Hybrid Memories

Capitulo II .Preguntas.

Fecha: Aun desconocida, pero unos pocos minutos después de perder la conciencia.

Ubicación: Reino Este – Omoiden – Calle comercial.

Al recuperar el conocimiento me encontraba parada en el mismo lugar que antes, mi vista poco a poco se iba normalizando y podía observar a la multitud rodearme.

Todos parecían preocupados por algo, y se me acercaban.

— ¿Señorita, sucedió algo?

— ¿Por qué grito?

— ¿Si se siente mal puedo ayudarla?

— ¿Por qué lloras?

Los ciudadanos me empezaron a preguntar muchas cosas pero no entendía nada, solo acerque mi mano hacia mis mejillas y al tocarlas pude sentir una gran cantidad humedad.

Estuve llorando y no solamente unas cuantas lágrimas.

— Yo... Lo lamento, debo irme.

Bastante preocupada tome la bolsa con las cosas que me dio el desconocido y corrí lo más rápido que pude sin mirar atrás.

— ¿Qué fue eso? No entiendo nada.

Cerré mis ojos para no poder ver a nadie, aun lágrimas corrían por mis mejillas y podía escuchar a la gente preocuparse por mí e intentar detenerme, pero no los dejaba.

Unos minutos más tarde, al sentir mi respiración agitarse me detuve.

Estaba agotada. No sabía cuánto tiempo llevaba corriendo ni tampoco el lugar exacto de la ciudad donde me encontraba.

Al levantar la vista aun podía ver el inmenso hogar de Absalin en medio de la ciudad, por ende no habría forma de perderme, pero aun así.

Volví a tocarme las mejillas para comprobarlo y seguían húmedas.

— ¿Por qué llore?

No entendía nada, desde que me desperté solo he tenido un montón de preguntas y preocupaciones, la mayoría debidas a mi pasado desconocido.

— Absalin.

Mire el castillo nuevamente.

— Ella me encontró, ella debe saber algo, debo preguntarle.

Sin dudar comencé a correr al castillo a toda velocidad ignorando mi cansancio, solamente para estar por lo menos un paso más cerca de saber algo sobre mí.

Fecha: Desconocida, 30 minutos después.

Ubicación: Reino Este – Omoiden – ¿Mi habitación?

Luego de volver solamente me dirigí a la habitación donde desperte y deje las cosas de Absalin a un lado de la puerta.

Había supuesto que era mi habitación o la de Absalin, por ende me tome las molestias de poder usar su baño y ducharme para esperar su regreso.

Sentía como las gotas de agua golpeaban mi cara y bajaban lentamente por mi pelo.

Estaba fría, pero se sentía reconfortante poder relajarme con una ducha luego de hacer mi trabajo, pero...

No podía dejar de pensar en ese momento en la plaza.

¿Por qué perdí la conciencia?

Y aún más importante.