Baño de Hombres

Barry no tenía una idea muy clara de lo que estaba haciendo en ese lugar, había escuchado muchos rumores de lo que solía pasar en esos sitios, más específicamente en "ese "sitio, que eran nada menos que los baños públicos para hombres en la zona baja de Central City.

Los baños públicos estaban ubicados en medio de un parque, rodeado de árboles, donde por el día algunas personas paseaban a sus mascotas, él alguna vez había ido al lugar a ejercitarse y correr un poco por las mañanas. Así es como se había enterado por comentarios de algunos chicos que también iban a ejercitarse, que en esos barrios a partir de que bajaba el sol, algunos hombres se citaban en el baño para tener algún encuentro prohibido.

En un principio no daba mucho crédito a aquellos rumores, sin embargo una mañana después de haber dado su recorrido, la curiosidad le ganó y termino entrando al lugar, si lo que había escuchado era cierto no corría peligro pues aún era muy temprano por la mañana. Sin embargo se quedó extrañado al entrar y no encontrar nada fuera de lugar, solo era un baño común y corriente. La verdadera sorpresa se la llevó cuando al entrar a un cubículo y cerrar la puerta, esta tenia pintadas un montón de iniciales encerradas por pares en un corazón, algunas estaban pintadas con marcador negro, otras con marcadores de otros colores, con plumas, con muchos tipos de letra distintas, incluso había unas iniciales "C y B" encerradas en un corazón muy curioso que tenía alas como de murciélago. Después de unos segundos de pensarlo concluyó que los amantes que pasaban por ese lugar dejaban su marca de su paso por allí, quizás para alentar a otros amantes, o quizás para que se quedara el recuerdo de que alguna vez desbordaron su pasión en el lugar.

Luego de eso no había vuelto a entrar, pero en su mente se quedó el recuerdo. No es que él fuera una persona homosexual, de hecho tenía una linda relación con una chica hermosa de nombre Iris, con la que se lleva muy bien y con la que todos esperan que se case en un futuro. A pesar de ello, siente una sensación muy extraña cuando ve a un hombre atractivo, cosa que le pasa desde adolecente. Al principio le restó importancia ya que hay muchos hombres que saben apreciar el encanto masculino y no por eso tenían que gustarles los hombres. Pero conforme pasa el tiempo en su pecho arde cada vez más cuando un hombre atractivo acercarse demasiado, o cuando algún chico le coquetea por la calle. Ya no puede más con su mente y con sus sentimientos.

Por esa razón se encuentra sentado en una de las bancas de madera del parque, enfrente suyo la puesta de sol se mira entre los árboles y a su espalda la entrada a los baños, a unos cuantos metros. En su mente le pide perdón a Iris, se siente tan culpable por estar en ese lugar y por lo que quiere hacer esa noche, formula mil excusas del por qué esta ahí sentado, esperando a que algún chico le haga una propuesta, a la que no va a resistirse... Incluso en su mente suena terrible.

Cuando el sol por fin desaparece y las farolas del parque se encienden, se deja ver a una pareja de jóvenes. Ambos parecen indecisos, no van tomados de la mano, pero se envían miradas furtivas. Uno es alto, con lentes de pasta en color negro, musculoso y con pinta de trabajar en una granja, mientras el otro pareciera ser todo lo contrario, es un poco más bajito y su ropa elegante delata que es de una buena posición económica. Cuando ambos pasan por su lado el más bajito lo mira de reojo, pero no dice nada y sigue su camino junto con su compañero. Si no supiera lo que pasa en ese lugar por las noches, diría que solo son un par de amigos que van pasando. Aunque la realidad es otra. Justo unos segundos después de que entraron se escuchó una voz jadeante que decía "Conner" .

Aquello ciertamente lo había hecho sonrojar y si seguía escuchando probablemente se fuera para darles privacidad. Pero al parecer ambos jóvenes habían bajado la voz, o quizás se habían metido a un cubículo y eso ahogo el sonido de sus voces.