El apetito se fue poco a poco

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Capitulo 3

2010. Yo ya no podía más. Iba llorando por las esquinas, en misa siempre pedía volver a ver a mi sobrina, Andi. Ella ya tendría 10 años y la última vez que la vi tenía 4. Eran 6 años sin verla, sin saber si estaba bien. Yo ya no pensaba en ver a mi hermana, ya que ella fue la que se la llevó prácticamente a rastras. Desde aquel momento dejó de ser mi hermana para mí.

2010. Abril. Finalmente, y tras investigar muchísimo, fuimos un 1 de abril a una dirección, la cual no sabíamos si era correcta, quiero decir, si mi sobrina junto a sus padres aún seguían viviendo en esa casa. Fuimos mi madre, mi prima, su hija (mi prima segunda) y yo.

Fuimos a 'El Esparragal', lugar desconocido para mí. Aparcamos el coche cerca de la dirección que teníamos, nos bajemos del coche y nos dirigimos a nuestro destino.

- ¿Vosotras creéis que es aquí? *dije yo*

- No lo sé, es la dirección que tenemos *dijo mi prima*

- Tal vez deberíamos llamar *dijo mi madre*

Eso hicimos. Pero no había nadie. O mejor dicho, allí no vivía nadie. ¡Vaya fracaso!

Yo ya estaba por rendirme cuando una vecina salió...

- ¡Hola!

- Hola *dijimos las cuatro*

- ¿Buscáis a alguien?

- Si *volvimos a decir*

- ¿A quién? A lo mejor puedo ayudaros

- Buscamos a Mikel, Mariah y Andi, teníamos esta dirección pero hemos llamado y no hay nadie.

- ¡Ah! Es que hay no vive ya nadie

- ¡Oh! Bueno muchas graci...*dije pero la mujer me cortó antes de terminar*

- Pero viven un poco más abajo, encima de la panadería, que es donde trabaja él. Es el segundo piso.

- ¡Vaya! Muchas gracias por la ayuda.

- De nada

Tal como nos dijo la mujer fuimos a la nueva dirección que nos dijo y los nervios los tenía a flor de piel. De hecho, quería salir corriendo. Pero por otro lado quería volver a ver a mi sobrina y abrazarla. Pero otra vez, que ilusa fui.

Llamemos al timbre y nos contestaron...

- ¿Si? ¿Quién es? *dijo una voz de mujer*

- Emm, ¿eres Mariah?

- Sí, ¿Quiénes sois?

- Somos tu madre, tu hermana, mi hija y yo, que soy tu prima

- ¡Oh!

- ¿Nos puedes abrir? ¿Podemos subir? *dijo mi madre*

- Omm, si claro. Esperar un segundo.

Tras unos segundos que parecieron años, finalmente la puerta se abrió dejando ver a mi hermana.

- Hola. ¿Qué hacéis por aquí? *dijo mi hermana mientras la íbamos siguiendo escaleras arriba para subir hasta el segundo piso*

- Pues ya que tu no nos has buscado ni quieres saber nada de nosotros pues hemos venido a buscaros, pero sobre todo a para ver a Andi.

- Ahhh. Esperar que la llamo *dijo una vez que ya estábamos dentro del piso, es decir, su casa* Pasar mientras tanto *Nos dirigió hasta lo que parecía ser la cocina*

Yo en todo momento permanecí callada. No sabía que decir. Es más, no sabía ni cómo actuar. De un momento a otro apareció una niña de 10 años, tenía que ser Andi. Madre mía, que grande estaba.

Todo fue muy incomodo, lo recuerdo como si fuera ayer, aunque ya hayan pasado 7 años y pico.

Apenas hubo diálogo entre mi sobrina y yo, pues, al menos por mi parte, me daba vergüenza hablar después de tanto tiempo separadas. Ella apenas se acordaba de mí, de eso estaba segura.

El tiempo fue pasando, me quedaba en su casa a dormir al igual que ella se quedaba a dormir en la mía, fuimos a la piscina en verano, incluso un día a la playa, incluso llegamos a ir a la feria y Romería de Septiembre.

2010. Septiembre. Pero una llamada llegó a final, casi, de mes. Era mi hermana, con lo que no contaba ella era que yo cogiera el teléfono...

- Emma, ¿está mamá?

- Ahora mismo no, ¿Qué pasa?

- No era para decirle una cosa, pero si no está nada, entonces déjalo.

- No, dímelo a mí.

- Es que no se si debería decírtelo

- Joder, venga, tan grave no creo que sea

- Bueno te lo digo, pero prométeme que nos vas a llorar

En aquel instante, supe que era algo serio y supe que me iba a doler.

- A ver, venda dímelo ya que me estas poniendo nerviosa.

- Es que nos vamos a ir Mikel, Andi y yo a Alemania

¡BOOM! Algo en mi interior explotó.

- ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Cuándo?

- Sí, nos vamos a Alemania Mikel y yo a trabajar y Andi pues irá a la escuela. En Diciembre nos vamos *dijo mi hermana, yo para aquel momento ya estaba con dos cascadas cayendo de mis ojos**En aquel instante llegó mi madre*

- ¿Quién es? *dijo mi madre*

- Espera Mariah, acaba de llegar mamá, te la paso.

- Vale

- Toma mamá, no le digas que estoy llorando por favor *le dije a mi madre en voz muy baja y apenas ahogada*

- Vale, pero ¿qué pasa?

- Que te lo diga mejor ella, yo no puedo hablar

Mi madre se fue a hablar con ella mientras yo me derrumba por los rincones, llorando sin parar. Acababa de encontrar a mi sobrina hacía poco más de 5 meses y ¿ya me la arrebataban otra vez? No, esto no era justo.

2010. Noviembre. Desde aquella llamada empecé poco a poco a perder el apetito. Para colmo me fracturé el cuello del quito metatarso del pie izquierdo. No podía asistir al colegio, estaba en 2 de ESO (Educación Secundaria Obligatoria), porque la escayola me la pusieron mal y al subir las escaleras se me resbalaba hacia abajo, por lo cual tenía que estar sentada y sin poder hacer mucho.

2010. Diciembre. El último día de mi sobrina, mi hermana y mi cuñado en España durmieron en mi casa. Ese día yo por cualquier cosa lloraba, era inevitable solo con pensar que al día siguiente saldrían por la puerta de mi casa y ya no sabría cuando podría volver a ver, físicamente, a mi sobrina ni poder abrazarla ni nada, era demasiado duro para mí.

El día llegó. Las despedidas tuvieron lugar. Fue verlos desaparecer y cerrar la puerta y las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.

Fue a partir de eso momento cuando definitivamente empecé a dejar de comer.

Nadie sabía cuando volverían, si es que lo hacían.

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⏰ Última actualización: Dec 11, 2017 ⏰

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