la tempestad

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Como muchos otros, aquel era un hermoso día para el reino de Equestria. El viento soplaba con calma, las aves cantaban, y los ponis de todas clases disfrutaban de la cálida luz que brillaba radiante sobre el firmamento.

Al parecer Equestria podía gozar al fin de la paz y prosperidad ininterrumpida que se había visto al borde de la catástrofe luego de que eventos como el regreso de Nightmare Moon, el renacimiento de Discord y la invasión de los Changelings tuvieran lugar barios años atrás. De eso habían pasado ya 7 años. Y aunque ciertamente era poco el tiempo que había transcurrido tras esos eventos, los ponis ahora los veían como malos recuerdos bien enterrados.

Excepción no eran las ponis que se habían encargado de ponerles fin. Las portadoras de los Elementos de la Armonía, ahora portadoras también de títulos de nobleza legítimos y mejor conocidas como "Las Guardianas de la Armonía", habían seguido con sus vidas.

Applejack y su familia habían ampliado enormemente la granja teniendo ahora todo un cuerpo de trabajadores para cosechar y distribuir sus productos no solo en Poniville, sino a los demás pueblos de la región que se habían empezado a formar con los años.

Rainbow Dash ya no vivía en Poniville. Tan pronto como alcanzó la edad mínima de admisión, Spitfire le pidió que se uniera a los Wonderbotls. Fue difícil para ella y el resto decir adiós, pero estaba dispuesta a hacer el sacrificio por cumplir su gran sueño. Además podía darse el lujo de visitarlas bastante seguido.

Fluttershy tras obtener su título en Veterinaria había acondicionado aún más su casa (si es que eso era posible) y ahora era nada menos que un hospital de animales. De todas sus amigas, era la única que se había casado, siendo su esposo un doctor del hospital de Poniville llamado Swift Relief. Un unicornio sereno y amable, pero de carácter fuerte.

Rarity era una eminencia del mundo de la moda. Sus estrenos de temporada casi siempre adornaban las portadas de las revistas, y ponis de toda Equestria viajaban hasta Poniville para hacer sus pedidos originales. Para algunos aún ahora resultaba raro que Rarity siguiera viviendo en Poniville en vez de haberse mudado ya a Canterlot u otra metrópolis del reino, pero ella siempre decía que no había mejor lugar para trabajar que su tierra querida donde estaban sus aún más queridas amigas y familia.

Los Cakes se habían mudado hace tiempo hacia Fillidelphia junto con sus niños dejando Sugar cube corner en las felices y capaces manos de Pinkie Pie. Ahora la alegre poni era la repostera, administradora y dueña del lugar.

Y finalmente, pero no menos importante Twilight Sparkle, la leal alumna de la misma Princesa Celesstia continuaba con sus estudios, en camino a convertirse en la más grande hechicera de la historia desde Star Whirl "El Barbudo". Los extensos estudios de Twilight sobre la amistad, sus descubrimientos en astronomía, los recetarios para hechizos y pócimas que ella misma había creado habían alcanzado tal magnitud que la Princesa le había mandado a hacer nada menos que su propia ala en la biblioteca de Canterlot. Además había comenzado con un pequeño proyecto dando clases de magia los ponis interesados por las tardes en su biblioteca.

-¡Spike, estoy de regreso!- gritó Twilight al entrar a su casa pasado el medio día del domingo, después de su visita a casa de Fluttershy donde había ido a dejar a Owlicious, pues el viejo búho no se estaba sintiendo bien últimamente. Peewee no estaba en casa tampoco, pero eso ella ya lo sabía. Se había marchado hace una semana al iniciar la temporada de apareamiento de los Fénix.

-¿Spike estás aquí?- inquirió Twilight al no tener respuesta de su leal asistente.

Fue a la cocina donde creyó encontraría a su compañero preparando la comida, pero solo encontró un pergamino enrollado sobre la mesa.

la impredecible magia del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora