-Helena, una princesa siempre mantiene una buena postura y no cruza las piernas al sentarse.
-lo lamento, estoy un poco distraída hoy Beatriz.
-quiere dar un paseo por los jardines?
-no gracias, estoy bien. Quiero continuar con las lecciones.
-Bien, princesa debe recordar siempre que los escotes pronunciados, la ropa ceñida, las uñas muy largas no son correctos en una princesa, siempre debe de hablar con delicadeza y no alzar mucho la voz.
-si, entiendo.
-la reina me pidio que se te informase que el Príncipe Arthur vendrá al palacio, la reina cree que es un buen candidato para la boda.
-Beatriz, ha dicho lo mismo de cinco príncipes atrás.
-Helena, sabes bien que para tomar el trono tienes que unirte en matrimonio.
-lo se, se que tengo que hacerlo en poco tiempo pero.... Por que tiene que ser así?.
-Siempre ha sido así Princesa.- me levante del sofá y camine hacia el ventanal más grande de la habitación, abrí el ventanal y mire hacia afuera, mire a mi pueblo, mire a toda esa gente feliz, tranquila, en paz..... Por todos ellos tengo que....darlo todo.
-Quisiera poder llegar a amar a alguno de los príncipes.
-Todo es posible, con el trato y con el cariño podría llegar a nacer el amor Princesa.
-Mi madre y mi padre, su unión fue igual a esta?
-Si, recuerdo que su madre estaba muy ansiosa de que los príncipes llegarán llegaran al castillo, recuerdo que el primer príncipe fue su padre, el rey Edwards, su madre no lo pensó dos veces y se comprometió con el príncipe.
-Ellos se amaron?
-Fueron muy felices
-Pero no se amaron Beatriz.
-Se quisieron lo suficiente princesa.- no es suficiente.
-Puedes retirarte Beatriz quiero estar sola unos minutos.
-Claro princesa, sólo no olvide la visita del príncipe Arthur.
-No la olvidare.- asintió y salio de la habitación, mirando por la ventana pude ver una rosa marchita en la orilla de la misma, cuidadosamente la tome del tallo y toque uno a uno sus pétalos, cada uno recobra su color rojo aterciopelado, su tallo nuevamente fresco, camine hacia uno de mis tocadores y puse la rosa en un pequeño florero. Mi magia, podía hacer volver las cosas a lo que eran antes, tengo el poder de sanar, tengo el poder de sentir la naturaleza. Me senté frente al tocador re acomodando algunos cabellos sueltos y cepillando algunos otros.-Princesa.- miro por el reflejo del espejo y ahí estaba Beatriz detrás de mi.
-Ya casi estoy lista.- me levante y acomode mi vestido que me llegaba 10 cm debajo de las rodillas color rosa palo y camine con Beatriz hasta la jardinera, donde se encontraba el príncipe Arthur, al verlo evoce una sonrisa amable.
-Princesa es un placer conocerla, soy el Príncipe Arthur.- hizo una reverencia y yo de la misma forma hice otra reverencia.
-El placer es mío, soy la Princesa Helena. Quisieras dar un paseo por la jardinera?
-Si me encantaría la idea.- se veía una persona muy linda y atenta a comparación de los príncipes anteriores, eran arrogantes y algo controladores con un temperamento muy fuerte.-Se ve muy hermosa Princesa.
- Se lo agradezco, y puede llamarme Helena.
-Bien Helena, su castillo es muy hermoso.
-Gracias, mi Madre es la que se esmera manteniendo todo así de hermoso. Que edad tiene usted Arthur?
- 23 y usted tiene 19. Por favor solo dime Arthur. - no pude evitar dejar escapar una sonrisa algo tonta.
- por supuesto Arthur - creo que me agradaba mucho más este principe, además no me gana por tantos años como los otros, comenzamos a hablar sobre nuestros intereses después de ceder al trono, nuestros compromisos como reyes, teníamos formas distintas de pensar pero lo que tenían en común es que todas tenían un mismo propósito.-Me tengo que ir pero fue un placer estar con su compañía.
-el placer fue todo mío, Príncipe.- me miro con una sonrisa y subió a un elegante carruaje, entre nuevamente al palacio y ya me esperaban mi madre y Beatriz.
-Cómo estuvo todo?
-Bien creo, pude hablar mas con el príncipe Arthur.
-Entonces el será tu prometido.- mi madre se giro y camino.
-No.-dije algo firme, detuvo su caminar y de nuevo me miro, algo molesta.
-No? Dijiste No?
-Madre, no siento nada por el!- Dije un poco mas suave para apaciguar su enojo.
-Helena, cuantas veces hemos hablado de lo mismo, tu prioridad debería ser el pueblo, tu pueblo no esa tonta ideología de amor de los mortales.
-Mi prioridad siempre a sido mi pueblo madre pero....- me interrumpió antes de que acabará la oración
-Si tu pueblo fuera tu prioridad, no dejarías que esas tontas ideologías de amor te afectaran Helena.- se dió media vuelta y cerró la puerta algo molesta, las lágrimas rodaban por mis mejillas, Beatriz como siempre me consoló.
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LEGÍTIMA
FantasyHelena, unica hija de la reina blanca, única heredera al trono de Floridia, cuatro princesas ilegítimas dispuestas a darlo todo por ocupar el trono de Floridia un reino mágico.