Conocimos a Mario Becerra por nuestro trabajo relacionado con la Justicia, dado que él era empleado judicial. Siempre nos tratamos con sumo respeto, así como solía ser el trato en tribunales, con mucha ceremonia. Luego lo volvimos a ver en la Parroquia del Sagrado Corazón, hace unos cuatro años. El nos propuso a mi esposo y a mí que fueramos a una capilla en la zona de "Arbol solo", cerca de Pozo del Tala, (zona rural en el norte de la Provincia de San Luis, Argentina) donde él y otro amigo, el sr. César Rivara, habían refaccionado íntegramente una capilla llamada "Capilla de San Isidro Labrador".
Mario trabajó en persona junto con César en esa capilla, refaccionando las paredes y los tirantes de madera del techo, reconstruyendo los bancos de madera, algunos antiquísimos, rehaciendo también el campanario, etc.
En medio del campo, volvió a florecer esta capilla con Mario Becerra, y con ella fuimos varias veces al año desde entonces a Misa o bien (una vez) a una celebración de la Palabra. A orar. Llevamos el órgano portátil, que hacíamos andar con un grupo electrógeno. Luego, terminábamos el encuentro con un asado, empanadas, etc. Hasta el Sr. Obispo de la provincia ha ido a una de esas celebraciones.
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DESPEDIDA A MARITO BECERRA
Não FicçãoDespedida a Marito Becerra, empleado judicial, amigo, padre, abuelo, compañero, bella persona.