PRÓLOGO
Los hermanos de Tatsumi acompañan a Morinaga a New York City a una Noche de Gala en donde se premiará al mayor por su descubrimiento de un nuevo medicamentos que salvará muchas vidas.
Souichi no se presenta y unos mafiosos de la industria f...
_Sabia que no te iba a gustar! Siento mucho que lo vieras todo...Pero de hecho si estuviste allí...y lo has tomado mejor de lo que creí..._ Morinaga bajó la cabeza _Isogay me hizo ver que ya no podía hacer nada!Si intentaba algo, allí mismo te matarían!
Souichi se exaltó al recordar a sus amigos en el edificio. _Isogay! Lo dejé en medio de las balas!!_
Morinaga con un gesto de fastidio le ofreció su celular a Senpai. _Toma! llámalo si quieres..._ Souichi lo tomó y marcó un número desesperadamente. Sin percatarse de que su compañero de fuga le miraba fijamente. Habló un rato con la persona al otro lado. -< Ves nii-san, Morinaga-san y yo salvamos el día...._Dijo la voz juvenil y divertida. _... Todo salió bien!! Te amo. Y estoy orgullosa de ti. Les diré a todos que estas bien! Te quiero mucho hermanito> _ _...también... te quiero...
_Lo amas?_ _A quien...?_ _A Isogay!_ _Hablaba con Kanako, idiota...!_ _Lo sé... pero llamaste por que querías que él supiera que estas bien...!_
_No digas tonterías... él es un buen tipo después de todo... pero nada mas! Todo fue fingido para que te fueras a Japón Pregúntaselo a Hiroto o a cualquiera! Yo nunca te fui... desleal con él... ni con nadie!_ _Desleal...? Hablas de que no tuvieron nada? Dices que no me fuiste... infiel... ?_ _Llámalo como quieras! No lo dejaría que me tocara ni estando muerto...! Dahh! qué asco! _
_Y ...el beso en el pasillo...! _Ni siquiera nos rozamos la cara. Tú viste lo que quisiste ver... Yo no podría estar con alguien mas... ya te lo he dicho, cierto? _No me eres infiel con él...senpai? _Que no! Ni con él ni con nadie! Oye!... no uses tanto esa palabra...! _Esta bien..._ Un velo de tristeza seguía cubriendo el aura de Morinaga, como si nada fuera suficiente para calmar el dolor en su corazón. _Este café no me calienta... quisiera tomar una ducha hirviendo... será que ya se calmó todo y podemos irnos? Morinaga se levantó, dejó unos centavos en la mesa y se dirigió con su senpai a la calle. _Mier-da-que f-frio!_ _No podemos ir al bar. Te llevaré a otro sitio_ A Souichi comenzaba a incomodarle que su köhai tomara desiciones y le diera ordenes de forma tan impulsiva y sin consultarle, pero al mismo tiempo le resultaba reconfortante no tener que pensar en nada mas que seguirlo pegado a él para calentarse.
Se dirigieron a un pequeño hotel en la avenida. Ya instalados en una modesta, pero bonita habitación, Souichi comenzaba a sentir de nuevo su cuerpo entibiarse, después de una ducha caliente y un caldo hirviendo que le devolvieron el alma al cuerpo. Ambos no traían ropa de dormir así que simplemente se desnudaron y se metieron cada uno en una cama.
_Mori... que tienes? Digo... estas solo ahí callado... que te pasa? _Nada, Senpai. Duerme bien. Souichi conocía muy bien ese rostro "aproblemado" y sabía su significado en el corazón de su querido ayudante.
Deshizo la cama y acarició las sabana. _Sabes, Morinaga...? _Eh? _E-esta cama es-ta muy fría... no hay manera de sacarme el f-frío de los hue-sos...? _Morinaga miró tiernamente al chico que pedía de forma tan rara que entrara en su cama. _Estas seguro...! _Quieres que te ruegue?... Métete, idiota o me calentaré dándote de patadas!_
Con un dulce gesto entró a la cama con él. Morinaga abrazó por detrás a su senpai, pegando sus cuerpos hasta encajar perfectamente en forma de cucharitas. Souichi se volteó para ver la cara de su compañero queriendo decirle algo, pero este le estampó un dulce y largo beso en la boca. _Pensé que moriría de celos! Pero lograste darle su merecido a ese viejo corrupto y te vengaste de lo que... pasó..._ _Gracias por venir por mí...Aún cuando no hubiera sobrevivido a las balas o a la caída... estaba feliz de escuchar tu voz...lo sabes verdad? El esfuerzo de tantas noches y días entrenando, en conjunto con estrés de la fuga le provocaban un cansancio extremo, ahora solo quería relajar su cuerpo perdido en ese abrazo dulce y tierno. Acurrucado entrepiernado con su amante, solo podía aferrarse a él como si lo amenazaran con separarlos. _Senpai...Te amo mas que nunca...te amo... Buenas noches_ _Dirás buenos días... te veré mas tarde!
Sin mas ambos cayeron al instante en un sueño reparador, rendidos y con las manos entrelazadas.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.