Introducción

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No necesito tu aprobación. Sé que lo que hago está bien. Mi madre también lo sabe, lo comprende y me apoya en esta decisión que he tomado. Si no sabes de lo que hablo te lo explicaré en palabras que puedas entender.

Mi nombre es Esme, tengo 16 años y la única persona en mi vida es mi madre. Bueno, también tengo un hermano, pero a quien le importa, él está en la cárcel. Así que solo quedamos mi madre y yo. La mayoría de la gente nos considera las mujeres más guapas sobre la faz de la tierra. Si, somos atractivas, pero los demás no dejan de exagerar. Yo, más bien, nos considero criminales libres porque ambas hemos matado a más de cinco hombres cada una. Cuando vives la vida de un fugitivo debes madurar rápido, aprender rápido. Mi hermano esta preso por la misma razón que nosotras deberíamos estarlo, el mata a la gente que odia, y mi madre y yo matamos a los hombres de los que nos enamoramos. Para nosotros la vida es como un juego, vivir o morir, si no los matas ellos te hieren, te usan, te manipulan, violan tus derechos y terminan matandote lenta y dolorosamente. Nuestra religión y nuestra especialidad es no confiar en nadie excepto en la familia.

¿Voy al colegio? ¿Estudio? La respuesta es sí. Pero solo hago la mitad de las cosas que una adolescente de mi edad hace. No voy a fiestas, no me junto con mis amigos (porque no tengo, mi "religión" no me lo permite), y ni pienso en tener novio (esa es la parte fácil pero también tengo que evitar enamorarme).

Todos los días de colegio se me acercan chicos y chicas coqueteándome o incluso preguntándome si quiero ser su amiga. Lo peor es que no le puedo hacer caso a ninguno de ellos debido a que pueden arruinar mi vida, que no es perfecta, pero no me daña en ningún sentido. Los adolescentes pueden ser crueles, palabra confiable de mi madre.

Corazón PsicópataWhere stories live. Discover now