Buenas a todos, mi nombre es Byun Baekhyun, o por lo menos así me conocen en este mundo.
Soy un chico de 19 años, he vivido siempre en Seúl con mis dos padres y mi hermano menor Kim Mark de 17 años.
Nuestra vida siempre había sido humilde, sin lujos ni pobreza. Vivíamos en una pequeña casa a las afuera de la ciudad que era de mis abuelos paternos.
Mis padre trabajaba en una fábrica de coches y mi madre nos cuidaba durante toda nuestra niñez, nos llevaba al colegio, nos cocinaba etc, aunque de vez en cuando trabajaba en una tienda de cosméticos cerca de casa. Recuerdo mi infancia como una etapa muy feliz, donde tenía muchos amigos y donde la relación y el ambiente familiar era muy bueno. Amaba pasar los fines de semana reunidos en familia mientras veíamos películas o jugábamos a los médicos con ellos.
Yo era realmente feliz hasta que llego ese día, ese maldito día donde mi abuela por parte de padre murió. A partir de ese momento, toda esta historia de flores cambió.
Mi casa se convirtió en un infierno, tanto para mí, como para mi hermano y mis propios padres. Discutían todos los días por tonterías, al principio intentaba que ocurriese cuando nosotros no estuviéramos por delante, pero con el paso del tiempo, eso les empezó a dar igual y en todos los momentos familiares había gritos, y yo lloraba en mi cuarto todas las noches mientras abrazaba a mi oso de peluche. En ese entonces mi único consuelo.
Con el paso de los años, todo esto aumento, de las discusiones e insultos pasamos a agresiones. Mis padres siempre que se enfadaban después la pagaban con mi hermano y conmigo en mayor parte por ser el mayor.
Todo esto fue cuando yo ya estaba en el instituto, este ambiente negativo me acechó. Siempre fui muy bueno en los estudios pero empecé a bajar en las calificaciones y a quedarme sin amigos, empecé a aislarme o si alguien me hablaba adoptaba una actitud agresiva hacia esa persona ya que era lo único que veía todos los días en casa.
Además de todo esto, mi padre perdió el trabajo y toda su frustración se reflejo en una gran exigencia hacia mi persona, tenía que estudiar, era mi obligación y llegar a trabajar en algo donde cobrase mucho dinero. Si no cumplía con esto, sería la desgracia de la familia.
Mis padres se enfadaron mucho mas conmigo, me llamaban ''inútil'', no tenía futuro según ellos, no si seguía de esa manera. Yo soñaba con ser el mejor médico del mundo, para salvar vidas, pero en ese momento lo único que yo quería era que alguien me salvara o me ayudara a mí.
Esta época fue la pero de mi vida con diferencia, los amigos que supuestamente tenía solo me querían para que le pasase apuntes, le hiciera los deberes o les invitase a chuches. Yo era un tonto, y no me daba cuenta de todo lo que me rodeaba.
En los últimos años de instituto, me convertí en una persona con dos caras, delante de los demás alguien fuerte, que daba siempre consejos y ayudaba a los demás y que supuestamente podría llegar a ser lo que quisiera, ya que empecé a volcarme en los estudios (lo único que tenía en ese momento).
Pero por otro lado, en mi interior, yo sabía que no estaba bien, empecé a obsesionarme con ser perfecto hasta tal punto en el que me odiaba, me autolesionaba y no veía ninguna salvación.
Recuerdo un día en el que mi madre me vio una cicatriz en el brazo y me preguntó preocupada: - ''Baek, ¿qué tienes ahí? Enséñamelo''
Yo nada mas escuchar su voz preocupada por mí (cosa que no me pasaba desde que era pequeño), me derrumbe y me escondí en mi cuarto, avergonzado, llorando, pidiéndole a la tierra que me tragase. Había luchado para que nadie se diese cuenta de lo mal que estaba. Incluso a mis amigos de verdad les engañaba, nunca nadie supo todo de mí. No quería ser el penas.
