Lazy freaky day [One shot || Jungkook & Tú]

Lazy Freaky Day

Despertaste, aún cansada, debajo de unas sábanas blancas. Una vez que abriste los ojos, todo lo que podías ver era un brilloso cabello negro. Te sentiste un poco mareada por el sol que entraba a través de las cortinas, directo hacia tu rostro. Justo ahí, recordaste que te habías quedado en lo de Jungkook.

A veces, a él le gustaba hacer cucharita contigo en la cama, pero tú, siempre que podías, tomabas la ventaja y lo abrazabas por la espalda toda la noche hasta que se durmiera. Mientras tanto, besabas y acariciabas su cabello, llegando a oler el exquisito perfume de su shampoo.

Te acomodaste en la cama hasta quedar sobre su pecho, haciéndolo rodar dormido; besando su frente, sus mejillas y por último, sus labios, forzándolo a despertar. Sabías que Jungkook odiaba que le hicieras eso, pero no pudiste evitar ser tan molesta. Así que debería despertarse si quería que te detuvieras. "Por favor, para" dijo, todavía con ojos cerrados y una voz grave, haciéndote reír.

"Jungkook, ya es casi mediodía" dijiste al mismo tiempo que apoyabas tu cabeza en su pecho, moviéndolo para que despertase. "Pero es domingo, deja de molestarme. Dios... ¿por qué estoy saliendo contigo?" dijo arrepintiéndose al instante mientras te alejabas de él, haciéndote paso hacia el baño para empezar tu rutina matutina. "Augh, lo siento, no lo decía en serio" dijo mientras se sentaba en la cama tratando de tomarte del brazo, pero no pudo.

En realidad, tú no te habías enojado.

Es increíble el hecho de que siempre se sienta mal luego de decir cosas como esas. No es que cortarías con él o algo. Ustedes dos siempre se trataban así, pero él era el más sensible de los dos.

Tan pronto como entraste al baño y comenzaste a cepillarte los dientes, sentiste sus manos tomando tu cintura por detrás. Él descansó su cabeza en tu hombro derecho y comenzó a disculparse. "Detente, Kookie, estás comportándote como un idiota" dijiste mientras sonreías y te inclinabas sobre el fregadero.

Terminaste tu rutina y volteaste a ver a tu novio para darle una sonrisa juguetona. "¿Por qué estás tan inocente esta mañana?" dijiste y le picaste en las mejillas. "Es porque te amo", respondió haciendo pucheros. "¿Podemos quedarnos en la cama el resto del día?" agregó sonriendo.

"¿Estás loco? Mira el cesto de la ropa, debes limpiar, muchacho. No podemos permanecer en la cama todo el día mientras tu ropa de la semana está sucia. Y échale un vistazo al fregadero de la cocina, eso es un desastre" dijiste en respuesta. De repente, como si tus palabras fueran órdenes, él te soltó para tomar la canasta y correr hacia la lavadora.

Más tarde, te dirigiste a la cocina para hacer el almuerzo mientras él salía del baño, con el cabello mojado, porque se había dado una ducha. Terminó de secárselo con la toalla y tomó el control de la televisión que estaba en la mesa del comedor. "La ropa se está lavando, ¿estás contenta ahora?... Hey, ¿y si vemos una maratón de Star Wars?" preguntó con un sonrisa, tomando una cucharada del arroz que habías cocinado, llevándosela a la boca. "¡Jungkook! El huevo todavía no está cocido" reprochaste. Él levantó los hombros en falta de interés y esperó la respuesta a su pregunta. "Sí, pero primero tenemos que comer, tengo hambre" finalizaste.

"¿Podemos comer en el sofá, por favor? Solo hay seis películas en Netflix, no podemos perder el tiempo comiendo en la mesa" dijo mientras encendía la televisión y tomaba asiento, moviendo su brazo sobre el respaldo para que te sentaras allí, junto a él. Lo observaste desde la cocina.
Luego serviste la comida en un tazón con dos cucharas y te acomodaste a su lado en el sofá. "Me encanta cuando cocinas para mí, pero sabes que soy un niño grande, ¿no?" preguntó a la vez que elegía A New Hope en Netflix como su primera opción.

"Tengo que verlas como el mundo lo hizo, lo siento" dijo mirándote. Pusiste tus ojos en blanco. Pero luego asentiste y tomaste una cucharada de arroz. "Sabes que amo a Anakin. Solo estás haciendo esto porque Luke es feo y estás celoso" dices entre pucheros.

Cuando los dos terminaron su comida, te inclinaste sobre su hombro. Luego estuviste casi sobre él, abrazándolo con fuerza, mientras llorabas por la muerte de Darth Vader. Él te observó sonriendo, pensando en lo sensible que eras cuando una parte triste hacía su entrada en las películas.

A Jungkook le encantaba ver películas contigo. Pero la mayoría de las veces prefería analizar cada centímetro de tu rostro: sonriendo cada vez que te reías ligeramente de los viejos efectos especiales de la película o abrazandote y besándote cuando las lágrimas comenzaban a rodar por tus mejillas.

"Bueno, ahora es mi turno mirar algunas caras bonitas" dijiste cuando la última película terminó. Jungkook se congeló al pensar si lo dijiste porque no había dejado de observarte, o si era que querías ver a Obi Wan en el episodio I.

Nunca admitiría que estaba celoso de un personaje de ficción, pero cada vez que te mordías el labio inferior mirando lo rudo que era Darth Maul, podías sentir como la ira lo consumía. "Deja de morderte el labio con tanta fuerza. Te lastimarás" dijo tratando de parecer preocupado para ocultarlo. "Jeon Jungkook, ¿estás celoso de un personaje ficticio?" preguntaste entre risas. "No, tonta, lo estás mordiendo demasiado. Además, puedo ser más rudo que él, deberías saberlo..." moviste tus ojos mientras te acercaba a su rostro. "No estoy de humor para cosas rudas hoy, está lloviendo afuera" afirmaste pero él no pudo contener la risa ante tu argumento sin sentido. "Ay, esta es mi parte favorita, cállate" terminaste, alejándolo de tu cara y volviendo a la posición inicial. Apoyaste tu cabeza en su hombro y colocaste un brazo alrededor de su estómago. Esto hizo que Jungkook se enojara un poco y deseara molestarte.

De pronto, colocó su cabeza sobre la tuya y con un movimiento lento, te empujó con su cuerpo sobre tu lado del sofá, cayendo finalmente sobre ti a pesar de tus quejas. "¿Qué quieres? Te dije que es mi parte favorita" expresaste en la cara de tu novio. Haciendo caso omiso a tu pregunta, él apoyó su frente en la tuya y comenzó a jugar con tu nariz. Luego dejó un beso en tus labios, moviendo los suyos suavemente.

Dejaste que tomara la delantera en su encantador beso. Él saboreó tus labios con suavidad, sin pedirte paso a su lengua. Acariciaba tu cabeza y colocaba una mano sobre tu cuello mientras colgabas tus brazos alrededor de sus hombros. "Te amo mucho" dijo dando pequeños besos. Se alejó un poco para descansar sobre sus codos a los lados de tu cuerpo, que yacía debajo de él. "Siento mucho lo que dije esta mañana" se lamentó e inmeditamente empezaste a reír a carcajadas. "¡No puedo creer que todavía te sientas mal por eso! Dios, ¿por qué estoy saliendo contigo?" soltaste enérgicamente y su sonrisa desapareció.

"Era una broma, idiota. Te amo más" y después de eso comenzaste a picotearlo varias veces en sus labios, haciéndolo sonreír nuevamente.

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