Cita

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Mukuro sonrió ligeramente mientras observaba como Enma abrazaba el peluche que le acababa de dar, con el rostro rojo.

Si bien eso no contaba como una cita, Mukuro la tomo como una.

No le importaba que el Demonio Supremo tomara fotos o vídeos para extorsión, o que los demás los vean y se burlen.

No, no le importaba nada que no sea  está “cita” con el único dueño de su corazón.

Tierra e IlusiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora