Una Vida, Un Destino [LE&SD3]

Capítulo 2 "Una Nueva Impresión"

Jeremy's POV

El entrenamiento estuvo fuerte, pronto habrá un juego importante y tenemos que estar en buen estado. Para ese juego vedrán observadores de equipos nacionales y quiero lucirme para que me contraten en uno. Gale y Demian ya tienen su cupo asegurado en el equipo nacional pero yo no, por eso la presión que llevo es mayor, de verdad espero quedar.

–Maricos, ¿Qué vamos a hacer ahora? Hoy es el juego de la Champions –dice Axel. Yo la verdad he estado tan ocupado que ni recordaba que hoy era el partido. Juega la Juventus contra el Barça.

–Vamos a mi casa, mis viejos no van a estar –propone Demian. Kyle y yo nos miramos, casi parece que nos comunicamos mentalmente. Yo sé que Demian y Gale nunca le han caído bien. Me acerco para hablarle sin que los demás escuchen.

–Vamos, nos tomamos unas cervezas, vemos el partido y listo. Si no vas es porque te gusta Peggy Blumer –lo último lo digo en burla y sin poder aguantar la risa. Peggy Blumer es un travesti que va a una clase de Kyle y es muy conocido en toda la universidad.

–Está bien. No entiendo como logras convencerme todo el tiempo... –esto último lo dice más para sí mismo.

Llegamos a casa de Demian y es justo como la recordaba, es una casa pequeña pero se siente muy cálida y acogedora. Ya estamos todos en la sala sentados y Demian va a buscar unas cervezas, el juego ya empezó y todos estamos eufóricos. ¡Hoy gana el Barça carajo!

Sin previo aviso entra a la sala una chica y me sorprendo al ver la vestimenta que trae puesta. No sé si reírme o excitarme por lo buena que está. Pero... ahora que la veo mejor me doy cuenta que es la hermana de Demian. Veo que todos están tan callados y sorprendidos como yo. Tanto tiempo que no la veía, que casi no la reconozco. Ésta nueva impresión no me desagrada en lo absoluto. ¡Cómo ha cambiado, coño! Ahora todas las adolescentes están buenísimas. Le voy a decir a Kyle que cree una ley para que legalicen a las menores de edad. Entonces Gale habla, como odio a ese imbécil, un día me encontrará molesto y no lo pensaré dos veces para darle lo que se merece. Veo que sale a correr detrás de ella y niego con la cabeza.

«Esto no traerá nada bueno» pienso.

Termina el primer tiempo del partido y he tomado tantas cervezas que siento unas ganas incontrolables de ir al baño. Sólo tienen un baño que es el que está al final del segundo piso. Voy caminando por el pasillo del piso superior casi llegando al baño y escucho un llanto, no creo que haya más nadie en la casa, así que debe ser la hermana de Demian. Ella dejó la puerta de su habitación un poco abierta, entonces me asomo para luego verla tendida sobre su cama boca abajo, llorando sobre su almohada. Y pienso si acercarme a ella no. Nunca me ha gustado que una mujer llore. Por eso sólo estoy con las que quieren lo mismo que yo, sexo. No podría soportar que alguna llore por mi culpa. Decido entrar a su habitación sin ni siquiera saber muy bien lo que le diré.

–¿Dian? –no se me pudo ocurrir algo mejor... Con esto queda comprobado que soy un idiota. Ella levanta la mirada confundida.

–¿Jeremy? –se nota que no se esperaba para nada encontrarme aquí. Me siento en la cama a su lado. Se seca como puede algunas lágrimas. Tiene el rostro rojo y sus hermosos ojos color verde aceituna un poco hinchados, me parte el corazón verla así. –Yo... ehh

–Tranquila, no tienes que explicarme nada. Pero si es por ese imbécil de Gale yo...

–¡No! –dice al instante. –No, no es por él.

–Sólo no quiero volverte a ver llorando. Eres una chica muy linda.

–Gracias –se voltea boca arriba e intenta secarse otras lágrimas que caen por su rostro pero le hago una señal para que no lo haga.

–Deja, yo lo hago –me acerco quedando encima de ella y le seco las pocas lágrimas que ahora tiene. «Es una niña, es una niña...» pienso y repito tratando de alejar los pensamientos pecaminosos que se me vienen a la mente por estar en ésta posición. Por lo menos hice que se calmara. –Si te vuelo a ver llorando, te... –mis palabras quedan en el aire cuando entra a la habitación su hermano, yo inmediatamente me separo de ella.

«Ahora mismo debo estar más blanco que una hoja de papel».

–¡¿Qué está pasando aquí?! –Demian tiene una cara de que quiere estrangularme. Yo siento que no puedo ni hablar, creo que estoy en shock, ni siquiera puedo moverme.