Alguna vez forme parte de ustedes, alguna vez pensé como ellos, y fui tan curioso como tú lo eres, las estrechas paredes cuentan más de una historia, tal vez casi una por cada tabique, y menos de las que existen en todo el mundo.
La condena es mi castigo, pero ayudo a calmar mi ocio, a tranquilizar a lo que podría llamarse como mi mente, aprendí a entender un poco más lo que es la vida, o tan solo a lo que parece serlo, a la expectativa de un estudiante de lo cotidiano, o a un observador del mundo…
Pues no podría decirlo de otra manera no puedo siquiera mover mis brazos, no sé qué hay más allá de estas tres paredes y el cielo, una vista a veces no muy variada, un día no tan dinámico, no todos lo tienen, pero por lo menos pueden presumir que son libres. Podrán preguntarse cómo es que sé que es que, pues mi vida no siempre fue la misma, a veces solo digo mi vida por la entera costumbre de lo que fui. Tampoco puedo mover mis piernas, ni siquiera lo más cotidiano como respirar. Ya no soy un quien, ya no pertenezco a, tan solo soy de.
Soy la voz de lo que fui y habito en un lugar que no debería…
Pero aun así hay quien me quiera escuchar, muchos temen de mí, pero algunos otros ven lo que ya no es… tan solo escuchan y es mejor a que te observasen, no hay prejuicios ni beneficios a lo acostumbrado, al percibir mi vos no solo te enfocas en mí, te detienes a buscar los detalles, las imperfecciones, lo bello, lo desagradable, lo funesto y lo indeseable. Diariamente olvidas que el yo, no es el todo, ignoras las desdichas y los fortunios de un ser que se aferra a un propósito parecido al tuyo y quizás sin darte cuenta pasas sobre él.
Soy el prisionero del tiempo, encerrado en un espacio que no fue hecho para mí, por lo menos en este estado. Olvide de dónde vengo pero sé que tuve una vida, que tuve sueños y aspiraciones, pero no recuerdo quien soy, conozco lo que muchos dicen ser, reconozco a quien no quisiera, pero lamentablemente todo se dio así.
Bienvenido a lo que soy, todos tenemos algo para contar, y hoy escucharas algo de lo que se y callare mientras tu decidas hablar, me presento soy el que no recuerda, pero te escuchare y nunca olvidare que no me dejaste atrás.
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Una historia para contar.
SpiritualExisten voces en el mundo, la voz interna, la voz del viento, la voz del prójimo. Voces que se escuchan y muchas otras que se ignoran, esta historia habla de ellas, no de todas pero si de algunas muy ruidosas, más que un simple sonido audible son se...