Ojos dorados

Capítulo 3

Para mi sorpresa vi a Ichinose en la entrada del castillo escoltada por un grupo de guardias.

Tohka- ¿Princesa?

Ichinose- Tohka 

Los guardias volvieron a sus puestos y fuimos a mi habitación

Tohka- ¿Estabas esperándome?

Ichinose- *asintió* Estaba preocupada

Tohka- *sonreí* Ya estoy aqui

Ichinose- ¿Qué tal te ha ido con tu familiar?

Tohka- Era mi amiga Komachi, había venido con sus hermanos a hacer negocios

Ichinose- Me han contado que ha habido un gran alboroto en la taberna

Tohka- Vaya, te has enterado... los esbirros de Kaoru estaban negociando con los hermanos de Komachi y eso solo les traería problemas

Ichinose- ¿Has peleado? 

Tohka- No ha hecho falta

Ichinose me miraba como si le estuviese ocultando algo más

Tohka- Esbirros del reino de Aspio me han perseguido, seguramente Kaoru los haya mandado

Ichinose- No...

Tohka- Antes de llegar al castillo tuve que desviarme al barrio de los brujos

Le cambió la cara totalmente

Ichinose- Tohka, no quiero que entres ahi

Tohka- No ha sido nada

Ichinose- ¡Tohka!

Parecía molesta, sabía que era peligroso pero ella no sabía que era bienvenida allí.

Tohka- En mi defensa diré que soy bien recibida, lo prometo

Ichinose- ...*me miraba fijamente*

Tohka- ¿Me crees?

Ichinose- Nunca me has mentido y-

Tohka- *sonreí*

Ichinose- *se sonrojó*

Tohka- Me hubiera gustado que hubieses conocido a Komachi 

Ichinose- ... 

Tohka- Hay algo que me ha pedido

Ichinose- ¿Volver a Myorzo? 

Era ella quien nos espiaba en los jardines

Tohka- *asentí* 

Ichinose- Tohka, ahora no-

Tohka- Le he dicho que no... Quiero seguir aquí contigo

Se produjo un silencio incómodo, la frase me pareció que hizo eco e Ichinose me miraba ¿sorprendida?

Tohka- No me malinterpretes, quiero decir, yo trabajo para ti y eso... mejor me callo

Ichinose- *se reía*

Tohka- No te rías

Ichinose *sonrió* Ven conmigo

Pasamos a su cuarto y cerró la puerta. Me hizo sentar en el borde de la cama y ella se sentó a mi lado

Tohka- ¿Ichi?

Ichinose- *me mostró la pulsera* 

Tohka- La pulsera que te regalé 

Ichinose- ¿Es normal que cambie de color? 

Tohka- Hmmm... Solo cambiaría si te ha sucedido algo últimamente 

Ichinose- No ha ocurrido nada... bueno si, pero no te lo puedo contar

Tohka- Solo espero que no me ocultes mensajes anónimos de acosadores

Ichinose- Eso no es ¡NO!

Tohka- Vale, vale

Ichinose- Tú... ¿Tienes pareja?

Nunca sabía lo que se le pasaba por la mente y esa pregunta fue como un jarro de agua fría, me pilló por sorpresa.

Tohka- ¿Perdón?

Ichinose- *nerviosa* Co-contéstame

Tohka- No... no tengo pareja 

Ichinose suspiró aliviada y se relajó. Llamaron a la puerta

Ichinose- ¿Quién es?

Me escondí en la terraza, en el sitio más oscuro para que no me descubrieran.

Ichijo- Soy el consejero, Ichijo

Ichinose abrió la puerta y este pasó dentro

Ichinose- ¿Qué quiere Ichijo?

Ichijo- Venía buscando a su guardaespaldas, no sabrá donde está ¿no?

Ichinose- Está en las cocinas junto con el servicio

Ichijo- Ya veo...

Ichinose- ¿Algo más? 

Ichinose- Solo era eso... gracias princesa 

Ichinose- Si me disculpa me gustaría ir a dormir

Ichijo- Oh si, claro. Con su permiso

Salió de la habitación, Ichinose se asomó por la varanda

Ichinose- Ya se ha ido

Tohka- ¿Qué haces ahí asomada?

Ichinose- Pensaba que estaría ahí...

Tohka- Creo que ya es hora de que vuelva a mi habitación

Ichinose- Hasta mañana Tohka- *sonreía*

Tohka- Buenas noches Ichi