Sweet Disaster

La primera mordida con veneno

Capitulo 2

El tiempo fue pasando. Y yo seguía refugiándome en la comida. Era solo una niña, no sabía ni porque lo hacía. Por consecuencia aumente de peso. Ya empecé a no verme bien, a no gustarme, incluso a odiarme a mi misma.

2005. Llegó Mayo y con él llego la boda de mi hermano junto con Valerie. Fue una celebración, y un día, increíble. Yo iba con mi camiseta y mi falda amarilla de lunares de colores y mis sandalias de arcoíris con una flor de 'Agatha Ruiz de la Prada''. Se puede decir que ese día me sentí guapa y bien. Pero no duraría mucho.

Con el paso de las semanas y meses, tanto mi hermano como mi cuñada empezaron a llamarme 'gorda' 'gordita'. Siempre que me veían me lo recordaban. Y claro mi comunión se acercaba y yo quería un traje en concreto. Pues empecé a dejar de comer, un poco esta vez. Como resultado adelgacé algunos kilos. Pero el tema siempre seguía.

- Emma tienes que dejar de comer. Estás muy gorda. Y no querrás que el traje de comunión no te entre, ¿verdad?

- No, no quiero eso.

- Bien, pues ya sabes deja de comer tanto.

- Vale.

Y así fue.

2006. Mayo volvió a llegar, y con él mi primera comunión. Yo estaba muy feliz, pues era un día especial, llevaba un vestido que me hacía sentir como una verdadera princesa y parte de mi familia tanto paterna como materna estaban allí. ¡Ah! También estuvo una amiga llamada Cher.

Fue un día totalmente inolvidable. Pero claro ese día pasó y con el tiempo volví a refugiarme en la comida. Volví a engordar. Cada vez me daba más vergüenza salir a la calle. No quería ir a ninguna tienda de ropa por que no había nada para mi que me sirviera y me gustara.

Empecé a vestir con ropa que parecía de mi bisabuela. Mi cuñada es una mujer elegante pero también fría como una víbora. Siempre que me veía me sacaba el tema de mi peso.

Empecé a pensar en cosas que una niña de mi edad, con 8/9 años, no debe ni tan siquiera conocer.

2007. Agosto. Un caluroso verano fuimos a visitar a la familia que vive en Barcelona. Todo debía de haber sido unas vacaciones inolvidables. Que ilusa que era. No sabía lo que iba a pasar. La primera pelea entre mi cuñada y yo. Bueno no fue una pelea porque yo tenía solo 10 años. Fue más la primera mordida con veneno por su parte.

- Emma, levántate y ayuda a quitar las cosas

- Pero es que aún no he terminado de desayunar y estoy viendo la televisión *dije aunque no entendía nada pues estaba en Catalán*

- Me da igual, debes ayudar a quitar todo lo de la mesa

- Valerie, déjala *dijo mi madre*

- No, tiene que aprender a hacer cosas. Además no le viene del todo mal que se mueva, que está muy gorda. *se dio la vuelta y volvió a mirarme* Y tu, Emma, deja ya de comer que vas a explotar.

Automáticamente se me quito el apetito. Pues desde que soltó eso, todo lo que quedaba de viaje se la pasaron (tanto mi hermano como ella) ignorándome y dándome malas caras. Me sentía como una verdadera criminal. No entendía que había hecho, pero fuera lo que fuera, por mi culpa, las cosas empezaron a complicarse.

2008. No recuerdo el día, pero creo que era final de Septiembre cuando mi hermano y mi cuñada vinieron a casa. Solamente estábamos mi madre y yo. Venían con una noticia...

- Tenemos que deciros una cosa...

- ¿El qué? ¿Ha pasado algo?

- No. Es algo bueno. Aún no es 100% seguro, pero hay muchísimas posibilidades *dijo mi cuñada*.

- Pues venga decir lo que tengáis que decir *dijo mi madre*.

- Creo que estoy embarazada *dijo mi cuñada*

- ¿De verdad? Oh dios mío *dije muy emocionada*

- Sí, no es oficial pero hay muchas probabilidades.

9 meses después, y a 9 días de mi cumpleaños número 11, llegó mi sobrina, la pequeña Valerie, al mundo. No podía estar más contenta y feliz. Al fin podía tener en brazos a mi sobrinita. Era tan bonita y tan pequeña que cuando la cogí en brazos creí que la iba a romper.

El tiempo fue pasando y yo cada vez estaba peor pero siempre ponía mi careta de que todo estaba bien, de que era feliz.

A mi sobrina apenas la veía. Ella fue creciendo, al igual que yo, pero no pasábamos tiempo juntas. Y eso dolía.

Lo que no sabía es que en 2015 todo explotaría.