Mmm... ¿Porqué está todo oscuro? ¿Si el hoyo negro se llevo el sol, porqué no se llevo lo oscuro? ¿O porqué no me llevo a mí?
Oh, ya sé.
El señor Dios va a hacer otro mundo y va a empezar con seres inteligentes como yo para que no destruyan el mundo.-Pensé con entusiasmo de que el señor me haya escogido. Me di palmaditas.en el hombro imaginariamente.
Pongámonos serios. Todo está oscuro. El hoyo se llevo todo.
Fui abriendo poco a poco los ojos. Está todo borrosos, así me quedo unos segundos.
Una mujer toda de blanco, y dos personas con una gran cara de preocupación, un hombre de unos 32 y una mujer de la misma edad. Eso les calculo.
Okeeey, esto es incómodo. ¿Porqué me miran?
La enfermera se acerca rápidamente.
ESPERA.
PLANTAME EL CARRO.
STOP.
Enfermera + personas preocupadas + yo acostada*por lo que veo*= HOSPITAL.
-Hola, ¿Te sientes bien?.- dijo una voz muy femenina, debe ser la emfermera.
Yo por mi lado me quedé callada.
-Yo soy tu enfermera, me llamo Nina...-
-Hola, yo me llamo... ¿Cómo me llamo?
-N-no sabes como te llamas?
Ésta mujer debe aprovechar, está en el hospital para que le revisen el oido, no?
Ahora que lo pienso... ¿Qué carajos hago aquí?
-¡Doctor!- coloco ambas manos en mi cabeza. Hija de puta, vuelve a gritar y te clavo el tenedor.
Me duele, hice un puchero. ¿Porqué me duele?
La enfermera está hiperventilando y empieza a agitar las manos.
-Dios mío, dios mío.- salio corriendo, supongo que ha buscar al doctor.
Dejándome sola.
Con las dos personas.
Mirándome.
A mí.
Fijamente.
Creo que tengo algo en la cara.
-Mi vida, ¿estás bien?.- pregunta la señora, awww es muy dulce y linda, pero ¿su vida?
-Debería decirle...?
-Dios, mi amor.- dijo mirando al hombre.- No nos recuerda.- Okey, estoy perdida.
-Espera, déjame ver.- dijo el hombre mientras se acercaba.
-Cariño, ¿no nos reconoces?.- Agg, ¿no entienden que no?
-Claro, Dios mío, ¡como pude olvidarte tío Pancho!-dije con sarcasmo, se supone que no se ni mi nombre.
-Tío Pancho?... ¡Oye!-dijo este frunciendo el ceño.
-Que lento.-susurré.
Los dos me miraron entrecerrando los ojos.
-Cariño, seguro no te acuerdas?- diji la señora. Okey, no entienden el sarcasmo, seré directa.
-Nop.
-¿Ni un poquitito?- dijo haciendo un cero un poquito abierto con sus dedos y ligeramente cerrando los ojos.
-Nop.-volví a decir.
A la mujer se le estaban aguando los ojos mientras el hombre estaba haciendo caras raras para no llorar. Lo sé, es extraño.
En ese momento llega el doctor y la enfermera.
-Por favor salgan.-dijo con calma.
Ella lo miro con cara de "¿Estás loco o te peino tu abuela?" y el hombre estaba con una cara de "No quiero, no me obligas." Parecían adolescentes.
-Fuera.-dijo el doctor señalando la puerta.
-Ash...- dijeron ambos.
-Adiós corazón.- dijo dándome un beso en la frente a lo que yo di un brinco.
-¡Adiós pulmón!- respondí para aligerar la tensión.
Solto una carcajada.
-Adiós.- se despidieron ambos, me caen bien.
-Mmm... bueno L...
-¡Loreine!.-grita una voz masculina, casi tirando la puerta fijando sus ojos en mí.
-¿Quién?.- dije yo.
-Loreine, soy yo, t-tu n-novio.- dijo con cierto nerviosismo.
-¿Novio?
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Recuérdame como olvidarte.
Lãng mạnAsí como me recordaste como amarte, recuérdame como olvidarte.