Pět

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   Recuerdo que cada vez que hablabas de ese chico sentía un pequeño vacío, tu mirada brillaba y tus ojos reflejaban tu historia.

   Yo escuchaba atentamente, y entendía que el jugaba contigo, pero, la forma en que lo decias, el como hablabas de el, me hacía pensar lo contrario, y te motivaba para que lucharas por el «aunque el no luchaba por ti».

   Mi mundo se destruyó segundo a segundo, pero seguía escuchando te, sonriendo y tratando de seguir en nuestro pequeño compromiso.

   Se podría decir que antes consumía cigarros por mi familia, y después, por ti y aquella hipocresía.

FireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora