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Derek's P.O.V
Te llevé a cenar a uno de tus restaurantes preferidos, suerte que conocíamos al dueño, sino no podría hacer una reserva con tan poca antelación. La mesera, a la cual también conocíamos, nos guió a la mesa y con una suave palmada en mi espalda nos dejó solos. La cena fue maravillosa y de vez en cuando el dueño se acercaba amablemente a preguntarme si necesitabamos algo. Fué espléndida la noche al igual que tú.

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Ya casi termina qué triste me gustó escribir las historia aunque fuese corta. L@s amo.

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