La última ceniza

Capítulo II : Respuestas

Había sido desatada, ahora mismo podría irme sin decir palabra, pero necesitaba demasiadas respuestas.

—Vámonos—dijo Rem mientras se encaminaba hacia dónde fuera que quisiera ir.

—Espera. Después de que me atarás, amordazaras, casi quemaras y haberme soltado esa paranoia de Competidora Hyper o lo que fuera, ¿Pensabas que no iba a preguntarte nada?

—Obviamente que sí—dijo volteando los ojos—Es Hydra no Hyper. Además, puedes preguntar mientras caminamos, ¿no?

—Vale—dije con un tono cuánto menos agradable.

Nos dirigimos por un camino que estaba marcado por diferentes palos los cuales, Rem, iba escondiendo a medida que avanzabamos.

—Aún no has preguntado nada—dijo Rem en tono de burla.

—Estaba apuntando mentalmente todas las preguntas, tranquilo—dije con indiferencia.

—Venga.

—Primero, ¿Dónde estoy?

—Ahora mismo en un bosque—dijo él intentando sonar gracioso—. Y en tanto a localización con nombre y apellido, estamos en Syrus. Y nuestra próxima parada es Drum.

—¿Syrus? ¿Drum? ¿A cuánto están esas ciudades de Oliva?— dije extrañada al no haber escuchado nunca dichos sitios.

—La cosa Kira, es que no hay distancia posible que te pueda decir—dijo mientras hacia una pausa para a continuación explicarse—. Oliva está en otro mundo.

—Vale—dije cansada—. Una cosa es que me vaciles a modo de broma estándar y otra cosa es que me tomes por imbécil. ¿Me puedes decir dónde estamos o me voy y lo busco por mi misma?

«"Otro mundo". Imposible. ¿Estamos en una película de ficción y no me había dado cuenta.»

— A ver—dijo Rem aclarándose la garganta—. ¿Esto te parece de tú mundo?

Levanto la mano, se tocó uno de los tatuajes que tenía en el brazo, una espécie de llama tatuada en el antebrazo, y junto sus dos manos.

Creó de la nada una llama de fuego.

—¿Cómo demonios lo haces? —dije sin poder creérmelo—. ¿Cómo?

—Esto de aquí—dijo señalando el tatuaje—. Es un Switch, basicamente un interruptor para activar y desactivar mi poder.

«¿Su poder?»

—Entiendo que no entiendas nada— dijo riendo al ver mi cara—. Yo tampoco soy de aquí, ¿Sabes?

—¿De dónde eres? ¿Cómo conseguiste el poder? ¿Además, por qué sabes mi nombre?

—Kira, te esperábamos. Pero todas esas preguntas, será mejor que se las hagas a Ryu.

«¿Ryu?»

—¿Quién es Ryu?—dije al ver que no daba explicación ninguna.

—Tranquila, ya estamos—dijo señalando la entrada de la aldea—. Ahora vas a conocerle, y tendrás tus respuestas.

—Bien—dije por primera vez contenta con su respuesta.

—Aunque...—dijo mientras se colocaba el micrófono para hablar con alguien.

—¿Aunque qué?

—Viendo como eres, no creo que le caigas bien. Más bien, le vas a caer mal—dijo sonriendo.

Me daba bastante igual caer bien o mal, simplemente quería una respuesta a toda ésta locura, de poderes, competidores y Aldeas.

Rem estaba hablando con el micrófono con alguien y de momento las puertas de la aldea seguian cerradas.

Ante el aburrimiento me arremangué las mangas para estar más cómoda y ví algo.

Un tatuaje que nunca me había hecho.

Una llama.

La misma que la de Rem.