Cuánto me amas [Pausada] [MLB] [Adrinette]

Adrien (3)

—¿Creyó que la carta que le habíamos mandado era una broma? Por favor señor Agreste, nosotros creímos que sería más listo —la voz se escuchó a través de aparato con un tono robotizado.

—¡¿QUIÉN ERES MALDITO PERRO Y EN DÓNDE ESTÁ ELLA?! ¡TE JURO QUE SI LE HACES ALGO, SI TAN SÓLO LE TOCAS UN CABELLO, NO VIVIRÁS PARA CONTARLO! —gritó desesperadamente. La rabia lo había invadido completamente. Como respuesta a su amenaza la otra persona sólo rio.

—No tienes que ponerte así, estamos entre personas con educación ¿verdad? ¿Para qué subir el tono? Después de todo... sólo es un juego... —tal parecía que aquella misteriosa persona se divertía profundamente ante ese hecho y no se inmutó ante las amenazas que había recibido—. Con respecto a la chica... no te preocupes Don Juan, ella ahora mismo está con varias de sus amigas. Así que tiene compañía.

—¿Com...pañía?...

—Claro, ¿o creíste que eras el único participante? Oh no señor, de ser así esto no sería tan interesante.

—¡SI NO ME DICES YA MISMO DÓNDE ESTÁN IRÉ CON LA POLICÍA PARA QUE METAN TU MALDITO TRASERO EN LA CÁRCEL!

—Házlo. Llama a la policía. Pero créeme, lo único que encontrarán será el lindo cadáver de tu noviecita y el de sus amigas. Y estate seguro de que antes de eso, ellas mismas me pedirán que las asesine después de todo lo que les haré. Así que llama a la policía y diles. Ya sabes cuál será el resultado —el tono neutral de aquella voz era completamente escalofriante. Se podía escuchar como el sonido de la misma muerte.

—Maldit... —antes de terminar de hablar, fue interrumpido por la otra persona.

—Pero... si quieres salvarla... deberás hacer todo lo que te diga. Más tarde le daré los detalles de todo el juego señor Agreste, así que no sea impaciente —antes de que Adrien pudiera decir algo más la llamada fue finalizada.

Sin esperar ningún segundo, buscó entre sus contactos aquella persona de confianza. Llamó.

—¿Adrien?

—Max quiero que me des la dirección exacta del GPs del celular de Marinette y de los últimos movimientos que ha hecho en día de hoy. Ahora —se podría decir que más que un favor, fue una orden lo que le estaba pidiendo. Adrien nunca pensó en llegar al extremo de rastrear el celular de su amada, pero esta era una situación de vida o muerte.

—Claro... —sin comprender muy bien para qué lo quería— en un momento te lo paso.

Suspiró con alivio. Dentro de un momento toda esa pesadilla iba a terminar. Mataría a la persona que estuviera detrás de todo eso y volvería al lado de Marinette. No necesitaba a la policía si tenía varios guardias militares que harían lo que el quisiese.

Su celular volvió a sonar, un mensaje de texto era lo que había producido ese ruido. Era del celular de Marinette.

"A las 23:00, en el cine abandonado.
Y recuerda, ten cuidado con lo que haces. Te estamos vigilando."

Arqueó una de las comisuras de sus labios en una media sonrisa.

—Ya veremos quién termina en game over primero...