-; Frío como el invierno

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Podía escuchar el repicar de las gotas en el cristal de su ventana, de vez en cuando miraba de reojo por fuera de ésta para ver simplemente cómo caían. Su dedo estaba en movimiento constante sobre el teléfono móvil debido a que estaba leyendo algún tipo de historia en el aparato. Hizo una pequeña pausa para frotarse los ojos, llevaba ya bastantes horas frente a pantallas y estar a oscuras frente a una no ayudaba demasiado a que su escozor se fuese.

Tenía tanto sueño que comenzaba a delirar, sentía que alguien la miraba desde algún lugar y hasta podía escuchar la respiración de ese alguien. «Puras imaginaciones.» O eso era lo que ella pensaba.
Cerró los ojos mientras los frotaba nuevamente y alzó la vista, no sabia con exactitud la razón que la había llevado a hacer aquello pero, a cambio recibió un gran susto.

Allí se encontraba un chico, sentado con los pies cruzados encima de su cama y estaba observando atentamente sus movimientos. Todo en él parecía normal hasta que uno se fijaba en sus ojos, los cuales eran por completo oscuros, a excepción de sus iris que eran de un azul intenso. Un azul que la seguía observando tiempo después de haberse percatado de su presencia.
La boca de Anya se movía, las palabras querían escapar de ella pero antes de poder hacerlo se perdían y el silencio se mantenía. Unos segundos después, el chico mostraba una alegre sonrisa. No podía estar más confusa; un chico de extraños ojos aparecía en su habitación a altas horas de la madrugada y no le conocía de nada, además del hecho de su sonrisa, le resultaba familiar mas no lograba asociarla con nadie que ella conociese.

-Soy. . . -Hizo una pequeña pausa, sin llegar a terminar la frase. De sus ojos desapareció aquel brillo especial que había aparecido al verla a ella y su rostro fue, poco a poco, ganando una expresión seria.- Ah. . . Tan despistada como siempre.

-¿D-debería. . . conocerte? -Al fin las palabras pudieron salir de sus labios. Una de sus cejas se enarcó, acentuando la pregunta que acababa de realizar. Ahora demasiadas preguntas golpeaban su mente, sin saber cuál debería preguntar y mucho menos si el chico las contestaría todas.

-Simplemente. . . Simplemente te pareces mucho a ella. -La mano del chico iba acortando camino hacia la cara de la chica quien, debido al shook no hizo nada. Solo cerró los ojos con fuerza. No sabía muy bien qué esperar, si un golpe o algo peor. Pero nada de eso ocurrió. Fue abriendo los ojos con lentitud para darse cuenta de que lo que el chico estaba haciendo era acariciar su mejilla, sus ojos transmitían ahora un cierto cariño. Sentía que todo aquello le quedaba muy grande y apartó con suavidad la mano del chico, intentando no hacer daño a sus sentimientos.

-Lo siento pero. . . No sé de quién hablas, es más ni siquiera te conozco, estás en mi habitación y no sé tu nombre. - Sin cortar el contacto visual con el extraño chico cogió su móvil. Debido al susto lo había dejado en la cama, no se había movido mucho del sitio por lo que no le costó mucho encontrarlo. Con rapidez miró la hora en el aparato. Era de madrugada, las 2:08, por suerte para ella y para la de los demás, al día siguiente no tenía clase y eso significaba que se podía acostar a la hora que quisiese sin preocuparse de no despertar.

Anya comenzó a tiritar, la temperatura del lugar había descendido desde que el chico había aparecido. Le hacía recordar el frío de sus ojos y el calor de su mano, un choque de temperaturas en un mismo cuerpo que parecía que eran absorbidas por el negro de sus ojos.

-Lo más fácil de responder es que me llamo Axel. -Apoyó su rostro sobre sus manos manteniendo su cómoda posición al final de la cama.
No hubo pasado unos minutos hasta que desvió la mirada de la chica por primera vez. Desde la perspectiva de ella, parecía comprender las horas que eran y tal y como vino se fue, como un susurro que nunca estuvo allí.

-Encantada. . . -Se atrevió a decir al lugar que segundos antes había ocupado Axel. Con recelo, se apartó las sábanas y sin levantarse de la cama gateó hasta el final de ésta, palpando el lugar.- Debería dormir ya, estoy delirando y tengo visiones.

Se pasó una mano por su rostro cansado, no había sido uno de sus mejores días ni tampoco de los peores, simplemente por aquel suceso lo recordaría mas no esperaba que se repitiese en un futuro, que se quedase como una anécdota más en el álbum de su vida.

Pero eso no era lo que iba a suceder.

❒; ⋮  ❛ The world is another name for despair ❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora