Ha-harry, por favor. (M. Preg)

Epílogo.

Cinco años habían pasado desde que se habían divorciado. Harry al principio se negó, diciendo que cambiaría su actitud, pero era demasiado tarde, a pesar de todo, él aún tenía contacto con Louis.

Zayn se había pasado a vivir con ellos, Louis estaba feliz con él, tenían una excelente química, tanto con su hijo, como con Louis, y el ojiazul no podía estar más feliz con eso. Su vida había cambiado radicalmente gracias a Zayn, gracias a Gemma, gracias a todas las personas que lo apoyaron.

Era de noche y lo único que se podía escuchar era las respiraciones aceleradas, el golpeteo de sus pieles y la cama golpeando la pared. Jadeos involuntarios salían de la boca del castaño, siendo callados por los gruñidos de Zayn. Quien no dejaba de embestir el cuerpo de Louis, ya habían tenido un orgasmo, sin embargo, Louis quería más y ¿quién era Zayn para decir que no?

— M-me vengo, Z-zayn.— Murmuró con un chillido bajo, dicho eso, el morocho aceleró sus penetraciones causando que el castaño vea estrellas.

— Córrete, hazlo, bebé.— Varias embestidas más, y ambos llegaron al orgasmo juntos.

Evitaron hablar, puesto que estaban muy cansados y sólo atinaron a abrazarse con cariño, hasta que Louis recordó algo que le era difícil decir.

— Zayn, mañana vendrá Harry.— Habló lento, Harry le había avisado que quería pasar tiempo con su hijo, así que él iría a la casa y se lo llevaría.

— Uhm, mañana saldré.— Fruncio el ceño con molestia, dejó de acariciar las manos de el morocho. — Amor, lamento no haberte dicho antes, pero es necesario, mi madre vendrá y quiero estar con ella, lamento no decírtelo antes.

— Está bien, le mandas mis saludos.— suspiro con una sonrisa, varias palabras después, ambos quedaron profundamente dormidos.

Eran aproximadamente las siete con veinte minutos, cuando un sonriente niño entró a su habitación, gritando que su padre había ido por él, el ojiazul estaba confundido y molesto. Por lo que cuando vio al rizado, no pudo evitar darle un suave golpe en su hombro reprochando el por qué de su llegada tan temprano.

— Harry, son a las siete de la mañana.

— Lo sé, pero quiero llevar al niño a la playa, y queda un poco lejos, así que.— se encogió de hombros, tenía muchos planes para su hijo y él.

— ¿a la playa?— El castaño lo miró con curiosidad, el rizado asintió con desinterés. — ¿puedo ir? — Eso tomó por sorpresa a Harry, quien no se esperaba lo dicho. Casi al instante, Louis se arrepintió.— Uhm, mejor no, cuida a nuestro hijo.

— ¡Oh, no! Puedes ir, así pasamos tiempo juntos con Ben.— Harry habló rápidamente, aunque el rizado aún sintiera algo -casi nada- de amor por Louis, quería que fueran amigos. De todos modos, Louis tenía pareja y él también.

— No estoy seguro, Harry.— torció el gesto, haciendo una mueca insegura.

— Vamos, Louis, no es como si fuera a drogarte o algo, además, sabes que yo estoy con Troye y va a estar el niño.— Harry levantó las cejas con diversión.

— Si, bueno, no es como si no lo hubieras hecho ya.— Le retó con la mirada, tenía ambas manos en su cintura. Harry se sonrojo.