El mesero

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Estaba en Facebook viendo memes como siempre... se me antojó una hamburguesa con queso y tocino...

-Hmm ¿cuál será el mejor lugar para hamburguesas mamá?
-¿De verdad Becca? Hace exactamente una semana estabas llorando por una cita al nutriólogo y te quejabas por tu panza.
- ¡Es que de verdad se antoja! -le lloré a mi mamá como niña de 6 años haciendo berrinche.
-Ok, ok, pero no quiero tus lloriqueos mañana. ¿Me escuchas Becca?
-Sí mami- Le contesté actuando como esa niña de 6 años que llevo en mí.
-¿Recuerdas a tu amigo Alexis? El de la primaria, recuerdo como eran tan buenos amigos...
-Mamá no cambies de tema quiero mi hamburguesa.
-Déjame terminar; Él tiene a su padrastro en la ciudad de nuevo. Sus padres se divorciaron y su padrastro había estado en otra ciudad, pero ahora está aquí y abrió un restaurante, me contaron que están súper buenas allá.

Me dio un poco de emoción escuchar eso, no había visto a Alexis desde los 8 o nueve años. Pero quizá el cambió, o yo cambié, me dieron náuseas por un segundo al pensar que quizá me lo encontraría en ese famoso restaurante.

Comencé a arreglarme, por alguna razón me quise maquillar (cosa que NUNCA hago... que flojera lavarse la cara después), luego decidí soltarme el cabello, el cual siempre lo tengo en una trenza francesa. Me puse un vestido cómodo corto y unos sneakers blancos.

Hacia mucho que no me vestía tan bien... ni sabía que tenía ese vestido ahí metido en el closet.

...
Cuando llegamos al restaurante noté que era estilo Vintage... las mesas eran de madera sin pintar, con sus bancas en vez de sillas para que todos estén sentados cerca del otro. Habían juegos de mesa en el mostrador por si la gente se aburría, los centros de mesa eran como unos envases muy lindos de cristal con agua y unas plantas dentro y una sola flor al medio de este.

El muchacho nos atendió, era bastante atractivo... alto, piel bronceada, llevaba brackets pero le quedaban bien, un hoyuelo en la parte derecha de su sonrisa, dientes blancos como perla, cabello corto de los lados y largo de arriba inclinado a la derecha, era entre café claro y del rubio mas oscuro pero que aún sigue siendo rubio. Se notaba que hacía ejercicio... quizá boxeo, o simplemente gimnasio.

Tenía como 15años. Quizá 16 por su altura.

Tenía el cuerpo de capitán America... lo sé es una comparación rara pero como ya lo dije: no tengo amigos muy cercanos. Así que me dedico a ver Netflix 24/7

-Hola chicas ¿que les puedo ofrecer?
-Tu carita- Susurré mirando hacia mi menú
-¡Becca!- mi mamá me dio una mirada asesina y yo solo me reí.
-¿Quieren que les de mas tiempo para decidir?-
Nos preguntó con mucho carisma pero también mucha educación.
-Oh no... mi hija venía por una de sus famosas hamburguesas de queso y tocino.
-Oh... La "Route 21", es muy pedida aquí- Nos señaló una barra con el TOP 10 mas pedidos en el restaurante.
-Sí, quiero la "Ruuthe tguenti uan" -¿Qué? Voy a clases de inglés...
-Muy bien...-Escribió el su comanda entre risas... sentí que era por mi pero la verdad estaba muy ocupada pensando en mi hamburguesa.

Mi mamá se quedo con cara de huele-pedo por mi interesante pronunciación. Ella se cree mucho porque si habla inglés.

-Así que... te gusto el mesero... ¿no? -Mi mamá pícara preguntó con una sonrisa de satisfacción y una ceja levantada.
-Pff... NO
-Ajá y yo vuelo-Mi mamá se burla de mi constantemente.
-Solo era una broma mamá... mira esta ensalada se ve bien...
-¿Intentas cambiar el tema con una ensalada?
Becca, tu odias las ensaladas con el alma, venimos aquí por una hamburguesa doble tocino y queso... vamos piensa algo mejor.

Le hice una mueca y me volteé sin cambiar la cara... ahí estaba el mesero viéndome... ¡que pena! El solo me dio una sonrisa y luego la hamburguesa.

Cuando termine la gloriosa hamburguesa pregunté... ¿debería pedir trabajo aquí? Aquí vienen snacks buenos y ricos...

y también comida...

Sacudí mi cabeza para alejar esos pensamientos pervertidos y pedí yo misma la cuenta con el lindo muchacho.
-Ho-Hola... te encargo la cuenta porfi -¿¡PORFI?! ¿QUIEN DEMONIOS DICE PORFI?
-¡Claro amiga! ¿Algo más?-En ese momento estaba a punto de pedir su teléfono... me distraje con sus ojos miel-verdes. Volví a la realidad y mi mamá me salvó de un momento embarazoso al decir
-No gracias eso sería todo.

Regresamos a la mesa y "accidentalmente" deje caer mi labial debajo de la misma. Minutos después pagamos la cuenta y fuimos al auto.
Cuando mi madre estaba encendiéndolo "recordé" que había dejado mi labial allá y la hice esperar.

¡Allá voy Mesero! Mas vale y me preguntes si olvidé algo...

Cuando regrese vi a Alexis, en ese punto yo ni recordaba a Alexis. Estaba feliz, nerviosa, presionada por mi madre esperándome, ansiosa por ver al mesero, y no sabía que hacer... iba a explotar...

Decidí saludarlo.
-Hola, me recuerdas... ¿no?



*3 estrella si quieren saber qué pasa luego

Ayuda! El amor me alcanzó!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora