El Beso De Dos Culturas

Un gran principio

Allí estaba yo,Samara, una chica de quinze años a la que le gustaba salir con las amigas, pasar horas y horas en la calle, perder el tiempo, reírse y hacer el loco. Y allí me encontraba en medio de una plaza rodeada de mis amigas y de gente desconocida gritando,saltando, pasándoselo bien. Pero algo me hizo despistar, una sonrisa. Era un chico muy atractivo en muletas y no me lo pensé dos veces.Fui hablarle.
- Cojo que te ha pasado en la pierna?
Él sonrió y se marchó.
Dos días después me encontré a Walid, a un conocido, él iba con ese Chico. Con el chico de sonrisa perfecta, les saludé. Era extraño nunca lo había visto. En esa semana me lo he encontré muchísimas veces, así que abrí a Walid le pregunté por el misterioso cojo de sonrisa perfecta y el me dio su número. Le envié un WhatsApp, y  empezemos a conocernos.

Uail:
No tenía ganas de ir a esa plaza para ver cómo gente se tiraba polvitos de colores por encima. Pero al final mis amigos me convencieron para que fuera un rato, ya que con las muletas no podía pasarme la tarde de pié. Al llegar cuando iba a encontrarme con mis amigos, una loca me vino corriendo y me preguntó que me había pasado. Yo solo sonreí y me marché pensando que esa chica, era como todas.
Dos días después el medico me dijo que ya podía ir sin muletas, así que para celebrar que me estaba recuperando fui con mi amigo Walid a pasear por el centro. Y allí nos encontramos a la loca, pero ella solo saludo,nos sonrió y se fue. Era algo raro nunca la había visto y en esa semana la pude ver como unas cinco veces. Al pasar los días ella me abrió por WhatsApp, y nos empecemos a conocer.

Samara:
En esos tiempos, yo no quería nada serio con nadie. Era un chica de fiestas, loca, soltera y solo quería quedar una tarde con ese chico, hablemos durante días. Me enteré de que uno de sus amigos jugaba un partido en mi pueblo ( a diez minutos de la ciudad de Uail) decidí ir a verle. Al acabar el partido le grité:
- El número diez! El número diez! ( Se llamaba Isma) Acércate porfavor.
Él se acercó.
- Samara: Tu eres amigo de Uail no?
- Isma: Sí, porque?
- Samara: Tienes que hacerme un favor! Tráelo, cuando vuelvas a jugar.
- Isma: Juego de aquí dos días, podría decirle que se viniera! Haber si hay suerte. Bueno nos vemos el miércoles tengo que irme.
- Samara: Gracias! Hasta el miércoles.

Uail:
Una noche, me abrió Isma un hermano para mí, me dijo que una chica había preguntado por mi, que le había dicho que lo llevará cuando el jugará a fútbol, yo sé quién era, era la loca. Nose porque decidí ese miercoles acompañarle, iría con mi padre y el padre de Isma.

Samara:
Era miércoles, Uail me había dicho que vendría y yo estaba segurísima de que no me fallaría. Mientras iba andando para el campo de fútbol, mi corazón parecía que se iba a salir del pecho, no entendía porque estaba tan nerviosa. Lo esperé detrás de las gradas, como el me había dicho y ahí lo vi. Iba muy guapo, pero no podía acercarme aún, su padre estaba al lado tenía que esperar. Le envié un mensaje diciendo que lo esperaba a fuera, y así fue ,salió, fuimos a dar una vuelta y cuando ya eran casi las doce y volvíamos para el campo de fútbol empezemos a bromear.
-Uail: Los de mi ciudad somos muy guapos verdad?
- Samara: La verdad es que a mí me dais un poquitín de asco!
-Uail: A si? Segura?
Y me besó. Lo acompañe hasta el campo de fútbol y al despedirse me volvió a besar. Fue increíble!

Uail:
Al llegar al campo pasé por detrás de las gradas, y la vi. Sé que no me dijo nada porque iba con mi padre, y la verdad es que lo hizo perfectamente! A los pocos minutos de verla me llegó un mensaje " te espero a fuera, no tardes". Tenía que inventarme una escusa para mí padre, le dije que iba al lavabo y pensé que cuando volviera ya se me ocurriría alguna escusa. Fui a fuera, la vi. La verdad es que estaba un poco nervioso, ella me llevo a dar una vuelta por su pueblo fantasmal de cuatro casas. Cuando supuse que se estaría a punto de acabar el partido le dije de volver, y al empezar a bromear nose qué pasó pero la besé...y me encantó! Y repetí al despedirme de ella.

Continuará ⬇⬇