Capítulo 5 | Negocios.

219 26 5
                                    


Ya había pasado más de una semana desde que estaba junto a Matt, me estaba volviendo loca solo el estar encerrada en la casa. Matt sólo jugaba videojuegos y se encerraba en su estudio.

Hasta que un día, me harté y fui a su estudio.

—¿Así pasaré un año entero? Encerrada en la casa, volviendome loca.

—Aun no estás lista para salir, olvidé decirte algunas pequeñas reglas.— Por un demonio, lo que faltaba.

—No me interesa saberlas, ya tengo suficiente...— Matt mira el reloj y se levanta.

—Pensándolo bien podemos salir, ya está anocheciendo.— Matt tomó y chamarra y otra extra.

(...)

Llegamos a la playa, Matt se sentó en la arena pero yo me negué. Me recordó el día en que Brian me propuso matrimonio aquí.

—Vamos.— Me senté a su lado y me dió la chamarra extra.

—¿Que te hizo cambiar de opinión?.— Pregunté.

—Solo saldremos de noche, así la gente no sospechará de nosotros.

—Si que te importa que la gente se entere que eres un secuestrador pervertido.— solté una risa.

—Mas bien que se enteren que la prometida de Brian Haner se le fue vista con otro hombre y que lo abandonó un día después de que le propuso matrimonio y eso arruine tu parte del trato y tu reputación... Huntington beach es muy pequeño, cariño.— Hijo de puta.

—¿Qué reglas tengo que saber? Las básicas.

1. Saldrás siempre acompañada de mí.
2. No puedes usar ropa provocativa, ni shorts, escotes, faldas cortas o cosas transparentes.

—¿No quieres que esté desnuda mejor? Eres un exagerado.—Bufé.

—Por mi estaría bien pero no quiero que otros idiotas te miren, esa es otra regla.

—¿Qué me miren los hombres? Pff, por favor.

—Con esa ropa provocativa llamas la atención de esos idiotas y eso me va a enfurecer, por cierto en estos días te llevaré al centro comercial.

—No gracias prefiero mi ropa, no quiero que tú escojas mi ropa.

—No puedes ir por tu ropa, aún no.

—¡Yo quiero mi ropa! No pienso ponerme algo que tú elegiste y usar tus gigantes camisas, seré una delicuente.

—¡Shhh! Cállate, luego veremos eso...te quejas mucho y eso que llevamos poco.

—Me tendrás que aguantar, me querías pues te aguantas.

—Solo quiero llevarme contigo.

—El síndrome de Stockholm no va funcionar en mi, a pesar que ya te conocía desde antes.

—Digamos que te tomarás unas vacaciones conmigo, no lo veas cómo un secuestro.

—No si te acuso con la policía antes o le digo a Brian.

—Eso no a pasar nena, la policía no sabrá de esto y si esto llega a juicio... serás la primera en ser testigo de mi inocencia.

—Claro lo que tú digas, shadows.— Me levanté de la arena.

—¿A dónde vas?.— Gruñó.

—Quiero volver a casa, me quitaste la ganas de salir.

—Como tu quieras, tengo unos pendientes que hacer.— Y volvímos a casa.

—Me puedes cenar y ver un poco de televisión, tengo que ir a mi estudio.

—¿Porque siempre estás aquí? ¿Traficas droga o que?.

—No preguntes por mis negocios, cariño.— y se fue a encerrar.

Espero que les haya gustado el capítulo no olviden apoyarme con un favorito y comentar, no quiero fantasmas. 😭💓

Warmness on the soul | M. Shadows.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora