Capítulo 13

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El rubio caminaba junto con el pelinegro, en un silencio de tregua, donde Craig se sentía algo extraño con esa situación, la cabeza le dolía por el golpe pero también le dolía un poco el orgullo por lo humillante que había sido caer al suelo y en los brazos de Kenny, aunque el rubio le había sido de mucha ayuda, se sentía desorientado y mareado por la cantidad de sangre que estaba soltando, la boca le sabia a óxido debido a la sangre, pero aquello le daba igual, aun sentía el tacto de los labios de Tweek sobre los suyos, eso era suficiente para él, aquella sensación fantasma seguía volviéndolo loco.
–Entonces tu padre te descubrió supongo– dijo Kenny mientras entraban al hospital
–Supones bien– dijo el pelinegro, poniendo su mano en la nariz, le dolía como los mil demonios
–Hey, no te toques eso, tu viejo te rompió la nariz, no debes moverla ni un milímetro hasta que la vea un doctor– dijo el rubio sujetando firmemente el brazo de Craig, llevándolo lejos de su cara, el pelinegro gruño con fastidio, una enfermera se acerco a los chicos inmediatamente al notar al pálido pelinegro tambaleante, inmediatamente lo paso con un doctor para que revisara su herida, Kenny espero pacientemente en unas sillas fuera del lugar, una enfermera salio con rapidez, con una cara de desesperación e impaciencia, se dirigió al rubio con inquietud
–Disculpa ¿tu vienes con el chico de la nariz rota?– dijo ella, Kenny asintió rápidamente
–¿Podrías darme algún número telefónico para comunicarme con alguien que pueda ver por este chico? Le pregunte pero se niega a decir nada, ni siquiera quiere hablar de esa herida, necesito hablar con un adulto para resolver esto– dijo ella algo incomoda con la situación, Kenny miro el celular del pelinegro en un bolsillo de su mochila, lo saco y comenzó a buscar entre los contactos... Decidió que quizás era lo mejor que podía hacer en ese momento... Comenzó a dictarle el numero a la dama que inmediatamente marco.

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Tweek estaba sorprendido ante la pregunta de su padre, tembló levemente pero sabia que en algún momento tendría que confrontar aquella situación, quizás era mejor en ese punto de su relación con Craig... Aunque... ¿En verdad tenían una relación? Estaba meditando al respecto hasta que noto la expresión inquieta de su padre, sonrió con calidez, feliz
–N-N-No se si soy gay, n-no estoy seguro papá... a-algunas chicas han llegado a gustarme... Pero si estoy seguro de que C-Craig me gusta m-mucho–
El padre de Tweek lo miro con sorpresa, pero no demasiada, después de pensar en el trato y convivencia de ambos chicos le parecía hasta cierto punto algo que podía esperarse
–¡N-N-No me g-gustan otros c-c-chicos obviamente! ¡Oh Jesús eso seria demasiada presión! ¡¡C-C-Craig los golpearia!! ¡¿Iria a prisión por mi culpa?! ¡Dios no!– dijo el rubio comenzando a sentirse consternado y jalando su cabello, su padre tomo sus manos y le sonrió comprensivamente
–Tweek... Gracias por ser honesto... Te amo, sea cual sea tu forma de ver y amar... Y se que Craig es un buen chico y cuidara de ti– dijo el hombre, la madre de Tweek sonrió, abrazando su hijo
–Ya lo suponia cariño, ambos se miran de una forma muy especial– Tweek se sonrojo en extremo
–¡¿E-E-ES TAN O-OBVIO?!– grito Tweek avergonzado, sus padres asintieron, el rubio tapaba su cara para que no mostrar aquella faceta avergonzada, aunque bajo esas manos se escondían lágrimas de felicidad y una sonrisa de alegría que no se borraba aunque lo intentara...
El teléfono de la casa timbro, el padre de Tweek se alejo de aquel abrazo familiar anunciando que el contestaría, el numero no le resulto familiar.
–¿Alo? Tweak al habla– dijo con seriedad, oyó la voz desesperada de una mujer del otro lado de la linea
–¡Oh gracias a dios es un numero real! Disculpe ¿Es usted familiar de Craig Tucker? Llevo horas insistiendole para que me diera un contacto pero se negó, un amigo suyo me proporciono este numero, hablo desde el hospital de South Park– el hombre sintió una punzada de pena por el chico, claro, si él se había enterado, Thomas probablemente también y aquello había tenido un desenlaze desafortunado para Craig, al oír las palabras hospital de South Park, el señor Tweak se había alarmado
–S-Si, digame ¿que pasa?– dijo intentando sonar calmado, fracaso miserablemente
–El muchacho tiene la nariz destrozada y la espalda algo dañada, necesitamos una autorización por escrito de un padre o tutor para hacer una intervención quirúrgica y detener la hemorragia del chico– dijo la mujer nerviosa
–Si, voy para allá – dijo el hombre colgando, tomando su abrigo rápidamente.
–¿A donde vas tan tarde cariño?–
–Es algo importante amor, te llamo luego– dijo el hombre saliendo rapidamente, subiendo al auto con todo el nerviosismo y sensación de molestia y frustración... No sabia que ocurría pero no debía ser tan leve como para recurrir al hospital.
Una vez llego al lugar se encontró con Kenny, que miro sorprendido al hombre.
–¡Wow! Eso fue rápido... Disculpeme, no quería meterlo en esto– dijo el rubio, el hombre inmediatamente lo identifico como uno de los amigos de Tweek y el grupo del chico Marsh
–¿Que le paso a Craig?– Dijo el hombre, Kenny miro con cierta tristeza al suelo, antes de que respondiera la enfermera lo miro y supuso quien era.
–Pase conmigo por favor necesito un par de firmas, luego podrá ver a Craig sigame– el hombre caminaba mientras firmaba los papeles, noto que iban a la sala de urgencias, una vez llenadas todas las formas, se adentro más, noto a un doctor hablando con el chico pelinegro que solo tenia su expresión extremadamente hostil, podía oír a la distancia la conversación que tenían
–Muchacho, si no me dices que ocurrió y quien te hizo eso tendré que llamar a la policía, tienes 17, aun eres menor de edad, quien sea que te haya agredido de esta manera puede enfrentarse a un tiempo en la cárcel por...–
El señor Tweak solo pudo mirar la espalda del pelinegro y como levantaba su dedo medio al doctor, el cual lo miraba con indignación, el hombre no pudo evitar reír, entro a la sala y miro a Craig, el cual al encontrarse con su mirada abrió los ojos con sorpresa
–Bien, usted debe ser su tutor, este chico se niega a cooperar conmigo y...–
–Si lo se, digame que esta sucediendo por favor– dijo el hombre algo impaciente, el doctor suspiro y saco una hoja donde tenia un par de cosas anotadas
– La nariz del chico esta rota en varias partes, incluso se ha desviado de su forma natural, debió recibir un golpe brutal en la cara para una herida de tal magnitud, tenemos que hacer algunas pruebas para ver que no haya daño cerebral, su columna se resintió ante lo que parece una caída contra pavimento, creemos que seria mejor que reposara después de la cirugía–
El padre de Tweek miro al pelinegro con preocupación, el chico miraba inexpresivo la blanca pared de la sala.
–E-Esta bien... ¿Puedo hablar un momento con el?– El doctor asintió y salio del lugar, el hombre miro directo a los ojos a Craig... Su expresión de furia era solo un fantasma de lo que era... Podía percibirse como un gato asustado, arrinconado y herido, solo miraba a todo a la defensiva.
–Craig...–
El pelinegro volteo su cara dejando su pómulo expuesto, señalándolo con su dedo
–Si va a golpearme hagalo ahi, la nariz me duele como el carajo–
–¿Que? ¡No! ¡Nunca haría eso!–
–Jajaja usted y su hijo tienen el mismo sentido del humor, osea ausente por completo – dijo el pelinegro totalmente relajado, Craig en realidad esperaba un golpe del señor Tweak, pero al verlo tan pacifico supo que no era como su padre.
–Lamento que Kenny lo haya metido en esto, no creo que sea justo que...–
–¿Que fue lo que paso?– Dijo el hombre de familia con seriedad, Craig pensó en mentir al respecto, pero ¿con que objeto? El señor Tweak se daría cuenta de todo tarde o temprano.
–Mi padre estaba algo en desacuerdo en que yo sea gay por Tweek – suspiro el chico, algo tenso por tener que hacer esa confesión –No ayudo mucho que le dijera que no dejaría de verlo y que iba muy enserio, entonces decidió que mi nariz necesitaba una remodelación, bueno, se lo dije a él y se lo digo a usted señor Richard, me importa una mierda lo que piensen o digan, no voy a dejar de ver a Tweek y si lo envía a España, Canadá o el otro puto lado del mundo le juro que me iré tras él porque todo puede importarme una mierda, menos él– dijo con determinación el pelinegro, su mirada intensa hacia que el hombre se sintiera algo nervioso, pero las fuertes palabras del muchacho lo habían sorprendido, pues no pensó una confesión tan honesta del joven.
–Pequeño bastardo sincero... Heh...– Richard paso su mano por el cabello negro de Craig, sorprendiéndolo totalmente, se separo del chico de ojos azules y lo miro con una mirada llena de compresión, igual que a su hijo en su momento, Craig no podía creer aquello, en realidad esperaba una respuesta mas hostil
–Tendrás tu cirujia en breve y luego iremos a casa... A ver como le explico esto a mi mujer – dijo el hombre rascando su nuca, el chico puso de nuevo su expresión neutra
–Gracias Richard – dijo con una voz que reflejaba su gratitud, Richard se acerco y abrazo al joven
–Y yo soy el marica– susurro, Richard sólo atino a reír
–¡Esa boca Tucker!

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