Lo que me había despertado era nada más y nada menos que el odioso sonido del despertador, anunciando que empezaba otro horrible día, en mi vida de película antigua, puesto a que todo era a blanco y negro.
No puedo creer que otra vez tuve ese sueño.... El día en el que descubrieron mi enfermedad, el día que mi mundo se derrumbó.
Ahora ya estaba acostumbrada, Eli se había vuelto mi compañera de cuarto y vivíamos juntas, de esta forma era más fácil pagar el arriendo y todas esas tediosas cosas de adultos.
Me mudé de la casa de mis padres poco tiempo después de graduarme de la escuela media, a la edad de 16 años, trabajaba de medio tiempo en el banco, para de esta forma poder pagar mi universidad sin robarle dinero a mis padres, pues ya tenía suficiente que tuvieran que sufrir por mi enfermedad.
Eli era muy comprensiva conmigo de algún modo me entendía y sabía que hacer para calmarme cuando entraba en algunos momentos de ansiedad.
El reloj había dejado de sonar, pero un mensaje me saco de mis pensamientos, era de mi madre preguntándome si estaba bien, y de cómo me había estado llendo en mi trabajo. De una forma fría y grotesca respondí a su mensaje, lo último que quería era que sintieran lastima por mi, había vivido toda mi asquerosa vida así, no era necesario que me comparecieran ahora.
Me levanté de mi cama para proceder a meterme a la ducha, no me quedaba mucho tiempo, dejé pasar el agua tibia por mi cuerpo, procediendo a verter el shampoo sobre mi cabellera. Termine mi baño para empezar a vestirme, una camisa de rayas blancas y negras, una falda negra con encaje en el borde, una chaqueta de cuero, medias arriba de la rodilla negras y unos zapatos de correa.
Ya estaba lista para ir a mi trabajo, otro horrible día ha comenzado.
Fui al banco, las horas pasaban lentamente podía escuchar murmullos de mis compañeros de trabajo, ya se había extendido el rumor de mi enfermedad, no entiendo porque unos adultos viejos y demacrados actúan como personas tan infantiles ante algún acontecimiento que vea afectado su trabajo, me parece algo realmente estúpido e insensible, por suerte ya me había acostumbrado a la insensibilidad de las personas, puesto a que vivimos en un mundo hipócrita e indiferente, donde lo único que importa es tu apariencia, de resto a los demás les da igual, vivimos en un mundo gris, y para mí literalmente lo es.
Por fin otro día horrible había terminado, en casa como siempre estaba Eli, a ella se le daba muy bien la cocina puesto a que siempre preparaba platos deliciosos, no puedo opinar sobre su apariencia pero el sabor es digno de un chef.
El plato de hoy eran unos spaghettis a la Eli, tenían una salsa especial y su ingrediente secreto que a mí nunca me lo quiso decir, igual siempre fui una inútil en la cocina, y en varias cosas pero no importa, Eli me apoyara siempre.
-que sucede? Estás muy pensativa Jane.
- oh! No es nada, solamente estaba recordando.
-recordando?
Mire a Eli.
- entiendo, no quieres hablar de eso
-bien, entonces no preguntes.
Eli se rió burlonamente
-si sigues con esa actitud tan amargada nunca conseguirás novio Jane!
- y yo para que quiero un novio!? Simplemente son un estorbo al final vamos a morir, y tengo bastantes cosas que hacer como para darle atención a otra basura más.
-exacto vamos a morir, por eso disfruta la vida Jane!
-pudrete Eli
-si si lo que tú digas...
- me quedé pensativa... Y si Eli tiene razón ??
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sin color en mis ojos
Randomla historia se basa en Jane una joven de 20 años, ella padece de monocromatismo, una enfermedad que no permite observar los colores. Jane ha vivido los 20 años de su vida a blanco y negro, sufrió de bullying en su escuela debido a su enfermedad. per...