pensando en ver la película que tenía en manos. Sacó el CD de la caja y con fuerza lo sujeto en sus manos comenzando a doblar este mismo hasta que un sonido se escuchó .

—¿Qué estas haciendo? —lágrimas salieron del rostro del más alto al ver aquel CD partido por la mitad, lo atrapó en sus manos cuando el otro se lo aventó.

—¡No te metas con mis cosas, NamJoon!... Ese suéter era mi vida —cruzándose de brazos, el más bajo se dirigió a la puerta para salir de la habitación pues su trabajo ya estaba hecho.

Pero el más alto tenía otros planes. Tomó al contrario del brazo impidiéndole salir de la habitación, lo lanzó contra la cama y de subió sobre él.

—¿¡Sabías que éstas películas son originales!? Ya no encontraré otra igual, así que por ese motivo tú y yo grabaremos algo. ¡Me pagarás esto Jin!

El alto se bajó del adverso mostrándole una mirada seria en señal de que no quería de que moviera, buscó entre sus cosas aquella cámara marca «Cannon» pues si grabaría lo haría en buena calidad.

Buscó en el armario aquellas cintas largas, hoy jugaría con su diva. Al estar nuevamente frente a la cama, tomó las manos del bajo, sujetó ambas contra las esquinas de la cama amarrándolo contra esta.

—¡Hey! ¿Por qué me amarras?... ¡No necesitas hacer esto para grabar una película porno, idiota! —gritó enojado el más bajo tratando de desatarse de aquellas cintas.

—Te equivocas, esa película que hiciste pedazos era una película sádica, era mi favorita, y repetiré todo lo que se hacía en ella contigo —con una sonrisa de oreja a oreja el más alto presionó «grabar» en la cámara.

—¡¿Sádica?! —los ojos del más bajo se abrieron de sobremanera al escuchar aquellas palabras, aunque de alguna forma se le hacía algo excitante.

NamJoon, sin perder tiempo, tomó de una pequeña caja algunos juguetes sexuales, sí, así es, él tenía sus juguetes para jugar con Jin cuando éste se pusiera de nena o cuando hiciera algo así, aunque siendo sincero esta era la primera vez que se metía con su porno y ustedes deben de saber que el porno de NamJoon es sagrado.

—Vamos a jugar un poquito, cariño —acercándose al más bajo colocó aquella mordaza en su boca.

Se subió a la cama y sus manos viajaron al pantalón contrario retirando lentamente éste mismo. El rostro de Jin aún seguía con el ceño fruncido pero a éste poco le importaba porque sabía que minutos más tarde estaría deseando por más.

Al haber retirado el pantalón, llevó sus manos al miembro adverso acariciando suavemente por arriba de la tela, sintió como aquél dio un respingo al sentir la caliente piel sobre él.

Siguió acariciando y apretando suavemente el miembro adverso. Minutos después levantó aquella última prenda dejando descubiertos esos pezones levemente abultados. Llevó sus labios a estos mismos chupando, lamiendo y succionándolos hasta dejarlos erectos.

Con la pequeña caja a su lado, tomó de esta aquel vibrador encendiéndolo, lo colocó de una manera que quedara estático en la punta del pene adverso, deleitándose de los gestos que el otro hacía aumento de velocidad las vibraciones.

Con una mano se dedicó a seguir acariciando y apretando los pezones de éste, mientras con la mano libre iba enterrando un dedo en la entrada del contrario sin lubricante de por medio, simuló penetradas con su dedo.

—¿Te gusta?  —preguntó recibiendo un leve quejido por parte del otro, la mordaza realmente callaba aquellos gemidos que querían salir.

Un segundo dedo invadió la estrecha entrada moviendo sus dedos lentamente de manera circular, no esperó más y agregó un tercer dedo aumentando de velocidad, los sacó y los metió fuertemente. La mano que anteriormente estaba acariciando aquellos pezones cambió a dar fuertes golpes en el trasero contrario.

—¿Se siente bien verdad?... ¿Quieres tocarte? —después de aquellas preguntas, una risa salió de sus labios.

Tomó un pene falso de 18 cm de quella caja y de una sola lo enterró en el culo contrario. El más bajo al sentir la intromisión arqueó la espalda dando un grito ahogado respirando con dificultad, el vibrador ante los movimientos se movió del lugar.

El más alto dejó una fuerte nalgada al contrario.

—¡No te muevas!

Grito volviendo a colocar aquel vibrador. Las embestidas con aquel pene fueron aumentando de velocidad así como también la respiración del más bajo quien llegaría al orgasmo.

Faltaron sólo un par de embestidas para que aquél se corriera fuertemente llenando su pecho de su propia esencia. El más alto continuó penetrando aquella entrada por unos segundos más. Cuando miró que ya era suficiente saco aquél pene y apagó el vibrador.

—¿Cómo estuvo? —preguntó apenas quitó aquella mordaza al más bajo.

—¡Estúpido!... ¡Desátame! —Grito Jin cuando fue dejado hablar.

—No grites, eso te pasa por agarrar mi porno —NamJoon se levantó de la cama y presionó el botón para dejar de grabar—. Ahora ésta es mi película favorita.

Liberó de sus manos a Jin quien al ser liberado tomó sus muñecas sobando éstas mismas. Obviamente Jin jamás diría en voz alta que le había encantado aquello.

One Shots [ BTS ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora