One Shots [ BTS ]

YoonMin

Llevaba buscando a Jimin por casi 30 minutos, no entiendo cómo es que no puedo encontrarlo si los dormitorios no son tan grandes, el único lugar en el que faltaba buscar era la habitación de Hoseok así que me dirigí a esta.

Al llegar giré el picaporte, pero la puerta nunca se abrió, estaba cerrada, era extraño ya que Hoseok nunca la cerraba. Me decidí a tocar.

—¡Hoseok! Abre la puerta —hablé mientras tocaba con fuerza ésta misma.

—S-sí hyung, ya voy —su voz no sonaba normal. Junté mi oído a la puerta escuchando pasos apresurados y algunos susurros que no pude entender.

Al poco tiempo la puerta fue abierta y un Jimin con ropa mal arreglada y tocando sus labios apareció, me quedé mirándolo con el ceño fruncido. Abrí más la puerta encontrando a Hoseok acostado en la cama con su gran sonrisa.

—¿Por qué tenías cerrada la puerta? —pregunté esperando respuesta.

—Oh... bueno, estaba mostrando a Jimin unas ideas para una canción que se me ocurrió y no quería que nos molestaran —contestó Hoseok sonriendo nerviosamente.

Miré una última vez a Hoseok antes de cerrar la puerta con fuerza y mirar con furia a Jimin frente a mí , quien seguía tratando de acomodar su ropa. Obviamente no creí ni una sola palabra por parte de Hoseok. Tomé de la mano a Jimin arrastrándolo a mi habitación.

Al llegar lo empujé un tanto brusco cerrando con seguro la puerta detrás de mí, me acerqué a él y lo tomé del cuello de su camisa.

—Quiero que me digas qué mierda pasó dentro de aquella habitación, ¡y quiero la verdad ahora!

—H-hyung, ya te lo dijo Hoseok, me estaba mostrando una canción.

—Dime, ¿acaso no te es suficiente conmigo? ¿Por qué tienes que ir a los brazos de otro? Habíamos pasado ya por esto Jimin, prometiste que no lo harías de nuevo —mientras más hablaba mi voz se elevaba y se volvía más intimidante.

—¡Tú tienes la culpa!, sólo me buscas cuando quieres, y yo te necesito siempre

—Sabes que NamJoon y yo estamos trabajando en el rap de la nueva canción, ¡¿no puedes mantener tu puto culo cerrado mientras termino?! —terminé aquella frase aventándolo contra la cama. Podía mirar sus ojos llenos de miedo pero también de placer.

—Te voy a enseñar que no necesitas de nadie más —quité mi ropa mientras me iba acercando a él, tomé su camisa desde el borde levantándola con brusquedad, siguiendo después con su pantalón.

Lo giré haciéndolo colocar en cuatro, mientras yo me levantaba para tomar el bote de lubricante antes de acercarme nuevamente a él, miré el bote aventándolo de nuevo en el cajón.

—Hoy no voy a usar el puto lubricante, y me importa un carajo si te duele, es para que tengas en claro que no puedes ir de aquí para allá abriendo tu culo a cualquiera.

—N-no, no, por favor usa lubricante, hyung —pidió con voz entre cortada.

Di un fuerte manotazo a su trasero haciendo que este gritara en seña de dolor y pasará sus manos a este para acariciar la parte golpeada.

—Dime quién carajos manda aquí, ¡ahora! —grité golpeando nuevamente su trasero.

—¡Ah~! Tú —escuché un leve sollozo por su parte—. Lo siento, hyung.

—No aceptaré tus estúpidas disculpas, debiste pensarlo antes —contesté volviendo a golpear su trasero.

Odiaba esto, no me gustaba tratar así a Jimin, pero mis celos iban a un nivel muy alto, el que él se dejara tocar por otra persona de verdad me molestaba, mis celos, mi enojo, es algo que no puedo controlar.

Levanté sus caderas nuevamente puesto que se había prácticamente tirado en el colchón, me posicioné detrás de él, tomé mi miembro en mis manos y lo froté para después llevarlo a la entrada, estaba pensando en hacerlo lento pero la imagen de Jimin limpiando sus labios al salir de la habitación de Hoseok llegó a mi mente. Sin pensarlo entré de una sola, escuchando un fuerte grito acompañado de un llanto por parte de Jimin.

—No llores, cállate maldita sea —gruñí empezando a dar rápidas y fuertes embestidas—. ¿Así te lo hizo Hoseok? Te gusta ponerme así, ¿verdad?, parece que te encanta que te golpee —dí otro fuerte manotazo en su trasero continuando con las embestidas.

Me excitaba pero también me dolía verlo así de vulnerable cuando hacía esto.

—Lo siento, p-perdóname hyung —seguía disculpándose y llorando. Muy leve se escuchaban aquellos gemidos.

—Eres una zorra, maldita sea, pero eres mío... Si tengo que... hacer esto para que lo entiendas, créeme que la próxima vez... no solo será mi palma la que golpee tu trasero —hablé entre jadeos. Me dediqué a acariciar su trasero, mordiendo mi labio por lo apretado que se sentía. Miré un movimiento por su parte, quería tocarse, rápido tome tu mano alejándola—. No te vas a tocar.

—Hyung, más m-más rápido —pidió gimiendo.

—¡¿Así es como se lo pides a Hoseok?!

Comencé a moverme más rápido. Nuestras respiraciones agitadas se escuchaban por toda la habitación, así como también el constante golpeteo de la cama contra la pared. Mi respiración se volvió irregular, llegaría al orgasmo, salí de él frotando mi miembro esparciendo mi esencia en su espalda, miré cómo Jimin también ya había llegado al orgasmo.

—¿Por qué no terminaste dentro de mí? —habló Jimin controlando su respiración.

—¿De verdad quieres saber por qué? —pregunté con una sonrisa de incredulidad.

La habitación quedó en silencio unos minutos, me aparté de él comenzando a vestirme.

—Te lo diré sólo para que no quedes con la duda; no terminé dentro de ti porque la sola imagen de saber que mi semen terminó dentro de una puta como tú me da asco.

Dije todas aquellas palabras mirando directo a sus ojos, los cuales al terminar de hablar dejaron salir aquellas lágrimas. Sin querer seguir presenciando aquello, salí de la habitación.