Tu sufrimiento

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El abrazo se sintió muy cálido, tanto que no quisieron soltarse después de varios minutos. Debido a que...

-Oye-. dijo asombrado- está sangrando en tu brazo-. tocó levemente de esta, aún así provocando un pequeño quejido de parte de aquella chica- ¿Te encuentras bien?

-No te preocupes, estoy bien, además esto no es nada comparado a lo que he vivido por años-. mencionó con tristeza.

-Cómo va a estar bien, puedes morir desangrada. ¿Quién te hizo esto?-. preguntó muy preocupado el joven. 

-TE DIGO QUE ESTOY BIEN-. exclamó- ADEMÁS NO SABRÍAS ENTENDER EL SUFRIMIENTO QUE PADEZCO.

Él la miró asombrado por aquella respuesta emitida a través de exclamos. Se separo de ella, comenzó a caminar buscando algo, la chica pensó que se iría y empezó a sentirse aún más triste. El joven encontró lo que buscaba, lo cogió, al parecer es una piedra, caminó de regreso a donde aquella chica. Se paró al frente de ella, comenzó a elevar su mano derecha donde tiene cogido aquel objeto hasta la parte alta del brazo y la lanzó hacia esta golpeándose y comenzó a sangrar en el acto sorprendiendo mucho a aquella jovencita.

-Es verdad que este dolor no se compara con lo que has tenido que padecer-. comenzó mirarla dificultosamente y aún soportando el dolor- Pero a mi cabeza idea ninguna llegó, no lo pensé más y al menos quise sentir lo que estas sintiendo físicamente en estos momentos.

-¡IDIOTA!-. le exclamó- No es para que te hieras de esa manera, puedes perder tu brazo-. empezó a recriminarle-. esta herida no fue de tanta intensidad como el tuyo.

-Pero-interrumpido por aquella joven.

-No quiero que sufras por alguien a quien recién conoces-. lo abrazó y empezó a llorar en su pecho.

-Disculpa-. dijo el joven aún entre los brazos de aquella joven.

-Gracias por entender-. mencionó aquella joven.

-No hay de que-. inició a distorsionarse su vista, su cabeza daba vueltas. Cayó  desmayado encima de aquella chica, provocando que ella comenzara a preocuparse.

 -No me queda más opción.

Lo tenía recostado encima de sus piernas, ya había vendado la herida que llevaba el chico en su brazo izquierdo, y por supuesto que hizo lo mismo en la de ella. Se encontraba a la espera de que su acompañante despertara, lo veía fijamente, en ese momento a sus pensamientos comenzaron a presentarse diversas imágenes que había vivido junto a otra persona de su misma edad.

-Te encontré-. dijo ella muy feliz, felicidad dibujada en una sonrisa tan hermosa.

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Aquel joven empieza a despertar, tiene los ojos semiabiertos y logra visualizar el rostro de aquella joven. Quiere cerrarlos nuevamente, mas no lo consigue, no sabe dónde se encuentra.

Comienza a mirar su alrededor, logrando ver un cuarto casi vacío.

-¿Dónde estoy?-. sentándose pregunta- Auch- se queja del dolor que provoca la herida en su brazo.

-Esta es mi habitación-. menciona ella- disculpa por que no luce como normalmente deba ser una.

-No te preocupes-. agregó amablemente- ¿Por qué tu habitación no tiene fluido eléctrico? Está todo oscuro, si no fuera por esa ventana por el cual- observa a la chica- lo siento.

-Soy solo una sirvienta, no debo de preocuparme por algo más- dice ella un poco triste.

-Entiendo-.sube el volumen de su voz.

-Por favor, habla despacio-. ella dice un poco asustada- las hijas de la señora de esta casa fueron las que me dañaron y ahora se encuentran todas dormidas.

-Claro, lo haré- responde el joven.

-Creo que no me recuerda, será mejor no decirle-. piensa ella-Oye, es mejor que descanses- habla aquella jovencita.

Con su mano lo acuesta, descuidadamente se acerca demasiado al rostro del joven, se miran fijamente, las miradas están conectadas, sus labios rosando se encuentran, cada uno con su mano derecha comienzan acariciar la mejilla del otro, no se encuentran incómodos, al contrario, están disfrutando el momento. A la mente del joven aparece un rostro, el rostro de una chica muy hermosa muy triste.

-O-oye-. comienza a hablar el joven.

-Lo siento, me dejé llevar- se encuentra avergonzada aquella joven.

-No te preocupes, yo también tengo la culpa.

-Estoy seguro que si Lillie observaba esta escena se pondría muy trste, no puedo permitirme hacerla llorar-. pensó muy molesto consigo mismo aquel joven- Disculpa, pero tengo que irme.

-Está bien-. menciona algo triste.

-Por cierto, ¿puedo hacerte una pregunta?

-Claro.

-¿Por qué quisiste suicidarte?- con la pregunta del joven ella desvía la mirada.

-Estaba cansada del mal trato que recibía, solía mantenerme gracias a que había a alguien que quería ver, aunque parece que aún no lo encuentro-. responde la jovencita- por qué tuve que mentir en la última parte-pensó triste.

-Te entiendo, debió ser duro, como te dije antes quizá no pueda comprender en su totalidad aquel sufrimiento que has padecido-. comienza a hablarle el joven- pero, ¿te gustaría rehacer tu vida?-. pregunta amablemente con una sonrisa.

-Quisiera, mas no puedo, debido a que no sé cómo. No tengo siquiera con que mantenerme.

-No te preocupes por eso, ven conmigo, libérate de tu sufrimiento.

-Gracias.

-No, todo es gracias ti.


Continuará...



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