Al día siguiente, el operativo ya funcionaba perfectamente y Rodríguez tenía muy buenas noticias para la Inspectora Miralles.
-¿Inspectora?- preguntó Rodríguez con mucha alteración.
-Dime Rodríguez, ¿ha pasado algo?- preguntó la inspectora muy preocupada.
-Tenemos noticias del Oficial Guevara, efectivamente se encuentra en un sótano, está registrado a nombre de un tal Daniel Retuerta, pero hemos comprobado que esa identidad es falsa.
-Buen trabajo, voy para comisaría.
Claudia fue directa a comisaría sin perder ni un segundo y cuando llegó llamó a todos los agentes del operativo para informar de las novedades.
-Agentes tenemos novedades en el caso, hemos averiguado que Elías está en un sótano registrado a nombre de un tal Daniel Retuerta, pero claro la identidad es falsa...
-Inspectora, ¿sabemos la localización del sótano?-preguntó uno de los agentes.
-Sí, justamente os iba a decir la localización. Es en una nave cercana a Transportes Quintero, pero hemos comprobado y no tiene nada que ver con la empresa. Se encontraba vacía una empresa iba a comprarla pero no se sabe cómo, al final no la compraron, parece ser que alguien pagó mas dinero por...-en eso que la inspectora hablaba, sonó el teléfono, era un número oculto.
-Inspectora Miralles, ¿dígame?
-Te dije que no me buscaras o si no lo mataba, no has cumplido.
-No lo mates, ¡espera!
A la Inspectora le dio tiempo de terminar pero un disparo acabó con la conversación.
-¡ELÍAS!-gritó la Inspectora temiendo por la vida de su compañero- Agentes vamos a esa nave, el secuestrador me ha llamado y la conversación terminó con un disparo.
A la hora ya tenían un Z4 preparado para la intervención y una ambulancia con amplio personal médico, entre ellos un flamante doctor llamado Antonio Torres. En las oposiciones sacó la máxima y por eso cuentan con él y con sus compañeros para salvar la vida de Elías en caso de que estuviera herido.
Una vez todas la unidades de policía y ambulancia en el lugar se armó un "plan" en caso de haber heridos y de que el secuestrador estuviera fuertemente armado.
-¿Es usted la Inspectora Miralles?-preguntó Antonio.
-Sí soy yo, usted es el Doctor Torres, ¿verdad?
-Efectivamente.- contestó Antonio con una amplia sonrisa.- Me he enterado lo que le ha pasado a su compañero, espero que se encuentre bien. ¿Qué información tenéis sobre el secuestrador?
-Pues la verdad muy poca, casi nada, pero la falsa identidad que utilizó nos ha llevado hasta aquí.
-Bueno pues suerte, te están llamando.- dijo Antonio señalando a Rodríguez.
-Muchas gracias, creo que la vamos a necesitar.
Una vez dicho esto la Inspectora se dirigió a la puerta de la nave esperando la señal de sus superiores para entrar con sus agentes.
-Agentes, ¿estamos listos?
-Sí, Inspectora
-Vamos a rescatarlo de ese mal nacido.
Los agentes abrieron la puerta y entraron silenciosamente.
Después de registrar la mitad del lugar un cuerpo yacía en el suelo.
-¡Inspectora! ¡Aquí!
-¡Elías!- grito la Inspectora esperanzada.- Está herido, le han disparado en el costado... ¡Sacadlo tiene pulso!
Los agentes sacaron a Elías de la nave y lo llevaron a la ambulancia, donde se encontraba el Doctor Torres con su equipo esperando; mientras, los demás registraban la nave en busca de pruebas.
A las horas Elías ya estaba en quirófano y Miralles esperaba en la sala de espera, solo pensaba en la vida de su amigo.
Sus pensamientos fueron cortados, el Doctor Torres salió del quirófano y se dirigió hacia ella para contarle cómo fue la operación.
-¡Doctor Torres! ¿Como está, se ha salvado?
-Por suerte le he podido extraer la bala y coser la herida, pero esta grave.
-Muchísimas gracias de verdad.. -la Inspectora le dió un abrazo, y ya bastante aliviada le comunicó la noticia a sus agentes.