Se puede dudar de lo que se piensa, pero no de lo que se siente.
- Andrew, ¡Casi me matas del susto!.- *Suspiré de alivio*
- Perdóname, lo que menos quería hacer era asustarte.-
- Esta bien.- *Sonreí*
Estaba un poco nerviosa no solo por que me susto, si no que tenía miedo que mi mamá nos vea, es un poco fastidiosa a veces.
- Se que quieres saber porque vine hasta acá.-
Asentí con la cabeza dándole señal que estaba en lo correcto.
Me preocupaba mucho el hecho que te vengas sola, se que no es tan lejos, pero cuando escuche que Raphael no venía contigo, no pude evitar seguirte.-
- ¿Estuviste todo el camino detrás mío?.-
- Pues si, veo que es fácil raptarte.-
- No digas eso ni de chiste jajaja.-
- Me gusta cuando sonríes.-
En ese instante, acercó sus manos hacia mi rostro y yo solo pensaba en que cálidas son sus manos.
-Se iba acercando lentamente hacia mi cara y yo solo baje la mirada y a la vez, baje mi rostro. Por lo qué el prosiguió a darme un pequeño y cálido beso en mi frente.
- Entra, está haciendo frío y mi misión ya está completa.-
Solo sonreí por su gesto, le di un pequeño beso en su mejilla en señal de despedida y agradecimiento y entré a casa.
Traté de entrar despacio para evitar preguntas, estaba muy cansada y solo quería dormir.
- Eli, ¿Vas a cenar con nosotros cierto?.-
Arrugué mi nariz porque pensé que estaban ya descansando, y voltee para disimular y dije:
- Si mamá, me lavo las manos y bajo.-
Había olvidado por completo que los viernes son, "viernes de juego de mesa", antes cuando era pequeña, ansiaba por que lleguen los viernes, pero ahora no soporto perder ni las burlas de mi hermana.
Subí rápidamente a mi habitación a lavarme las manos y el rostro, que aún sentía como me quemaban los cachetes, por los nervios y la vergüenza de hace un momento. Eché mucha agua con mis manos sobre mi rostro, me mire al espejo, exhalé y me preparé para bajar como si nada interesante pasara en mi vida.
- Vaya, que lavarse las manos demora mucho.- *Dijo mi padre*
Solo sonreí ante su comentario y comencé a armar el juego, mientras ellos aún cenaban. A veces envidiaba a mi padre, casi nunca paraba en casa y tenía peleas con mi madre porque no pasa mucho tiempo con nosotras, pero después lo veía tan sonriente y tan relajado, que me daba envidia su paz.
- Eli, ¿No vas a cenar?.-
- No mamá, no tengo hambre, comí algo en el camino.-
- Seguro, comida basura, como siempre.-
- Así es mamá.- *Sonreí mirando a mi hermana, ya que siempre ante comentarios de mi madre, las dos nos reímos entre nosotras*
Y mi padre solo comía y leía el periódico, al parecer no escucha casi nada.
Terminamos de cenar, todos nos sentamos en la alfombra al rededor de la pequeña mesa de la sala y comenzamos a jugar.
De pronto suena el teléfono, mi madre contesta, y se queda completamente callada, nadie lo había notado, pero yo si.
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About Time - Cuestión de Tiempo
Ficção AdolescenteUna historia que definitivamente te sorprenderá y dará muchas cambios de pies a cabeza cuando menos te lo esperes. No te ilusiones ni te encariñes rápido con todos.