capitulo 9- yo te quito lo virgen

25 4 0
                                    

—Dani, que no se te olvide que el sábado vamos a terminar el trabajo.

—bueno, no tengo tan mala memoria sabes—digo dándole una sonrisa.

—Mmmm — me mira entrecerrando los ojos.

—Mas te vale, ¿a la misma hora?

—jajaja, ok si.

Suena la campana así que nos levantamos y vamos a clases.

—¿que te toca?—me pregunta

—lenguaje y ¿a ti?

—Ingles, adios dani—me da un beso en la mejilla.

—Adios...—digo un tanto extrañada.

★★★

Ya acabaron las clases, estoy afuera de el instituto esperando a chris.
hasta que por fin llega.

—hola hermosa—dice coquetamente.

—hola guapo— le sigo el juego.

—¿quieres caminar o quieres subirte a mi super carro?—dice riendo.

—Mmm, que mas da —digo subiendo me  a su carro.

—No te arrepentirás...

★★★

—Me arrepiento totalmente de haberme subido a tu "súper carro"— digo asustada.

—No es para tanto, solo es una carrera.

—¡ILEGAL! —grito eufórica.

—no pasara nada, no seas amargada.

—ocurren muchos accidentes en estas carreras ¿Sabes?, a–a–además ¡ESTOY MUY JOVEN PARA MORIR!

—soy muy bueno conduciendo, no va a pasar nada.

—Mas te vale chris.

—me pego a la silla apenas el castaño toca el acelerador.
Cierro los ojos esperando que la carrera termine.

Después de un tiempo decido abrir los ojos, veo un carro adelante de nosotros estrellado contra un poste.

Chris lo esquiva fácilmente y sigue.

Dios perdona todos mis pecados, esa vez en el supermercado que me robe ese chicle te juro que no quería, pero tenia mucha hambre, además estaba muy pequeña. Me arrepiento.

Ahh voy a morir y voy a el infierno por robarme un chicle.

Noooo, Dios permite me no morir virgen.
Siento que el auto para. Abro los ojos Feliz de estar viva.

—¡Si no voy a morir virgen!

Chris me mira con risa

Ohhh no acaso...

—¿lo e dicho en voz alta?

—si—y se hecha a reír.

—idiota

Se queda mirándome fijamente y se acerca, es extraño lo que esta pasando, porque es mi primo y aveces no lo veo hací.

—Si quieres yo te quito lo virgen—susurra en mi oído.
Me sonrojo y río nerviosa

—estas loco

—un poco—se acerca y me da un beso en la mejilla.

Hay un silencio incomodo por unos segundos hasta que...

—¿y?—pregunta

—¿y que?

—¿que tal mi actuación?

Así que estaba actuando, que estúpida soy.

—Oh muy bien, casi me lo creo.

Mi dilema Donde viven las historias. Descúbrelo ahora