¡Intentando ser gay! JyugoXSeitarou

¡Quiero estar junto a el!

Los días y las semanas iban pasando con prontitud y Jyugo se sentía desprotegido e indefenso.

¡Por qué ese rubio tenía que aparecer! ¡Porque su cabeza estaba tan confusa!

Y Musashi, gracias a él y su propio descontrol había revelado su secreto; era un monstro y ahora todos lo sabían.

En estos meses todo había ido bien con Seitarou, ambos hablaban a escondidas, en los turnos nocturnos del peli celeste se tomaban de las manos y ¡wow! Nunca se había sentido también como cuando estaba con él.

"Es por eso que Uno siempre quiere tener novia" moviendo la cabeza de un lado a otro Jyugo camino por el largo pasillo, ya había salido de su celda a pesar del ultimátum de Hajime.

Su nube rosa con pensamientos de un lindo Seitarou y el saliendo se desvanecieron al recordar a Elf, y sus amenazas.

-No voy a dejar que nada les pase-dijo con decisión y las manos hechas puños.

Su voz resonó en el pasillo oscuro y vacío.

Deslizándose por todas las trampas y sistemas anti escape, Jyugo llego sin romper a sudar hasta la última puerta.

-¡Jyugo-kun!-el grito desesperado de Nico lo hizo asustarse y volteo, a la distancia y con esos colores brillantes fueron fáciles de ver Uno, Rock y Nico estaban ahí corriendo por él.

Con los labios apretados miro hacia las cámaras, ¿Seitarou también lo estaría viendo? ¿Estaría decepcionado de el? ¿Ya lo estaría esperando Hajime afuera?

Apurándose e ignorando el picor de las lágrimas no derramadas, hackeo la puerta de seguridad y no mucho antes que sus amigos chocaran desesperados y confundidos delante de él, ya había puesto en marcha el sistema y bajado unos barrotes impidiéndoles llegar a él.

-Jyugo ¡que pasa!-Uno el más cercano a él, se trataba de fundir con los barrotes y alcanzarlo.

-Uno-dijo Jyugo mirándolo indiferente, Rock pateaba en las zonas más débiles de los barrotes tratando de derribarlos para llegar a su amigo-Rock-finalmente miro los inocentes ojos rojos de su amigo más bajo-Nico.

-Jyugo/kun-Rock y Nico le devolvieron la mirada, una sensación asquerosa corriendo por sus venas y acariciándolos en la espalda.

-No te había advertido-la voz de Hajime llego desde unos metros atrás, los ojos disparejos de Jyugo miraron al piso como si fuera lo más interesante e ignoraron el estado ansioso y desesperado de sus mejores amigos.

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Unos minutos antes, en la cabina de vigilancia.

-¡Cambio de turno!-grito un guardia

-Gracias por tu trabajo-le hizo una reverencia Seitarou al hombre, que felizmente caminando le dio una ola con la mano y se fue.

Seitarou entro y trato de no hacer una mueca, ¿Por qué ese sujeto no podía ser más higiénico y tirar las bolsas de papas, y hasta el pañuelo que estaba seguro no contenía nada agradable?

"Tal vez soy muy quisquilloso" encogiéndose de hombros Seitarou empezó a limpiar el cuarto.

Con un suspiro y una sonrisa se dio cuenta que ya había terminado, y solo tendría que llevar esa bolsa mediana al basurero de la ala 13.

Con una mirada hacia las cámaras de vigilancia se dio cuenta que todo estaba muy tranquilo.

"Además si alguien se escapa de seguro seria Jyugo y el iría conmigo así que no tengo que preocuparme" sonriendo con las mejillas rojas, pensó en el escapista.