2. La primera noche juntos

1.5K 273 61
                                    


Ellos seguían en la misma posición, pero Hoseok fue apartando la mano para volver a apoyarse. Estaba mirando la habitación así que logró encontrar rápido un tema de conversación.

-Jiminnie... ¿Recuerdas la primera vez que dormimos juntos?

El menor dejó escapar una risita algo tímida y volvió a mirarlo con cierta diversión.

-¿La primera noche o la primera vez que dormimos aquí?

-No, no... La primera noche que pasamos juntos –respondió el castaño.

-Ah... claro, claro que me acuerdo...

Jimin conocía a Hoseok desde había ya cuatro meses. Habían seguido siendo compañeros de clase y muchas veces charlaban a la salida o mientras estiraban. Se llevaban bien y casi podían considerarse amigos. Habían intercambiado sus números hacía un tiempo, aunque no solían hablarse nunca a no ser que quisieran resolver alguna duda de una coreografía o preguntarse si se encontraban bien cuando alguno no aparecía en las clases.

Pero aquel día era diferente.

Jimin solía tener problemas con sus compañeros de piso, vivía con otros dos y eran problemáticos, desordenados, querían siempre estar de fiesta, eran sucios... Y lo peor, le habían robado a Jimin más de una vez.

Cuando llegó aquel día a su casa vio a los dos compañeros tranquilos y hasta simpáticos porque incluso le saludaron, y eso le pareció muy extraño. Fue a su habitación para cambiarse de ropa y revisó con la vista todo lo que había en su cuarto. Estaban todas sus cosas ordenadas, menos su ordenador portátil, eso no estaba ordenado. Se acercó a mirarlo más de cerca y lo abrió, entonces su cara cambió. La pantalla estaba toda rajada. Salió de la habitación realmente molesto y discutió con aquellos dos chicos, pero al no llegar a nada con ellos cogió una mochila con cosas básicas y se fue de casa. Como no sabía con quién hablar o a dónde ir, el que se apareció en su mente fue Hoseok, y le llamó.

-¿Jimin? –respondió el mayor al otro lado del teléfono.

-Sí... soy yo.

-Ah, espera, espera.

A Hoseok se le escuchaba entrecortado y como si estuviera haciendo algo físico.

-Mh...

Tras unos segundos, el chico pudo responder de nuevo.

-¡Ya! Es que estaba en el ascensor con algunas bolsas de la compra. ¡Dime! ¿Está todo bien?

-Hoseok... ¿Tú vives solo, verdad? Nunca me has hablado sobre nadie que viva contigo...

-Sí, sí, vivo solo.

-¿Te... te molestaría... si esta noche yo voy a... dormir allí...?

-¿Aquí? ¿Aquí conmigo a mi casa?

Se escuchaban de fondo los armarios, se movía, seguramente estaba colocando la compra de la que hablaba, pensó Jimin.

-Mh... Bueno, solo sí tú quieres o no te importa.

-No, no... Está bien, ven a mi casa. Te mando la dirección por whatsapp.

Y allí fue Jimin, a la casa de aquel amable compañero de clase, una de las personas que él consideraba de las mejores y más buenas que había conocido en su vida.

Cuando entró por la puerta, se mostró algo avergonzado por tener que haberle pedido aquel favor, pero Hoseok siempre eran tan sonriente y animado que enseguida se le pasó toda su timidez.

-¿Estás bien? ¿Se ha incendiado tu casa? ¿Se te olvidaron las llaves? –preguntó el mayor.

-No... Mis compañeros... Si me quedo allí esta noche mañana me verás en las noticias por el asesinato de los dos –bromeó Jimin, pero en el fono, era lo que deseaba, que desaparecieran de su vida.

-¿Qué pasó? ¿Has cenado?

-No... No cené...

Los chicos cenaron juntos charlando sobre la mala relación de Jimin con sus compañeros y algunas de las cosas que había vivido con ellos. Todo aquello sorprendió a Hoseok que lo único que pudo aconsejarle fue que buscara otra casa.

Cuando llegó el momento de dormir, Jimin se empeñó en no molestarle y dormir en el sofá, pero el otro insistió con que su cama era lo suficientemente grande para los dos.

Y así se encontraban tumbados en la cama, mirándose el uno al otro. El mayor estaba sin camiseta, pero tenía sus pantalones de pijama puestos. Por el contrario el otro chico llevaba una camiseta de tirantes y unas calzonas.

-¿De verdad no te molesta que durmamos juntos?

-En realidad sí, el plan era echarte a patadas de madrugada hasta que terminases en el suelo –comentó Hoseok divertido.

Los dos rieron un poco pero se calmaron mientras se miraban a los ojos, había cierta tensión y atracción pero los dos se esforzaron por disimularla.

-¿Tienes otra almohada? –preguntó Jimin.

-No... ¿Por?

-Suelo abrazarla...

Ah... Ven, abrázame a mí.

No se opuso a tal petición. Tampoco sabía si Hoseok era gay o no, pero se acomodaron para dormir bastante juntos, acurrucados el uno contra el otro.

Jimin dejó escapar una risa y se miraron igual que aquella vez. Su diversión se fue calmando con aquella intensa mirada llena de tentación disimulada, porque eran muy cautelosos.

-Después de una semana durmiendo en tu cama me fui a vivir allí –comentó el del pelo naranja.

-Y aquí estamos seis meses después...

-¿Te gusta más esta casa?

-Sí, está más cerca de todo y hay menos vecinos pesados.

-Aún no lo sabemos...

-Llevamos aquí dos semanas, no hay vecinos tan locos –bromeó Hoseok.

Hold me tight [Hopemin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora