Noche de Luna [HunHan]

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  Cuando llega la luna llena, los alfas salen a cazar, buscan a una deliciosa y exquisita presa para devorarla y fundirse junto a ella, aquel omega a quien deben marcar o tan solo buscar a uno para saciar el acto carnal que provocaba la luna llena en sus cuerpos. En el celo de un alfa su espíritu lobo lo terminaban dominando y no podían contenerse con respecto a sus acciones, logrando que sus sentidos mas primitivos se reflejan en una gran catarata humeante, viéndose obligados a actuar para poder satisfacer su deseo sexual. Hasta el mas tierno e inofensivo de los alfas debe caer cuando atraviesa por esa etapa... Obviamente existen supresores para calmar tan doloroso estadio, si es que no tienen un pareja con quién suprimir todos eso deseos, sin embargo, el efecto variaba en cada alfa. Podía funcionar y calmar unas horas o en otros casos aquella medicina no provoca ningún efecto en el alfa. Las feromonas de los alfas son muchos más fuertes que las se un Omega en su época de celo y cuanto más fuerte era un alfa, mas resistente de hacía a la medicina. Muy por el contrario de los omegas que no tienen problemas con los supresores que tomaban.

Por ese motivo los alfas siempre se reúnen con sus parejas hasta esperar la media noche, donde la luna acompaña a los futuros lazos que se formaban o potencia los ya establecidos.

O era así como Luhan lo había planeado e imaginado un millar de veces, estaba 99% seguro de que eso ocurriría y que su alfa lo marcaría al fin. Estaba esperando por mucho tiempo ese día. Lo deseaba tanto que no pudo quedarse mas tiempo esperando a que Sehun llegará, mientras estaba sentado en su cama. Saltó de ella y bajó las escaleras hasta el primer piso, nadie estaba ahí. Sus padres habían salido al igual que sus hermanos, cada quien con su alfa. Toda su familia estaría con su respectiva pareja para calmar aquel calor de cada 6 meses en luna llena, todo para ser marcados nuevamente.

Todos menos él...

Luhan aún mantenía su cuello y su cuerpo intacto. Sehun jamás se había propasado con los besos y caricias que le daba, aquellas siempre eran cuidadosos y sin atisbo de querer llegar mas allá, aunque a veces cuando si sucedía, el alfa lo cortaba inmediatamente. Lamentablemente para Luhan, Sehun siempre paraba en ese momento, se disculpaba y cambiaba de tema tan fácilmente que el Omega no sabía con que otra cosa refutar o siquiera hacer en esos momentos.

Pero esta vez sería distinto, tenía que serlo, porque de lo contrario, estaba seguro que pasaría otro medio año mas esperando a ser oficialmente el omega de Sehun y que éste fuera su alfa.

Sobretodo a esa edad.

Miró el reloj ansioso, muy poco faltaba para la media noche, el punto máximo en donde los alfas enloquecían, mas aún si tenían a un omega a lado suyo, comenzaban a liberar varias feromonas e incrementaban la intensidad de sus aromas para que los omegas cayeran.

Dio varias vueltas alrededor de su casa para poder calmar las ansias que caromia su mente, hasta parecía él quien estaba pasando por su celo, pero eso era imposible, era un omega y estaba feliz de ello. Tan solo estaba esperando el momento para ser marcado, para entregarse por completo a Sehun y dejar de ser un omega de 23 años sin marcar, sin embargo aunque ya había transcurrido un año a lado de su alfa éste aún no lo marcaba.

Muchos le habían dicho que Sehun no sentía nada por él, ni amor, ni deseo, que por ese motivo hasta ahora no se dignaba a reclamarle como suyo. Tal vez en principio a Luhan le dolió escuchar todos esos rumores, porque muy en el fondo también se lo cuestionó varias veces. Sin embargo, aquéllos comentarios eran en su gran mayoría de omegas que morían por su hombre y de algunos alfas que querían tener el cuerpo de Luhan. Luhan jamás creyó en ningún rumor, jamás dudo del amor que su alfa decía sentír por él y siempre proclamaba con besos y detalles ese amor tan puro que sentía.

¿Cómo podía dudar?

Ah sí... ya lo recordaba.

El imbécil aún no lo marcaba.