Antología de Navidad

2016: El chico bueno en navidad

Reseña:
Glyn es un chico bueno, el aburrido chico bueno enamorado de su profesor particular, Taggard. Cuando ve a Taggard besando al chico malo del barrio, Glyn decide que los chicos malos reciben lo mejor y él puede ser un chico malo también,  hasta que Taggard debe cuidarlo para navidad y él no parece estar de acuerdo con eso.

Advertencia: El siguiente corto contiene un chico de personalidad sumisa y obediente, y un hombre que quiere controlarlo, si no les gusta esa dinamica y personalidades, no lean. (No hay escenas fuertes)

GLYN

Soy Glyn, el aburrido chico del barrio, el que no sale, el que no fuman, el que no bebe, el que odia las fiestas y cumple los horarios con asombrosa precisión. Y no, no se debe a que no tengo padres, siempre he sido así, solo me gustan las reglas. Las reglas facilitan la vida, me dicen que debo y no debo hacer, obedecer es sencillo, así que adoro estar en casa y obedecer las reglas de mi hermano, en la escuela y obedecer a mis profesores o un lugar donde las reglas estén claras, la calle no es sencilla, allí nadie me ordena nada ni nadie me dice las reglas, todos actúan como les da la gana y eso me colapsa.
Mi hermano dice que eso hace su vida fácil, él tiene mi custodia ahora, lo hizo apenas cumplió los 18, y nos llevamos por cinco años.
Tengo 16.
Lo único que no incluía como chico aburrido era ser estudioso, aparte de eso, soy de verdad, el típico chico aburrido, con lentes, flequillo largo y ropa larga hasta en verano, odio mis flacas y blancas extremidades así que los veranos son una tortura, estar con algo menos que pantalón y camiseta manga larga me supera. Y dije era porque gracias a mi profesor privado ya lo soy, debería sentirme avergonzado de ser tan cliché, pero en realidad eso hace mi vida sencilla, no así las amistades…pero sencilla.
Cawley, mi hermano, contrató a Taggard porque quería ayudarme a subir mis notas, él solo terminó la escuela secundaria,  pero siempre ha esperado que yo llegue a más, la universidad o al menos algo cercano, así que necesitaba subir mis notas, y Taggard llego a mi vida.
Amo a Taggard, y eso sí que es humillante, más que ser un aburrido chico bueno, de verdad. Taggard es más que inalcanzable, tiene solo dos años más que mi hermano pero ya parece todo un hombre -o tal vez mi familia tiene cara de bebé-, se afeita, pero siempre deja un poco de barba, su cabello es bien peinado y recortado, no como él mío que lleva años sin visitar el peluquero, su ropa es moderna, pero sin seguir tontas modas o marcas, cada vez que él entra a mi casa no puedo dejar de observarlo, y de verdad, me alegro de ser bueno siguiendo reglas o me quedaría mirándolo como idiota las dos horas de clase, pero está bien, no es que espere ser algo de él, me conformo con mirarlo, sé que cual es mi rol como chico aburrido y tengo suerte de conocerlo.
Y por supuesto, como mi barrio es malditamente cliché también tiene el chico popular, bueno, popular de forma diferente. Agradezco que mi barrio sea liberal, Patrick es gay, y yo también lo soy, pero nunca he cruzado una palabra con él porque es mi polo opuesto, Patrick es popular, hermoso y camina mejor que cualquier chica que haya visto, al principio me daba vergüenza verlo, porque movía demasiado sus caderas, pero tengo que reconocer que da envidia esa seguridad y el como todos giran a verlo, sé que Patrick podría ir a cualquier hombre y conquistarlo con una sonrisa, yo ni siquiera quiero pensar en conquistar un hombre porque hasta en mi mente quedo en ridículo. Además, Patrick es el chico malo, él se salta la escuela, fuma sin preocupaciones y hasta bebe a plena luz del día, tiene solo un año más que yo y seguramente cumplir reglas es lo último en su mente.
Ese día lo encontré besuqueándose con otro hombre, lo cual en realidad no era raro, su familia le da tanta libertad que a veces me pregunto si realmente le importa su hijo, así que allí estaba, casi girando y congelado viendo la espalda de un hombre mientras Patrick hundía sus dedos largos y delicados en los hombros del hombre mayor, haciendo sonidos extraños que solo había escuchado en el porno (si, seré chico bueno, pero soy un chico al fin y al cabo), y entonces Patrick movió la cara y el hombre fue atraído hacia él con la cabeza girada y tuve que parpadear dos veces para despegar la vista de ellos.
Porque estaba besándose con Taggard, no lograba ver bien su expresión, estaba oscuro, pero sé que era Taggard, escuche el sonido de sus labios separándose y sus jadeos, pero no me quede para ver, gire en otra dirección y por primera vez desde que tenía memoria llegue después de la hora permitida a casa.
— Estaba por llamarte, Glyn ¿Qué rayos pasó? Me tenías preocupado.
— Pase a comprar, la fila era peor de lo que esperaba— Listo. Una mentira, cielos, no era tan difícil, porque oh, sí, soy tan aburrido que hasta me molesta mentir, mentir complica las cosas.
— ¿Estás bien? Estás un poco pálido.
— No…no me siento muy bien, voy a mi habitación ¿Bien?
Cawley lucia sorprendido, porque aunque esto les suene normal yo siempre le hablo con mucho más respeto, lo amo demasiado, fraternalmente por supuesto, pero sé que no estudio más para hacerse cargo de mí, sé que está en un trabajo que no le gusta mucho esperando ascender para ahorrar para mi educación, y sé que él haría eso para siempre con tal de mantenerme feliz y seguro, así que siempre, siempre le hablo con mucho respeto, somos de esos hermanos que casi no hay, los que nunca pelean, donde el nunca abusa de su poder como hermano mayor y yo no busco mimos como hermano pequeño (tal vez un poquito, pero no mucho).
— Lo siento, solo…no me siento bien.
— Esta bien…no te preocupes, mañana es sábado así que no hay problema ¿Estás bien para las clases particulares?
Mis clases eran miércoles y sábado.
— Uh…no… lo siento — Y de repente sabía lo que debía hacer—. ¿Puedes…puedes decirle que ya no venga?
— Está bien, le diré.
— No, espera, creo que no me entendiste bien, que ya no venga, no solo mañana, no más.
— ¿Qué? ¿Por qué? ¿Paso algo en la escuela?
— Si — Mi mente pensó rápidamente y saque los dos últimos exámenes. Mis notas han subido mucho, ahora se organizarme y los métodos para estudiar en cada materia—. Solo mira, el profesor me felicitó.
Cawley sonrió cuando los vio, eran casi notas perfectas de materias que antes con suerte aprobaba, luego despeino mi pelo y a pesar de todo no pude evitar sonreír, porque adoro complacer a la gente que me importa.
— ¡Esto es excelente, Glyn! Eres el chico más inteligente, y solo van cuatro meses con un profesor particular…pero deberías continuar y…
— No, está bien, en serio.
— Glyn si es por el dinero tengo lo suficiente para seguir pagándole.
— No es el dinero solo…. Solo…ya tengo 16…no quiero perder sábados estudiando, quiero…soltarme un poco ¿Sabes?
Cawley parecía muy confundido y sorprendido, pero al final asintió y me sonrió.
— Lo entiendo…. Si…estás en esa edad ¿No? Estudiar no tiene por qué ser tu única preocupación, me alegra que quieras salir un poco al mundo, mientras no dejes tus estudios de lado puedo ceder un poco en las reglas de la casa.
Sonreí y me fui a la cama, mi hermano me trajo agua de hierba y cosas que solo algunas personas entienden con la idea de que me animaría, porque el seguramente sabía que algo más pasó.
Y mientras miraba el techo, intentando conciliar el sueño que no llegaba, me puse a pensar.
Patrick tenía suerte, el no obedecía reglas, casi ni asistía a la escuela, fumaba, bebía y exhibía su cuerpo más que las mujeres y ganaba un beso de Taggard, uno muy bueno según vi y escuché, yo perdía mi tiempo estudiando, caminaba derecho a casa, no perdía clase alguna y Taggard solo acariciaba mi cabeza y me felicitaba por ser un buen chico.
No era justo, simplemente no lo era.
Los chicos malos no tienen por qué llevarse siempre lo mejor.
Yo también podía ser un chico malo