Capítulo 1.

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Mmm... ¿Porqué está todo oscuro? ¿Si el hoyo negro se llevo el sol, porqué no se llevo lo oscuro? ¿O porqué no me llevo a mí?

Oh, ya sé.

El señor Dios va a hacer otro mundo y va a empezar con seres inteligentes como yo para que no destruyan el mundo.-Pensé con entusiasmo de que el señor me haya escogido.  Me di palmaditas.en el hombro imaginariamente.

Pongámonos serios. Todo está oscuro.  El hoyo se llevo todo.

Fui abriendo poco a poco los ojos.  Está todo borrosos, así me quedo unos segundos.

Una mujer toda de blanco, y dos personas con una gran cara de preocupación, un hombre de unos 32 y una mujer de la misma edad. Eso les calculo.

Okeeey, esto es incómodo. ¿Porqué me miran?

La enfermera se acerca rápidamente.

ESPERA.

PLANTAME EL CARRO.

STOP.

Enfermera + personas preocupadas + yo acostada*por lo que veo*= HOSPITAL.

-Hola, ¿Te sientes bien?.- dijo una voz muy femenina, debe ser la emfermera.

Yo por mi lado me quedé callada.

-Yo soy tu enfermera, me llamo Nina...-

-Hola, yo me llamo... ¿Cómo me llamo?

-N-no sabes como te llamas?

Ésta mujer debe aprovechar, está en el hospital para que le revisen el oido, no?

Ahora que lo pienso... ¿Qué carajos hago aquí?

-¡Doctor!- coloco ambas manos en mi cabeza. Hija de puta, vuelve a gritar y te clavo el tenedor.

Me duele, hice un puchero.  ¿Porqué me duele?

La enfermera está hiperventilando y empieza a agitar las manos.

-Dios mío, dios mío.- salio corriendo, supongo que ha buscar al doctor.

Dejándome sola.

Con las dos personas.

Mirándome.

A mí.

Fijamente.

Creo que tengo algo en la cara.

-Mi vida, ¿estás bien?.- pregunta la señora, awww es muy dulce y linda, pero ¿su vida?

-Debería decirle...?

-Dios, mi amor.- dijo mirando al hombre.- No nos recuerda.- Okey, estoy perdida.

-Espera, déjame ver.- dijo el hombre mientras se acercaba.

-Cariño, ¿no nos reconoces?.- Agg, ¿no entienden que no?

-Claro, Dios mío, ¡como pude olvidarte tío Pancho!-dije con sarcasmo, se supone que no se ni mi nombre.

-Tío Pancho?... ¡Oye!-dijo este frunciendo el ceño.

-Que lento.-susurré.

Los dos me miraron entrecerrando los ojos.

-Cariño, seguro no te acuerdas?- diji la señora.  Okey, no entienden el sarcasmo, seré directa.

-Nop.

-¿Ni un poquitito?- dijo haciendo un cero un poquito abierto con sus dedos y ligeramente cerrando los ojos.

-Nop.-volví a decir.

A la mujer se le estaban aguando los ojos mientras el hombre estaba haciendo caras raras para no llorar. Lo sé, es extraño.

En ese momento llega el doctor y la enfermera.

-Por favor salgan.-dijo con calma.

Ella lo miro con cara de "¿Estás loco o te peino tu abuela?" y el hombre estaba con una cara de "No quiero, no me obligas." Parecían adolescentes.

-Fuera.-dijo el doctor señalando la puerta.

-Ash...- dijeron ambos.

-Adiós corazón.- dijo dándome un beso en la frente a lo que yo di un brinco.

-¡Adiós pulmón!- respondí para aligerar la tensión.

Solto una carcajada.

-Adiós.- se despidieron ambos, me caen bien.

-Mmm... bueno L...

-¡Loreine!.-grita una voz masculina, casi tirando la puerta fijando sus ojos en mí.

-¿Quién?.- dije yo.

-Loreine, soy yo, t-tu n-novio.- dijo con cierto nerviosismo.

-¿Novio?

Recuérdame como olvidarte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora