las complicaciones

4.8K 194 181
                                    

Twilight suspiró al sentir la brisa del mar acariciar su cuerpo y agitar su melena. Estaba parada en lo alto de un peñasco contemplando una paradisiaca vista de un mar cristalino en que se reflejaban la luna y las estrellas como si fuera un globo de discoteca gigante.

La brisa soplaba con un viento frío que hizo a Twilight recargarse en el cuerpo de su esposo quien no tardó en cubrirla con su brazo.

-¿En qué piensas?- preguntó él.

-En lo afortunada que soy de que seas mi esposo y que podamos disfrutar de un momento así- respondió ella, frotando su rostro contra las escamas de su cuello.

-Y pensar que no hace ni 6 meses no me habría imaginado ni en un millón de años que llegaríamos a esto-

-La culpa es mía. Estaba tan ocupada tratando de encontrar a mi "Poni muy especial", que nunca me detuve a considerar que quizás no tenía que ir a buscarlo a ninguna parte, porque siempre había estado a mi lado-

-Debió ser que nunca se te ocurrió que el gran amor de tu vida sería un dragón y no un poni. Y no te culpo por ello- respondió comprensivo moviendo su cabeza para frotar su rostro contra el de ella, en una de esas típicas muestras de afecto poni.

-Gracias Spike- respondió perdiéndose en los ojos de su esposo.

-Deberíamos volver a hotel. Está haciendo algo de frío-

-Se me ocurre una forma de calentarnos- dijo respondió Spike con una sonrisa picarona.

-Me gusta cómo se escucha- respondió Twilight pestañeando sensualmente.

Comenzaron a besarse con una creciente pasión. Spike tomó a Twilight de sus hombros y la empujó contra el piso posicionándose encima de ella. A Twilight jamás le molestaba que Spike tomara el liderazgo. Era firme y fuerte, pero también gentil y cuidadoso, siempre preocupado de que la experiencia fuese tan placentera para ella como para él. Era una de las tantas cosas que la volvían loca de él Twilight.

-Realmente deberíamos regresar al hotel- dijo Twilight trabajosamente entre sus besos.

-¿No te interesa experimentar al aire libre?- preguntó él separando sus bocas, para dibujar una sonrisa maliciosa.

-¿Mmm? ¿Y qué experimento se te ocurre?-

-Uno llamado… ¡EL DESAYUNO!- gritó Spike en un tono que pulverizó toda la sensualidad de la situación.

-¿Qué?-

-¡Twilight el desayuno está listo!-

-¿Qué, quién?- preguntó Twilight confundida al notar como la voz de Spike se escuchaba como si hubiera una pared entre ambos.

Parpadeo veces hasta que su vista se nubló totalmente quedando en un vacio negro. Momentos después su visión regresó encontrándose en su habitación de Ponyville.

-¿Twilight me escuchaste? Ya es hora de despertar- anunció Spike entrando en la habitación de Twilight encontrándola en su cama mirando al techo con los ojos exorbitados.

-¿Twi estás bien?-

-¿He?... S-si, si estoy bien. Solo qué… No importa, en seguida bajo- respondió no volteando a verlo.

Spike asintió con la cabeza y dejó a la unicornio sola.

-Un sueño. Nada más que un sueño- se lamento Twilight abrazando su almohada.

-Pero… ¡Pero un sueño que muy pronto se hará verdad!- dijo con determinación.

Se levantó de un salto de su cama y se dirigió al baño. Se lavó los dientes y se cepilló el cabello lo mejor que pudo, además de su pelaje en general.

la impredecible magia del amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora