Extraña Realidad (Cheeto&Tú)

3°

Ya en la tarde, miraba facebook, hasta que entro una llamada, «debes ser Abraham» conteste al instante.

—¡hola!

—hola, ¿hablo con Alicia?

—sí y tu eres Abraham ¿no?

—sí, ¡¿cómo estáis?!

—muy bien, dime— tome aire —¿mañana te gustaría salir?

—me encantaría, de hecho por ello marcaba— sonreí como subnormal.

—¿entonces a qué hora puedes?

—si gustas te llevo a comeh algo a las 4

—me agrada te parece en la calle ______, ¿a...las 4? Vale ¿conoces la calle?

—vale, muy bien, sí

—bueno allá te veo.

—claro, chao.— respingue.

—...chao. Cuidate.

—iguah.

—yaa...voy a colgar.

—claro yo...yo iguah.

Tras escuchar como se terminaba la llamada me tire a la cama, suspire y un calorcito me recorrió el cuerpo.

—¿oye me prestas...qué tienes?

—nada

—te sientes mareada

—no

—¿tienes temperatura?

—no...creo que no

—voy por el termómetro

—¿por?

—estas toda roja de la cara, no te vayas a enfermar o algo.

Al día siguiente después de la escuela, de la nada empezó a llover a tope y el tráfico que nunca hay aquí se volvió un festival de autos. No entendía la razón y para colmo al parecer los semáforos no servían, no podía cruzar la calle.

3:54 pm

Pude ver a Abraham al otro lado de la calle él también me vio, salude a lo lejos y cuando vi que los autos pararon corrí entre ellos hasta chocar con Abraham, reímos y nos saludamos se beso.

—que desastre ¿verdad?

—ya lo creo— un auto nos toco el clakson para que nos fuésemos y dejáramos pasar.

Tuvimos una cita, extraña, cuando comíamos fuera de un restaurante una paloma casi se lleva la cabeza de Abraham y un florero cayo a mi lado desde en 3er piso.

Totalmente extraño pero eso no le quito lo divertido a la cita.